Portada » Historia » Conflicto Fratricida en España: Un Recorrido por la Guerra Civil
La Guerra Civil Española es uno de los acontecimientos históricos más estudiados por la historiografía actual, estando muy presente en el cine, la literatura, etc. Las causas del conflicto son múltiples, tanto externas como internas. Las elecciones de febrero de 1936 evidenciaron una tremenda polarización en la sociedad española, tanto entre la gente de izquierda como de derechas. El cerebro de la operación era el general Emilio Mola, que junto a otros generales y mandos intermedios planificaron un golpe rápido que los llevara a controlar el país en poco tiempo, pero los planes no salieron según lo previsto y llevaron al fracaso el intento golpista, lo que desataría un largo conflicto armado. La internacionalización del conflicto español se inscribe en el complejo contexto de la Europa de entreguerras, y este hecho dejó al gobierno democrático de la República prácticamente indefenso, mientras Alemania e Italia se lanzaron en apoyo de los golpistas. El Comité de no intervención, en el que participaban Francia, Reino Unido, Alemania y la Unión Soviética, se convirtió en un intento fallido por la falta de voluntad de alguno de los principales implicados en el mismo, perjudicando de manera destacada las posibilidades de defensa del gobierno republicano de España.
Alemania e Italia apoyaron desde su propia gestación el movimiento insurreccional. Hitler envió la Fuerza Aérea, conocida como la Legión Cóndor, junto con material de guerra y unidades terrestres. Italia enviaría el Corpo Truppe Volontarie junto con apoyo aéreo y carros de combate. También llegarían voluntarios en apoyo de los rebeldes desde Irlanda y Portugal. La Unión Soviética fue el principal apoyo del Gobierno de España, plasmado en importantes cantidades de material bélico y asesores militares, y este apoyo estuvo financiado por el oro del Banco de España, el conocido como oro de Moscú. En los comienzos del golpe militar se produjo un gran vacío de poder en el seno de la República, y las debilidades del Estado posibilitaron acciones represivas e incontroladas. La escasez de suministro fue frecuente en la zona controlada por el gobierno republicano. La conquista de derechos por parte de las mujeres en el período republicano fue considerable, destacando el derecho al voto, el divorcio, el matrimonio civil, la eliminación del delito del adulterio, la regulación del trabajo femenino, etc.
Además, la presencia social de la mujer aumentó, desarrollándose liderazgos femeninos como el de Clara Campoamor. En los primeros momentos del conflicto se sucedieron varios presidentes de gobierno, y llega el socialista Largo Caballero. El nuevo presidente procedió a la organización del Ejército Popular de la República, en el que se integraron las milicias de partidos y sindicatos como principales herramientas para ganar la guerra. El gobierno se trasladó a Valencia, y las tensiones internas provocadas por el fortalecimiento de la autoridad estatal llegaron a su momento álgido en la confrontación en Cataluña. Negrín buscaba en la URSS un aliado necesario para mantener vivas las esperanzas de ganar la guerra, al igual que con su programa de 13 puntos pretendió abrir vías de entendimiento que pudieran llevar al final de la guerra, y la determinación de Negrín se demostró en operaciones militares victoriosas como la Batalla del Ebro. La sede gubernamental se trasladó de Valencia a Barcelona con la intención de estrechar los lazos con Cataluña.
El cansancio por los largos años de guerra, el derrotismo de una parte de los responsables políticos y militares de la República, junto con una fuerte propaganda contra el gobierno de Negrín, dieron lugar a que la CNT, dirigido por el coronel Segismundo Casado, diera un golpe de Estado que apartaba a Negrín del poder, y así la Junta de Defensa se creó con el objetivo de negociar la rendición. Se creó la Junta de Defensa Nacional en Burgos, creando una dirección colegiada encabezada que haría las funciones de gobierno en los territorios controlados por la sublevación, y la Falange Española adquirió una especial relevancia con la creación de milicias armadas y un crecimiento notable en los primeros meses del conflicto. El control sobre los territorios ocupados se convirtió en una prioridad, por lo que se desató una represión salvaje, y las víctimas fueron personas afines a la defensa del gobierno democrático de la República. En los territorios controlados por los golpistas se impulsó la conocida como Sección Femenina, organización falangista de mujeres que bajo el mando de Pilar Primo de Rivera trabajarían en la socialización de las mujeres.
Los pasos decididos hacia un mando único llevaron al nombramiento del general Francisco Franco como Generalísimo, concentrándose en él todo el poder de los sublevados, y se decretó la unificación tras diversas fuerzas de política en un partido único bajo la denominación de FET de las JONS. Junto a estos elementos clave que guardaban similitudes y diferencias con los modelos alemán e italiano, el culto a la personalidad del líder era totalmente imitado, asumiendo Franco la denominación de Caudillo. El golpe comenzaba en los territorios coloniales de África, donde se obtuvo un apoyo decidido por la mayor parte de los mandos militares, y en el Protectorado, que se utilizaron para el transporte de las tropas al otro lado del Estrecho de Gibraltar, se avanzaría en dirección Extremadura-Madrid y por la costa hacia Málaga. La operación decisiva de sitiar y ocupar Madrid con movimientos como las batallas de Jarama, Guadalajara o Brunete fue un claro fracaso para los sublevados. En el frente sur, Andalucía Occidental caía en los primeros momentos, y el intento golpista fue sofocado en Jaén, Málaga y Almería.
La zona de la Cornisa Cantábrica española atesoraba una importante riqueza minera industrial que, ante la imposibilidad de doblegar Madrid, provocó un cambio de estrategia y el desarrollo de una guerra de desgaste con acciones de castigo tan significativas como el bombardeo de Guernica. Aislar la zona centro de Cataluña cortando la conexión con Francia se convertirá en objetivo principal de las fuerzas rebeldes y una estrategia. Un nuevo intento de parar el avance de los sublevados hacia el Mediterráneo fue la conocida como Batalla del Ebro, que se iniciaba por el gobierno de Negrín y fue la batalla más larga de la guerra, y a pesar de los avances iniciales, los sublevados acabaron tomando la iniciativa. La zona leal al gobierno había quedado reducida al centro peninsular, parte del oriental andaluz y el Levante. El conocido como golpe de Casado llegó al estallido de una confrontación interna en la República, pues muchos defensores del gobierno de Negrín fueron encarcelados, especialmente los comunistas, como una manera de congraciarse con Franco y buscar una rendición negociada, pero los ya vencedores del conflicto bélico se negaron a negociar y exigieron una rendición sin condiciones.
Las estimaciones en pérdidas humanas se acercan al medio millón de personas, muchas de esas muertes lejos de los frentes, fruto de la dura represión desencadenada en las zonas ocupadas por los golpistas, y de la misma manera fueron cientos de miles las personas que tuvieron que exiliarse. Las mujeres españolas vieron cómo los derechos conquistados tras años de reivindicación y lucha eran barridos de un plumazo para la Nueva España de Franco. El deterioro económico del país fue cuantioso en todos los sectores de la economía, y el final de la guerra no supuso la paz, sino el principio de la victoria, dividiendo el país entre vencedores y vencidos.