Portada » Psicología y Sociología » Condicionamiento Clásico y Operante: Conceptos, Diferencias y Aplicaciones
El estímulo condicionado (EC) es el estímulo que llega a fomentar una respuesta al emparejarse repetidamente con el estímulo incondicionado (EI).
Algunas de sus características son:
En el condicionamiento clásico se reduce a respuestas innatas, no hay aprendizaje de nuevas acciones (salivación parecida ante el sonido y ante la comida). Solo se puede explicar parte de la conducta y quedan fuera todos los comportamientos que ocurren sin que previamente haya un estímulo en el ambiente que las desencadene (conducir un coche, tocar el piano, jugar a las cartas, escribir). ¿Cómo se adquieren estas respuestas? El condicionamiento operante puede explicar el aprendizaje de respuestas diferentes de las reflejas innatas.
En el CO se utiliza con frecuencia la palabra contingencia o contingente. La definición de este concepto es el conjunto de condiciones temporales bajo las cuales una respuesta va seguida de ciertas consecuencias.
Se dice que un evento es contingente a una conducta si el evento en efecto va después de la conducta. Ejemplo: se da una relación de dependencia cuando se enciende el interruptor del aire acondicionado y este comienza a funcionar refrescando el ambiente. Si al encender el interruptor del aire a la vez se activa una campana, esta relación es contingente, un evento sigue a otro, pero no necesariamente la relación es obligada.
Skinner habla de la triple relación de contingencia para expresar las relaciones que existen entre la ocasión en que ocurre una respuesta, la respuesta misma y las consecuencias reforzantes.
La triple relación comprende:
Esta triple relación es el modelo básico que sirve como sustento para el análisis funcional de la conducta. El análisis funcional es el establecimiento de las relaciones entre la conducta de un organismo y las variables externas de las cuales la conducta es función.
El estímulo discriminativo es un estímulo que antecede a una conducta. Para que un estímulo funcione como estímulo discriminativo tiene que ser captado como tal por la persona o el organismo.
Para cada conducta existen muchos estímulos que anteceden, sin embargo, uno solo o ninguno va a funcionar como estímulo discriminativo.
Los semáforos son ejemplos de estímulos discriminativos. Los estímulos discriminativos proporcionan la ocasión para realizar una respuesta, aunque no son estímulos que provocan reacciones.
Estos estímulos nos proporcionan indicios para saber las consecuencias que obtendríamos si realizáramos la conducta. Algo importante de recalcar: los estímulos discriminativos no producen la conducta, ayudan al control de la conducta, pero no la causan.
En el CO, las consecuencias de la conducta son clasificadas de acuerdo con los efectos sobre la conducta consecuente.
Cuando una consecuencia incrementa la posibilidad o fortalece la repetición de una conducta que la antecede, se denomina REFORZAMIENTO POSITIVO.
Concepto inicialmente utilizado por Pavlov para designar al estímulo incondicionado que se presentaba después de ocurrir el estímulo neutro o condicionado.
Skinner, al introducir su modelo bifactorial del aprendizaje, utilizó el término reforzador o refuerzo continuo dentro del contexto de la conducta operante, disminuyendo su uso en la conducta respondiente. De acuerdo con Skinner, un reforzador es un estímulo que aumenta la probabilidad de respuesta.
El refuerzo negativo, al igual que el positivo, incrementa la probabilidad de la conducta cuando se aplica contingentemente a esta.
Pero la operación es diferente, ya que el reforzador elimina un estímulo que es desagradable para el organismo, como por ejemplo un dolor de cabeza que se quita con la aspirina.
A este estímulo desagradable se le llama estímulo aversivo.
El refuerzo negativo puede ser de dos tipos: evitación y escape.
Generalmente se tiende a confundir el refuerzo negativo con el castigo, pero son dos conceptos distintos.
El castigo se diferencia ya que no incrementa la probabilidad de la conducta cuando se aplica, sino que la suprime.
En el castigo, una respuesta produce un estímulo aversivo, consecuentemente la respuesta no volverá a repetirse en condiciones semejantes.
El castigo puede ser de dos formas: positivo (castigo por presentación), en el cual ocurre cuando la aparición del estímulo que sigue la conducta la suprime o disminuye, como cuando los padres imponen tareas de limpieza a un hijo por no haberse portado bien, o cuando el maestro baja puntos en la nota de un trabajo presentado muy desordenadamente. También está aplicando un castigo positivo.
El castigo negativo o por supresión implica la supresión o desaparición de un estímulo positivo.
Cuando un maestro retira los privilegios de un joven que se ha comportado inapropiadamente, ambos tipos de castigos implican el efecto de disminuir la conducta que llevó al castigo.
Otra definición:
Un cambio en la disposición del organismo para comportarse de determinada manera, como resultado de la experiencia, el estudio, la instrucción, la observación y la práctica.
Cambio y origen biológicos
Conducta basada en experiencias madurativos
Consumo
Fatiga
La motivación es una variable clave tanto en el aprendizaje como en la ejecución o desempeño de las distintas actividades humanas.
Sin embargo, los motivos psicológicos son sólo uno de los factores que determinan el comportamiento.
Ejemplo: la motivación de un estudiante a superarse o de un gimnasta a mejorar su rendimiento, dependen de su motivación interna, pero también del prestigio de sus contendores o lo importante de la competición.
De esto se desprende la importancia de una perspectiva de este tema, que atienda las interacciones con otros individuos, objetos y eventos de su entorno para poder explicar de esta manera más completa la conducta.
Parte de la idea que la razón y el conocimiento son características de los seres humanos y, por otro lado, las emociones relegadas a los animales o, en el mejor de los casos, concebidas como elementos negativos que desorganizan o perturban la conducta.