Portada » Geología » Conceptos Fundamentales de Física y Astronomía: De Newton al Big Bang y Exoplanetas
Isaac Newton descubrió que la luz del Sol, al incidir en un prisma de cristal, se descompone en franjas de colores (el espectro de la luz). A partir de este espectro, se nos proporciona información sobre los elementos que componen la fuente de luz. En el laboratorio, si hacemos pasar luz blanca a través de recipientes con hidrógeno y helio, obtendremos los espectros de absorción correspondientes. Comparando las líneas negras del espectro del Sol con las del hidrógeno y el helio, podemos deducir que las capas más exteriores del Sol están compuestas principalmente por hidrógeno y helio.
La ley de gravitación universal establece que los cuerpos se atraen mutuamente con una fuerza que es tanto mayor cuanto mayor sea su masa y cuanto más próximos estén. La gravedad según Newton: si lanzamos un proyectil desde un punto muy alto, la fuerza de la gravedad curva su trayectoria y le hace caer hacia la Tierra. Si lanzamos otro proyectil con más velocidad, caerá más lejos. Si la velocidad es suficientemente grande, la fuerza de gravedad seguirá actuando sobre el proyectil, y la curvatura de su trayectoria lo hará girar en torno a la Tierra. Así, el proyectil es puesto en órbita.
Según la teoría de la relatividad general de Einstein, las grandes masas actúan sobre el espacio-tiempo a su alrededor, deformándolo. La Tierra gira alrededor del Sol en un espacio-tiempo deformado por la masa del Sol.
Los agujeros negros son concentraciones de materia de altísima densidad. Su campo gravitatorio es tan intenso que ni siquiera la luz puede escapar de él. Se detectan indirectamente por la radiación (como los rayos X) emitida por la materia al acelerarse justo antes de caer en el pozo gravitatorio. Cuanta más materia caiga en un agujero negro, mayor será su masa y su atracción gravitatoria se incrementará. En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, se encuentra Sagitario A*, un agujero negro supermasivo que marca un punto de no retorno para las estrellas cercanas.
El efecto Doppler describe cómo cambia la frecuencia percibida de una onda cuando la fuente emisora se mueve con respecto al observador. Cuando un coche (emitiendo sonido) o una galaxia (emitiendo luz) se está moviendo, emite ondas. Si el emisor se acerca, las ondas se comprimen y la longitud de onda percibida es más corta (desplazamiento hacia el azul en la luz). Si se aleja, las ondas se estiran y la longitud de onda es más larga (desplazamiento hacia el rojo en la luz).
Observamos que las galaxias se alejan unas de otras. Aquellas que lo hacen más rápidamente muestran las líneas de su espectro más desplazadas hacia el rojo. Los astrónomos se basan en el desplazamiento Doppler para calcular con precisión la velocidad de las estrellas y otros cuerpos celestes con respecto a la Tierra y para determinar si se acercan o se alejan.
La confirmación del Big Bang llegó en 1964 cuando Arno Penzias y Robert Wilson descubrieron accidentalmente que desde todos los puntos del universo llegaba una radiación de microondas muy débil y uniforme. Esta radiación se denominó radiación cósmica de fondo (CMB) y se interpreta como el eco remanente de la gran explosión inicial, el Big Bang.
La expansión acelerada actual del universo sugiere la existencia de la energía oscura, una componente misteriosa que contrarresta la gravedad a grandes escalas.
Nuestro Sol se formó hace aproximadamente 4.570 millones de años. Se cree que el proceso comenzó con la explosión de una supernova cercana. La onda de choque generada por esta explosión comprimió una nebulosa molecular (una nube de gas y polvo). Esa compresión provocó el colapso gravitatorio de la nebulosa. En el centro de la nebulosa en colapso, las partículas se acercaron más unas a otras, aumentando la frecuencia de colisiones y, por tanto, la temperatura. Cuando la temperatura en el núcleo alcanzó unos 10 millones de grados Celsius, los núcleos de hidrógeno comenzaron a moverse a enorme velocidad, permitiendo que se fusionaran para formar helio, liberando ingentes cantidades de energía en el proceso: había nacido una estrella, el Sol.
Mientras el Sol se formaba en el centro, el resto de la nebulosa se aplanó, formando un disco protoplanetario en rotación alrededor de la joven estrella. Este disco estaba más caliente en el centro y más frío en las zonas exteriores. Los elementos más ligeros (gases como hidrógeno y helio) tendieron a permanecer en estado gaseoso en las zonas internas calientes o fueron empujados hacia las partes exteriores más frías, mientras que los elementos más pesados (rocas, metales) pudieron condensarse cerca del centro. En diferentes zonas del disco, pequeñas partículas de polvo y hielo empezaron a unirse (acreción), formando cuerpos cada vez más grandes llamados planetesimales. Por atracción gravitatoria, estos planetesimales atrajeron más materia cercana y colisionaron entre sí, dando origen a los protoplanetas y, finalmente, a los planetas que conocemos hoy. En las zonas internas del disco, se formaron planetas rocosos como la Tierra. Este proceso de formación planetaria duró probablemente entre 10 y 100 millones de años.
La materia sobrante que no se incorporó a los planetas formó asteroides, cometas y algunos satélites.
Se formaron en las regiones exteriores más frías del disco, donde pudieron acumular grandes cantidades de gas y hielo.
Se formaron en las regiones interiores más cálidas del disco, donde solo los materiales con altos puntos de fusión pudieron condensarse.
Se han desarrollado varios métodos para detectar exoplanetas (planetas que orbitan estrellas distintas al Sol):
Aunque la vida podría existir en formas muy diferentes a las que conocemos, algunas condiciones se consideran importantes para la vida tal como la entendemos (basada en carbono y agua líquida):
La pseudociencia se presenta como ciencia pero carece de sus fundamentos y métodos. Es importante distinguirla de la ciencia genuina. Sus características suelen incluir: