Portada » Español » Con que apelativo se le conoció a Miguel Cervantes
El paradigma de la novela pastoril en lengua castellana es La Diana, obra del poeta y narrador portugués Jorge de Montemayor (1520-1561). Publicada en 1559, esta novela obtuvo un gran éxito, como demuestran sus muchas continuaciones (Diana enamorada, de Gaspar Gil Polo) e imitaciones (La Galatea, de Miguel de Cervantes, o La Arcadia, de Lope de Vega).
La obra tuvo, además, dos lectores extraordinarios, que adivinaron las posibilidades literarias que abría: Miguel de Cervantes, cuyo Quijote heredo no pocos rasgos del Lazarillo – Realismo, presencia de un antihéroe, dinamismo de los personajes, pero también el tono humorístico e irónico, o el juego entre realidad y ficción , y Mateo Alemán, autor del Guzmán de Alfarache, obra a partir de la cual puede ya hablarse de la existencia de un nuevo subgénero narrativo: la novela picaresca.
→ En los tres primeros tratados, Lázaro cuenta sus orígenes y su primera infancia. Tras la muerte de su padre, condenado por ladrón, su madre se va con otro hombre y entrega a Lázaro a un ciego con el que el chico pide limosna (I); después, Lázaro entra al servicio de un clérigo de Maqueda (II) y, más tarde, de un escudero arruinado (III). Con cada nuevo amo, aumentarán el hambre y las penalidades del protagonista.
→ En los tres tratados siguientes, Lázaro deja de mendigar y de pasar hambre. Los nuevos amos del chico serán un fraile mercedario (IV), un vendedor de bulas que se aprovecha de la credulidad de la gente (V) y un capellán (VI), para quien Lázaro trabaja como aguador.
→ El protagonista se casa con la criada del arcipreste de San Salvador de Toledo, ciudad en la que desempeña el oficio de pregonero (al fin un oficio real, como él mismo señala): «Tengo cargo de pregonar […] y acompañar a los que padecen persecuciones por justicia y declarar a voces sus delitos».