Portada » Español » Comunicación efectiva: Emisor, receptor y funciones del lenguaje
La finalidad del emisor puede ser: informar, difundir, orientar la opinión del receptor, regular su conducta, ordenar la vida social, deleitar literariamente o entretener, expresar su estado o su valoración.
La función comunicativa está relacionada con la intención del emisor y con la finalidad del texto. La referencial y la apelativa aparecerán siempre. A continuación, se describen los tipos:
La impersonalización consiste en la ausencia consciente del emisor. Si al autor le interesa redactar el texto con objetividad o con ocultación del emisor, esto imprime al documento imparcialidad y apariencia de cientificidad. Cuando se oculta el emisor se aprecia en el documento más rigor, más generalización, más distanciamiento y más neutralidad. Por otro lado, en cuanto al destinatario, exige de él que se involucre para ser incluido en el texto y para dar validez universal a lo tratado. Para lograr la objetividad, se acude lingüísticamente a aseveraciones categóricas, declaraciones informativas, datos objetivos y a expresiones impersonales.
La modalización es el grado de subjetividad o presencia del autor en el texto. Un texto está muy modalizado si predomina la subjetividad del emisor. Estará poco modalizado si predomina la impersonalización. Un texto estará claramente modalizado si aparece la primera persona; además, habrá locutor. El locutor es muestra de modalización, la primera persona es la evidencia de la modalización.
Son las marcas de la modalización del enunciado, es decir, las marcas lingüísticas que indican la presencia del emisor y la subjetividad del texto.