Portada » Física » Composición química de los planetas
Etimológicamente, la palabra «planeta» proviene del latín planeta, que a su vez deriva del griego πλανήτης («planētēs»: «vagabundo» y «errante»). Esto se debe a que en la antigüedad, siguiendo la teoría geocéntrica de Ptolomeo, se creía que en torno a la Tierra giraban, además del Sol y la Luna, las estrellas. Se diferenciaban cinco (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno), descritas como «planetas» (errantes) por carecer de una trayectoria cíclica predecible y por desplazarse a mayor velocidad en el cielo a comparación de las estrellas.
Muchos siglos después, al irse aceptando el conocimiento de la trayectoria real y predecible de estos planetas y la Tierra, se la denominó también como un planeta más.
Según esta definición, el sistema solar consta de ocho planetas (durante unas décadas atrás se consideraban a nueve), y estos ocho son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. En cambio Plutón, que hasta 2006 se consideraba un planeta, ha pasado a clasificarse como planeta enano, junto a Ceres, también considerado planeta durante algún tiempo, ya que era un referente en la ley de Titius-Bode, y más recientemente considerado como asteroide y Eris, un objeto transneptuniano similar a Plutón. Ciertamente, desde los años setenta existía un amplio debate sobre el concepto de planeta a la luz de los nuevos datos referentes al tamaño de Plutón (menor de lo calculado en un principio), un debate que aumentó en los años siguientes al descubrirse nuevos objetos que podían tener tamaños similares. De esta manera, esta nueva definición de planeta introduce el concepto de planeta enano, que incluye a Ceres, Plutón, Haumea, Sedna, Makemake y Eris; y tiene la diferencia de definición en (3), ya que no ha despejado la zona local de su órbita y no es un satélite de otro cuerpo.
Los cuerpos que giran en torno a otras estrellas se denominan generalmente planetas extrasolares o exoplanetas. Las condiciones que han de cumplir para ser considerados como tales son las mismas que señala la definición de planeta para el sistema solar, si bien giran en torno a sus respectivas estrellas. Incluyen además una condición más en cuanto al límite superior de su tamaño, que no ha de exceder las 13 masas jovianas y que constituye el umbral de masa que impide la fusión nuclear de deuterio.2
Cuerpo sólido celeste que gira alrededor de una estrella y que se hace visible por la luz que refleja. En particular los que giran alrededor del Sol.
El problema de una definición correcta llegó a un punto crítico en los años 2000. Sin embargo, esta no es la primera vez que se identifica un sistema de este tipo. En el 2004, Gael Chauvin descubríó un objeto de unas 5 veces la masa de Júpiter orbitando alrededor de la enana marrón 2M1207. La distancia proyectada es de unas 55 unidades astronómicas.
La Uníón Astronómica Internacional, organismo responsable de resolver los asuntos de la nomenclatura astronómica, se reuníó en Agosto de 2006 dentro de su XXVI Asamblea General en Praga. Aquí, tras largas discusiones y varias propuestas, se adoptó finalmente que un planeta es:
Un cuerpo celeste que (a) gira alrededor del Sol, (b) tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuma una forma de equilibrio hidrostático, de forma esférica y (c) que haya despejado la zona de su órbita.
Además, propone el término planeta enano para los cuerpos que cumplan las condiciones (a) y (b), pero no (c) y no sean satélites. Este es el caso de Plutón, Ceres y Eris (conocido antes como 2003 UB313). Con posterioridad también se han añadido a la lista de planetas enanos Makemake y Haumea. Por último, el resto de los objetos del sistema solar, excepto los satélites pueden considerarse cuerpos menores del sistema solar.
No se sabe con certeza como se forman los planetas.
La teoría predominante es que lo hacen durante el colapso de una nebulosa en un delgado disco de gas y polvo. En el centro se forma una protoestrella rodeada de un disco protoplanetario en rotación. Mediante la acrecíón (un proceso de coalescencia por colisión), las partículas de gas y polvo del disco acumulan sin interrupción masa para formar objetos cada vez más grandes. Estas acumulaciones de masa, conocidas como planetesimales, aceleran el proceso de acrecíón por la atracción gravitatoria de materiales adicionales y se vuelven cada vez más densas hasta que colapsan bajo la gravedad para formar protoplanetas.3 Después de que un planeta alcanza una masa algo mayor que la de Marte, comienza a reunir una atmósfera extensa 4 que incrementa la tasa de captura de planetesimales por medio de la resistencia atmosférica.56 En función del modo de acrecíón de sólidos y gases, el resultado será un planeta gigante, un gigante de hielo o un planeta terrestre.789
Los planetas del sistema solar se clasifican conforme a dos criterios: su estructura y su movimiento aparente.
Pequeños, de superficie rocosa y sólida, densidad alta. Son Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. También son llamados planetas interiores.
La teoría geocéntrica clasificaba a los planetas según su elongación:
Suelen tener grandes atmósferas compuestas por helio e hidrógeno, con componentes de otras sustancias como agua, metano o Amóníaco. Las configuraciones de un planeta exterior son:
Los planetas interiores y exteriores, parten de un lugar de referencia que no es la Tierra: Es el cinturón de asteroides. Los planetas: Mercurio, Venus, La Tierra y Marte son internos. Los planetas: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son exteriores.
Desde la prehistoria y hasta el comienzo de la astronomía con telescopios, los planetas conocidos eran: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno ya que son los fácilmente visibles a simple vista.
Los orígenes de la observación de los planetas de los que hay registro se remontan a la civilización sumeria (3800 AEC. A 2000 AEC) cuya cultura, y especialmente su religión, repercutíó en la mitología de otros pueblos antiguos de regíón de la Mesopotamia. Allí los planetas se identificaban con deidades de su religión de los que tomaban sus nombres. Además, en esta época se forjaron también los símbolos que se utilizan hasta el día de hoy.1011 Ordenados desde el Sol hacia el exterior son: