Portada » Filosofía » Como se clasifican los juicios en filosofía
Vivíó durante toda su vida en Königsberg (en la antigua Prusia). Profesor en la Universidad de su ciudad, su pensamiento está influenciado por el Racionalismo y el Empirismo, llegando a ser el más importante filósofo del Siglo XVIII. A favor de los ideales liberales de la ilustración, defendíó la Independencia Americana y la Revolución Francesa. Fue pacifista y ajeno a toda forma de nacionalismo. Era de constitución débil y muy metódico, la exactitud de su horario permitía a sus vecinos calcular la hora.
OBRAS MÁS IMPORTANTES:
Crítica de la razón práctica,
Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la ilustración?
En la «Crítica de la razón pura», Kant se plantea el objetivo de aclarar la posibilidad o no de un conocimiento científico de la metafísica. Es el llamado «problema crítico”.
A diferencia de las otras ciencias, la metafísica ha pretendido trascender la experiencia y ofrecernos un conocimiento de entidades como Dios, el alma y el mundo como totalidad, a partir de conceptos «a priori» es decir, independientes de la experiencia. Se tratará, por lo tanto, de averiguar «qué y cuánto pueden conocer el entendimiento y la razón aparte de toda experiencia».
Según Kant, dado el antagonismo surgido entre el Racionalismo y el Empirismo es necesario hacer una crítica de la Razón y contestar definitivamente a la pregunta qué puedo conocer.
Para ello, se propone hacer un análisis de la Razón Pura, de nuestra capacidad de conocer, en su obra Crítica de la Razón Pura.
Para responder a esta pregunta Kant debe establecer los principios desde los que es posible el conocimiento científico pues para Kant éste es un conocimiento seguro y a partir de él podremos establecer qué condiciones debe tener cualquier otro conocimiento que quiera también ser cierto. Las condiciones que hacen posible los juicios científicos son dos:
empíricas (de experiencia, particulares y concretas de cada ciencia) y trascendentales o a priori (anteriores a la experiencia y universales de la razón y, por tanto, necesarias para todas las ciencias), siendo las segundas las que deberemos estudiar.
«No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia (…)pero, aunque todo nuestro conocimiento empiece con la experiencia, no por eso procede todo él de la experiencia». A diferencia de lo que habían afirmado los racionalistas y los empiristas, para quienes había sólo una fuente del conocimiento, la razón para unos, y la experiencia para los otros, para Kant habrá dos fuentes del conocimiento:
Una, la sensibilidad, que suministrará la materia del conocimiento procedente de la experiencia, y otra, el entendimiento, que suministrará la forma del conocimiento, y que será independiente de la experiencia. Podremos hablar, por lo tanto, de un conocimiento a priori y de un conocimiento a posteriori:
A su vez, clasificará todos los posibles tipos de juicios para analizar cuáles son aquellos que se emplean en la ciencia y conocer cómo son posibles.
En cuanto a si nos dan una nueva información y extienden nuestro conocimiento los juicios pueden ser:
el predicado está comprendido en el sujeto y no son extensivos sino explicativos, es decir, juicios que no aumentan mi conocimiento, sino que explican una determinada relación entre sujeto y el predicado. En este sentido, los juicios analíticos son siempre verdaderos y, al no depender de la experiencia, son a priori. Como ejemplo de juicio analítico propone Kant el siguiente: «Todos los cuerpos son extensos»; para hallar el predicado de este juicio dice Kant no necesito sino descomponer el concepto del sujeto, analizarlo, dado que no tengo que ir más allá del concepto de cuerpo para hallar el de extensión.
Sintéticos (son extensivos, amplían nuestro conocimiento). Como la relación entre sujeto y el predicado añade algo al sujeto que no está comprendido en su noción (el concepto de cuerpo no contiene la idea de peso) ese tipo de juicios son extensivos, dado que amplían mi conocimiento del sujeto. Este tipo de juicios son todos a posteriori, es decir, que dependen de la experiencia. Si hace falta la experiencia para conocer su verdad, los juicios serán o a priori (su verdad se conoce sin recurrir a la experiencia, es universal y necesaria) o a posteriori (su verdad depende de la experiencia, no es universal ni necesaria). Para Kant, los juicios científicos serán los juicios sintéticos a priori, que son extensivos, dan un nuevo conocimiento, pero su verdad no depende de la experiencia y por tanto son universales y necesarios. Por ello, estudiará cuáles son las condiciones trascendentales de la razón que posibilitan la realización de dichos juicios y para ello analizará las tres facultades de la Razón:
Sensibilidad, Entendimiento y Razón.
Si la necesidad y universalidad de nuestros conocimientos no puede proceder de la experiencia, el conocimiento no podrá explicarse como una adecuación del sujeto a los objetos, tal como habían supuesto los filósofos hasta entonces. Por el contrario, hemos de suponer que son los objetos quienes tienen que adecuarse a nuestro conocimiento. En esta inversión del papel que juegan el sujeto y el objeto en el conocimiento radica la llamada «revolución copernicana» (o giro copernicano) de Kant.
El entendimiento no es una facultad pasiva, que se limite a recoger los datos procedentes de los objetos, sino que es pura actividad, configuradora de la realidad.
En consecuencia, el sujeto adquiere un papel configurador de la realidad, en lugar de ser el mero receptor pasivo de una supuesta realidad objetiva a la que se debe someter. Por eso la filosofía kantiana es llamada “idealismo trascendental”:
Idealismo porque se centra en las estructuras de conocimiento propias del sujeto, y trascendental porque analiza los límites propios de dicho conocimiento. ¿Cuáles son las condiciones que posibilitan la determinación de los objetos por el sujeto? Kant las estudiará en la Estética Trascendental y en la Analítica Trascendental. Afirmará que existen tanto en la sensibilidad como en el entendimiento unas formas trascendentales, que no dependen de la experiencia, y que son a priori, por lo tanto, que actuarán como un «molde» al que se tienen que someter los datos recibidos por la sensibilidad y los conceptos formados por el entendimiento. En consecuencia, tanto la sensibilidad como el entendimiento adquieren un papel configurador de la realidad.