Portada » Geografía » Como influye el clima en la agricultura
Según el aprovechamiento del suelo, la agricultura puede ser intensiva o extensiva.
• La agricultura intensiva se practica en lugares muy poblados dos el terreno es escaso y las propiedades pequeñas. Se produce mayor cantidad de productos en el mínimo espacio posible. Para ello no se escatiman esfuerzos ni inversiones. Se utilizan abonos y semillas seleccionadas y se emplea mucha mano de obra. Esta agricultura produce fruta y verdura.
• La agricultura extensiva se practica en lugares poco poblados con mucho terreno y con mano de obra escasa. Su finalidad es obtener grandes cantidades de los productos cultivados a un precio bajo. Las máquinas realizan gran parte del trabajo. Para no tener que usar abonos se practica el barbecho.
En este tipo de agricultura, los campos de cultivo se obtienen a partir de la quema del bosque o la sabana.
Primero se cortan los matorrales y los árboles y, a continuación, se les prende fuego; de esta manera el campo queda limpio y las cenizas sirven de abono para el suelo, que se remueve con azadas o palos de punta afilada. Finalmente se hacen agujeros donde se plantan las semillas (tubérculos, mijo, mandioca…).
Los campos son productivos tres o cuatro años ya que los suelos se erosionan y se agotan rápidamente. Por eso, los agricultores deben abandonar las tierras y desplazarse a otras zonas para iniciar de nuevo el proceso.
Los campos abandonados vuelven lentamente a su estado original y pueden ser cultivados nuevamente pasados unos años.
Este tipo de agricultura se basa en la asociación de las actividades agrícolas y ganaderas, de modo que el abono que proporcionan los animales permite la explotación permanente del suelo.
Las tierras de cultivo están divididas en tres hojas separadas por setos: una, en barbecho, se dedica al pasto del ganado, y las otras dos, al cultivo de cacahuetes y mijo.
Las parcelas siguen una rotación trienal con lo que asegura la fertilidad del suelo.
El sector primario comprende las actividades relacionadas con la obtención y producción de alimentos, es decir, la agricultura, la ganadería y la pesca.
También incluye la explotación forestal que aprovecha los productos de los bosques.
Desde hace unos 10 000 años hasta la Revolución Industrial, casi toda la población tenía que trabajar en la agricultura y la ganadería para asegurarse la subsistencia.
En la actualidad, el 33,5% de la población mundial trabaja en este sector, pero hay grandes diferencias entre los continentes. Así, mientras que en Europa y América del Norte sólo se dedican a estas actividades el 7,9% y el 1,5% de la población activa, en Asía y en África ocupan al 40% y al 55,6% de la población.
Dentro del sector primario, las actividades agrarias (agricultura y ganadería) ocupan un lugar muy destacado, ya que la alimentación de la población depende, en gran medida, de ellas.
Las actividades agrarias están condicionadas por el medio físico:
El clima, el relieve y el suelo.
• El clima.
Cada cultivo necesita unas condiciones climáticas, de temperatura y humedad, para su desarrollo. Así, las temperaturas excesivamente bajas o altas, o la escasez de precipitaciones limitan, e incluso impiden, su desarrollo.
• El relieve.
La agricultura suele localizarse en las llanuras y en los fondos de los valles más amplios. Esto se debe a que la pendiente dificulta el trabajo y la mecanización. A veces, para aprovechar el terreno de las laderas de las montañas se han construido terrazas o bancales.
Además, a medida que aumenta la altitud disminuye la temperatura, y ello influye en los cultivos.
• El suelo. El tipo de suelo también repercute en el buen desarrollo de los cultivos pues no todos los suelos son aptos para su crecimiento.
El aprovechamiento agrario del suelo depende de su textura, que condiciona la retención de agua, y de su acidez, que condiciona su fertilidad.
Los condicionantes físicos de la agricultura influyen mucho cuando los grupos humanos apenas disponen de medios económicos y técnicos. Así, una época de sequía o unas lluvias torrenciales pueden destruir las cosechas y provocar hambrunas.
Por el contrario, las sociedades con un elevado nivel técnico superan más fácilmente estos condicionantes gracias a la aplicación de sistemas de irrigación y de abono, suelos artificiales, cultivos de invernadero, etc.