La tinta, empleada por los egipcios dos milenios a. C., fue muy utilizada por los chinos a raíz de la invención del papel.
En aquellos tiempos era sólida y se fabricaba en pastillas que había que diluir antes de su uso. En la Edad Media, la naturaleza de la tinta era variable, pero parece que habían dos fórmulas muy extendidas: una era una combinación de sales de hierro y agallas de roble, que se volvía marrón oscura con el tiempo; la otra consistía en una suspensión de carbono (negro de humo) en goma y agua. En el siglo XV, las técnicas y métodos comenzaron a ser más exploratorios. La elección de temas se amplió, y comenzó a practicarse la mezcla de medios. Así los artistas introdujeron el crayón, la acuarela y los toques de luz blanca Pero cuando predominaba lo intelectual,se recurría a la severidad de la pluma y la tinta.A finales del siglo XIX los alemanes elaboraron una tinta líquida que denominaron china y que es la que con pequeñas modificaciones se emplea de manera generalizada en la actualidad por tener propiedades tales como un brillo muy singular, la suavidad del trazo y, sobre todo, ser indeleble.Actualmente, la tinta china es un líquido oscuro que se obtiene al desleir negro de humo en agua añadiendo a la mezcla alcanfor y goma laca. Está disponible en el mercado en dos versiones, impermeable y soluble al agua, y se diferencian sobre todo por su permanencia, en este caso es la impermeable la más duradera. Otra tinta clásica es la de color sepia.Por último las
tintas de color son relativamente recientes y de alta calidad, ya que sus pigmentos tienen un elevado nivel de resistencia a la luz. Estas tintas son bastante transparentes y de colores puros, lo que permite no sólo mezclar colores con exactitud y rigor sino también realizar veladuras con distintos colores superpuestos. Una de las grandes ventajas de la tinta es la inmediatez de ejecución de los dibujos; como contrapartida no admite el borrado.

Los papeles para dibujo a tinta deben ser lisos y de superficie dura. Cuanto más lisa sea la superficie, más fácilmente se logra un trabajo preciso y exacto. Los soportes granulados, en cambio, dan lugar a trazos más texturados e imprecisos. Estos últimos se utilizan en trabajos de estilo muy personal. Por lo que respecta a los instrumentos, conviene recordar que el primer florecimiento del uso de la pluma se debió a los monjes medievales.caligrafía y los dibujos a pluma era aplicación directa del uso de la pluma y la tinta. Sin embargo, la base sobre la que realizaban sus dibujos era normalmente piel preparada, de cabra. Hoy en día existe una amplia gama de plumas para dibujar.
A las clásicas de ave de caña y plumillas de acero de diversas formas. El pincel está configurado por tres elementos: el pelo, la virola o pieza metálica que recoge y une el pelo al mango, y el mango, generalmente de madera, que sirve para sostenerlo y manipularlo. Dependiendo del pelo, los pinceles se diferencian en: los llamados suaves, elaborados tradicionalmente con pelo de animales y los más modernos de cerdas sintéticas; cerdas duras son los más recomendables para el óleo, y los de pelo suave para las demás técnicas. Según se utilice la pluma, el estilógrafo o el pincel, el trazo de las líneas variará. Las plumas, por ejemplo, generalmente por su carácter flexible, pueden proporcionar un trazo suave y a su vez pueden variar el grosor de la línea según la posición de la misma con respecto al papel y la presión que se ejerza. El estilógrafo proporciona una línea continua con un grosor constante a lo largo de la misma. El pincel, según la cantidad de tinta que posea, proporciona desde una mancha uniforme hasta un efecto texturado.

Dibujo de línea:
El dibujo de línea simple y pura,es la más directa y precisa.La sencillez del método permite una frescura e inmediatez de respuesta de la que carecen los estilos más elaborados. En este caso el estilógrafo es el instrumento que mejor se adapta a esta técnica, al conseguir una línea fluida y sin interrupciones. El papel más adecuado será el ligeramente satinado.

Línea y sombreado cruzado:
El método consiste en el entrecruzado de líneas para elevar tonos y texturas.

Línea y lavado:

La aplicación de esta técnica pasaría por las siguientes fases:
1. Dibujar líneas a pluma sobre el boceto preliminar a lápiz.
2. Una vez seca la tinta, borrar las líneas de lápiz.
3. Aplicar lavados de tinta diluida y sin diluir.
4. Finalmente se refuerzan las líneas de pluma según sea preciso.

Punteado y salpicado:

Para esta técnica hay que analizar bien el objeto a representar, se necesitan cálculos bastante exactos para decidir lo abierto o apretado que puede ser el punteado. La técnica del salpicado es muy empleada para complementar un dibujo básico ya realizado. 1. Se recorta un parche de papel impermeable fino para cubrir la zona que debe de mantenerse limpia. 2. Se empapa en pintura un cepillo de dientes o de uñas. 3. Una vez se coloca sobre el dibujo se pasa por las cerdas una regla. 4. Se retira la película protectora de la base.
Raspado:
Para realizar a cabo esta técnica habría que seguir el proceso siguiente:
1. Se cubre de tinta toda la superficie de un papel satinado con un pincel y se deja secar.
2. Se calca el boceto sobre la lámina preparada con tinta.
3. Se raspan los contornos de lápiz con un instrumento metálico

Secantes:
El procedimiento consiste en aplicar primero un lavado de tinta diluida con un pincel grande. Se seca el lavado con el papel secante. Se aplica un segundo lavado con tinta sin diluir de modo que las dos texturas tonales se combinen. Gran parte del éxito depende de la calidad del papel, que no sólo debe soportar lavados sucesivos, sino resistir luego un trabajo a plumilla.