Portada » Lengua y literatura » Cómo Crear tu Propia Buena Suerte: Descubre las Claves del Éxito
Víctor y su amigo David se encuentran en un parque. David comparte que se mudó del barrio debido a la herencia de un tío, que incluía una industria textil. Aunque al principio prosperó, con el tiempo la empresa quebró. Víctor, por su parte, relata que comenzó a trabajar a los 10 años y eventualmente compró un taller de bolsos. Su negocio prosperó gracias a su conocimiento sobre los gustos de la gente adinerada, adquirido durante sus estancias en hoteles de lujo. Víctor luego explica la diferencia entre la suerte (que no depende de uno) y la buena suerte (que se crea y depende de uno mismo).
Merlín propone a sus caballeros un desafío: encontrar un trébol de cuatro hojas que les otorgará suerte ilimitada. Los caballeros, sorprendidos, se enteran de que deben buscarlo en el Bosque Encantado. La mayoría desiste.
Dos caballeros, Nott y Sid, se adentran en el Bosque Encantado, pero toman caminos separados. Nott se encuentra con el Gnomo, príncipe de la tierra, quien le asegura que nunca ha crecido un trébol en el bosque. Nott duda y sospecha que Merlín lo ha engañado. Sid también consulta al Gnomo, pero en lugar de aceptar la negativa, pregunta por qué nunca ha crecido un trébol. El Gnomo le revela la falta de tierra fértil y le indica un lugar donde encontrarla. Sid se dirige allí y prepara el terreno.
Nott, desconfiado, busca a la Dama del Lago para confirmar la información del Gnomo. Ella, molesta por ser despertada, le confirma que nunca ha habido tréboles. Nott, inseguro, sigue vagando. Sid, en cambio, busca a la Dama del Lago para obtener agua para su tierra. Al conversar, descubre el problema de desbordamiento del lago y propone una solución: abrir un riachuelo que evite las inundaciones y riegue la tierra fértil. Ambos se benefician.
Nott, aún perdido, busca a la Secuoya, el árbol más antiguo, esperando una respuesta. La Secuoya, tras mucho recordar, reitera la inexistencia de tréboles. Nott, desilusionado, pierde la confianza. Sid, por otro lado, se da cuenta de que su terreno necesita sol y pide permiso a la Secuoya para podar las ramas viejas, creando un espacio de sol y sombra. La Secuoya, agradecida, accede. Sid tiene todo listo para que, si aparece un trébol, pueda crecer. Se siente satisfecho, sin importar si el trébol nace o no.
En la última jornada, Nott busca a Ston, la madre de las piedras, en la cima de una montaña. Ston se burla de él. Nott, derrotado, decide regresar al castillo.
Nott se encuentra con Sid y observa su trabajo. Concluye que Sid está loco y ha perdido el tiempo. Se marcha, enfadado e incrédulo.
La noche antes del último día, la bruja Morgana visita a Nott. Lo engaña, prometiéndole revelar la ubicación del trébol si mata a Merlín. Nott, desesperado, acepta y corre al castillo.
Morgana intenta engañar a Sid, diciéndole que el trébol está hechizado y que quien lo corte morirá. Sid descubre el engaño y confunde a la bruja. Decide perseverar, confiando en que su esfuerzo será recompensado.
En el último día, Sid espera pacientemente. El Señor del Viento esparce semillas de trébol de cuatro hojas por todo el reino. La mayoría de la gente las ignora. Solo Sid, con su terreno preparado, ve crecer el trébol. Ha conseguido la suerte ilimitada gracias a su esfuerzo.
Nott llega al castillo para matar a Merlín, quien le revela el engaño. La suerte no se compra, y el éxito no es un camino de casualidades. Sid aprende que su trabajo creó las circunstancias para que el trébol creciera. Se convierte en mentor de la buena suerte.
Víctor y David retoman su conversación. David, emocionado, confiesa que la fábula no es casualidad. Llevaba tiempo buscando a Víctor, su único amigo. La historia le da fuerzas para seguir adelante y labrarse su destino. David comprende que la buena suerte se crea y que nunca es tarde.
(Esta sección no contiene información relevante y se omite para mantener la coherencia).
Los autores resumen las ideas principales en 10 reglas para crear la buena suerte: