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Los ferrocarriles. Pasado y presente
El ferrocarril y la locomotora a vapor supusieron una gran innovación en materia de transporte y comunicaciones. Tras diversos proyectos que no llegaron a realizarse, los primeros trayectos que se abrieron al tráfico en la Península fueron el de Barcelona a Mataró, en 1848, y el de Madrid a Aranjuez, en 1851.
Desde el principio, fueron muchas las solicitudes que hicieron diversas compañías extranjeras para construir y explotar líneas ferroviarias; la mayoría de ellas eran proyectadas para servir a intereses mineros que también estaban en manos de capital extranjero. En 1855 se promulgó una ley que regulaba las concesiones y permitía la importación de materia ferroviario, y que la industria siderúrgica española no podía producirlo. Pronto contó España con una excelente red ferroviaria que revolucionó el transporte y contribuyó a romper la incomunicación entre regiones y comarcas.
Con relación a Europa, los ferrocarriles españoles presentaban la diferencia del ancho de vía.
Los demás países europeos utilizaban una separación entre raíles de 1.435 mm, que se consideró insuficiente en España por los desniveles del terreno y el trazado sinuoso, obligado por el relieve; con el fin de proporcionar una mayor estabilidad a los trenes, se adoptó en 1844 la anchura de vía de seis pies castellanos, equivalentes a 1.672 mm. La medida, en la que también debieron influir razones estratégicas, ha supuesto el aislamiento ferroviario de España con respecto al resto de Europa hasta fechas recientes; el problema se ha resuelto mediante la instalación de intercambiadores de ejes en las estaciones fronterizas con Francia.
A comienzos del siglo XX la red ferroviaria tenía una longitud de 10.864 Km, a los que habría que añadir otros 1972 Km de ferrocarriles secundarios de vía estrecha. En su mayor parte, las líneas pertenecían a compañías extranjeras, entre las que destacaban Ferrocarriles del Norte, titular de 3672 Km, M.Z.A. (Madrid-Zaragoza-Alicante), concesionaria de 3650 Km, y Ferrocarriles Andaluces, que explotaba 1072 Km por el sur de España. En 1939, al término de la Guerra Civil española, la red ferroviaria estaba muy deteriorada, necesitaba cuantiosas inversiones y su explotación era deficitaria, por ello las compañías no tenían mucho interés en mantener las concesiones de las que eran titulares. En 1941 pasó al Estado, decisión que propició la creación de RENFE.
El ferrocarril ha sido el principal medio de transporte e personas y mercancías hasta comienzos de los años 1960, fecha en la que fue relegado a segundo término ante el auge del transporte por carretera.
La red de ferrocarriles españoles, al igual que la de carreteras, tiene una disposición radial con centro en Madrid y tres importantes nudos de dispersión del tráfico- Venta de Baños (Palencia), Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y Zaragoza. La longitud de la red es de 12.700 Km de ferrocarril de vía convencional, gestionados por RENFE, y unos 2.000 de vía estrecha. Desde 1992 el trazado ferroviario se completa con los trenes de alta velocidad (AVE) de Madrid a Sevilla que se irán extendiendo posteriormente a Málaga, Barcelona, et
Por su situación, España ofrece condiciones favorables para el tráfico marítimo .Durante siglos se ha configurado una red de puertos mercantes, de pasajeros y pesca que ha servido de intercambio entre tierras de ultramar y las del interior, contribuyendo a consolidar la red radial de carreteras entre Madrid y los puertos. El transporte de pasajeros fue importante en el siglo XIX y primeros del XX, después decayó.
Sin embargo, ha aumentado el transporte de mercancías por barco tanto de productos voluminosos no pesados y al traslado de petróleo hasta las refinerías situadas en los litorales.
Este transporte ha evolucionado hacia buques de gran tonelaje, que exigen mayor calado y unas instalaciones portuarias específicas, por lo que se ha desplazado la importancia portuaria hacia el Atlántico, cuyos puertos están mejor situados respecto a las grandes rutas de navegación.
El transporte fluvial se reduce a Sevilla único puerto interior de significado histórico.
El transporte aéreo.
Comienza en 1919 en España y pronto se ponen en funcionamiento líneas comerciales entre Sevilla y Larache , y entre Madrid y Barcelona, Mallorca, Valencia y Sevilla. Más tarde se abren las internacionales y en 1926 se cruza el Atlántico. Con el tiempo se generalizan los aviones a reacción y empieza una nueva era marcada por el aumento de la capacidad de carga de los aparatos, de mayor autonomía de vuelo y velocidad de crucero…….todo repercute en los desplazamientos a larga distancia y beneficia a España que se configuraba como destino turístico. España cuenta con una red de aeropuertos extensa, aunque está muy jerarquizada en Madrid-Barajas que, junto a Barcelona, tiene un tráfico muy estabilizado en cuanto a cifras de pasajeros. Le siguen los de Mallorca, Málaga, Canarias…
LOS NUEVOS SISTEMAS DE TRANSPORTE Y COMUNICACIONES EN ESPAÑA. Son especiales en función del medio que utilizan o el bien que transportan: transporte por tubería, transporte postal y telecomunicaciones. Entre los transportes por tubería de importancia están los oleoductos que trasladan productos petrolíferos de las refinerías a centros de distribución y consumo, o los gasoductos que forman redes urbanas hasta los centros de distribución y consumo y otros que atraviesan el país y son abastecidos con el gas natural que viene del Norte de África o Siberia. También por tubería se transporta el agua. Los sistemas postales utilizan el ferrocarril o avión para transportar una materia especial, los productos materiales de poco peso o volumen y los transportes de correspondencia. Las telecomunicaciones forman un sistema de transporte novedoso. Se incluye el telégrafo, teléfono, televisión, teletexto, correo electrónico por ordenador,….cuya característica es la naturaleza inmaterial del bien transportado, normalmente información, que es transmitida en tiempo real, sin que medie el tiempo entre la emisión y la recepción del mensaje. Podemos hablar también del transporte de capitales que se realiza mediante movimientos derivados de las órdenes de compra, venta o transferencia cursadas por los medios de telecomunicación.
La telecomunicación forma parte de los llamados transportes invisibles, aunque algunas de sus instalaciones sean perceptibles en el paisaje. La importancia que tienen actualmente es sólo un avance de la que aguarda en el futuro.
TRANSPORTE Y MEDIO AMBIENTE: IMPACTOS EN EL TERRITORIO Y LA SOCIEDAD El transporte y las infraestructuras creadas producen impactos sobre el medio ambiente: Barreras sobre el territorio. Algunos transportes como el AVE producen impactos en el territorio, acentúan el desequilibrio funcional al potenciar las grandes ciudades ya existentes. Se le achaca el llamado “efecto túnel”, o corredor ambiental que degrada lo que atraviesa y sólo produce beneficios en las ciudades en las que para. Incremento de contaminación atmosférica. El transporte tiene un alto consumo energético. El tráfico motorizado es el que más energía demanda y más dióxido de carbono emite a la atmósfera. Impacto ambiental. La legislación obliga a realizar estudios medioambientales que valoren los impactos que pueda producir una determinada infraestructura. El impacto ambiental que producen los transportes puede ser visual acústico, de ocupación del suelo en áreas de importancia natural,… Contaminación acústica. Destacan los alrededores de los aeropuertos, pero también en las áreas cercanas a las grandes carreteras, autopistas, incluso en las circunvalaciones y vías rápidas de las ciudades, donde se palía el problema con pantallas acústicas o zonas verdes cercanas a las grandes vías. Impactos visuales. Son producidas por las infraestructuras de comunicaciones. Ejemplo de ello son los repetidores de satélites, en zonas de mayor altitud en el territorio.