La “Elegía a Ramón Sijé” es un texto de carácter lírico del escritor alicantino  Miguel Hernández. Este Nacíó en el 1910 en un medio humilde, por lo que pronto se ve forzado a abandonar los estudios, hecho que lo diferenciará de casi todos los poetas del 27. El deseo de abrirse camino en el mundo literario lo lleva todavía muy joven a Madrid, pero no consigue hacerse un hueco en la vida cultural y regresa a su tierra muy influenciado de la metáfora y la métrica barroca. En poco tiempo fue un poeta muy conocido y estimado. Murió de tuberculosis en la prisión de Alicante en 1942. Este autor encarna la figura del poeta de la libertad con una trayectoria poética vertiginosa, pues en poco tiempo pasa de escribir unas poesías muy juveniles a quedar consagrado como uno de los líricos más importantes de la época.//Es visible en su obra el trazo modernista y la influencia de Góngora. “El rayo que no cesa”, libro al que pertenece el poema a comentar,revela la evolución poética del escritor en esos años en que vive en Madrid. Está escrito mayoritariamente en sonetos y el amor es el tema fundamental, un amor insatisfecho, trágico e irrenunciable. Cuando el libro estaba ultimado se produce el fallecimiento de Ramón Sijé, que tanto había significado en la vida del poeta y Miguel Hernández decide escribir esa elegía e incorporarla al libro. Otras de sus principales obras fueron sus libros Viento del Pueblo y Cancionero y romancero de ausencias.
//El temaque trata el poema es la amistad y el dolor que se produce con la muerte de su amigo. El poeta llora y condena a la muerte, especialmente por lo injusta que ha sido al llevarse a un hombre joven. Ante tal injusticia, el poeta se rebela contra todo, y no halla perdón y desea venganza.
//En cuanto a la estructuradel poema, este se divide en tres partes: la primera engloba los 21 primeros versos en los que se recoge la resignación y el dolor por la muerte de su amigo, la segunda parte ocuparía desde el verso 22 hasta el 33, donde el autor comienza a reflejar una desesperada rebeldía en contra de la muerte:  “No perdono a la muerte enamorada…” “En mis manos levanto una tormenta”, este grito de dolor termina con el deseo de desenterrar a su compañero; El futuro «Volverás» con el que comienza el terceto duodécimo marca el inicio de la última parte.
Asistimos aquí a la resurrección del alma de Sijé. La calma se restablece en el desolado espíritu del poeta al encontrar su refugio protector, el amigo que, al principio de la «Elegía», yace inmóvil y se ha fundido con la Naturaleza//Métricamente, el poema está formado por tercetos encadenados: con 15 estrofas de tres versos endecasílabos, con rima consonante y esquema ABA, ,y así sucesivamente. La última estrofa es un serventesio, de forma que Miguel Hernández logra que ningún verso quede suelto, sin rima.//El carácter literariodel texto es evidente, ya que se trata de un texto lírico; puesto que, el autor expresa sus ideas y sentimientos y anhelos más íntimos y personales de forma subjetiva. En este caso el sentimiento predominante es la muerte de un ser querido y el estado de desolación en que queda el poeta ante esta situación, de modo que la función predominante es la poética para lo cual Miguel Hernández utiliza una serie de recursos literarios. Igualmente está presente la función expresiva, que se refleja en la expresión de sentimientos de dolor y desesperación provocados por una muerte temprana y la necesidad de desenterrar al amigo para que vuelva a la vida.//Entre los recursos estilísticos cabe destacar la hipérbole para expresar su dolor inconmensurable “por doler me duele hasta el aliento” por la muerte del amigo, además de las metáforas “manotazo duro”, “ golpe helado” con las que se refiere a la muerte;  también las anáforas y paralelismos en los versos 19-21; 22-24 que inciden en la injusta muerte temprana y en el dolor que impide el perdón. A partir de la novena estrofa están presentes las aliteraciones de la «r», es decir, una repetición de un mismo sonido en un espacio reducido. Hace de uso de personificaciones “almas de las rosas”.// Todos estos sentimientos los encontramos proyectados en un léxico relacionado con ese deseo de ser «hortelano» de la tierra bajo la que está su amigo: «tierra», «lluvias», «caracolas». O bien términos marcados por la violencia y el dolor de la muerte que ponen de manifiesto la rabia del poeta: «manotazo», «hachazo», «empujón”.//Es importante señalar la adjetivación abundantedel poema, mayoritariamente con un valor explicativo, con la que pretende intensificar el dolor mencionado anteriormente: «desalentadas amapolas», «manotazo duro», «golpe helado», ”empujón brutal», «muerte enamorada» o bien esa esperanza que aparece a lo largo de las últimas estrofas: «la noble calavera», «altos andamios», en las que se respira una imagen alegre del amigo

//Existe en el poema una cierta  progresión del dolor que sufre el poeta, primero había usado el presente «quiero» para expresar su deseo ante la muerte de un amigo y para reflejar su estado de ánimo actual: «lloro», «siento». También recurre a formas del pretérito perfecto simple: «madrugó», «levantó», para situar la muerte como un hecho inexorable y al pretérito perfecto compuesto «ha derribado» para recalcar esa evidencia cercana. En la última parte del poema parece haber abandonado la realidad, y recurre al empleo de varios futuros «volverás»,  «alegrarás», «irá» en los que está explícito ese deseo del regreso del amigo.//A lo largo del poema observamos la alternancia constante entre la primera y segunda persona del singular (Yo quiero…(tú) ocupas y estercolas.) ; es decir, entre el propio estado de ánimo del poeta y la muerte del compañero. Esta dualidad sucesiva se resuelve al final del poema en un «nosotros», es decir, la uníón de tú y yo, reproduciendo estructuralmente el proceso seguido por las ideas y los sentimientos. //Podemos concluir que el poema, entre otras, cumple una función principal: dejar en constancia la importancia literaria de su amigo Ramón Sijé y no dejar que caiga en el olvido. Además, el poeta escribe con esperanza e ilusión de volver a verlo y a su vez con arrepentimiento y tristeza; pero la carácterística más importante fue esa pasión, ese ardor, esa furia y ese deseo que sentía Miguel a la hora de reflejar estos sentimientos en sus versos.