Portada » Historia » Comentario de texto discurso de investidura de felipe gonzalez
Es un fragmento del primer mensaje del rey D. Juan Carlos I al pueblo español. Lo pronunció, el 22 de noviembre de 1975 ante las Cortes Orgánicas y el Consejo del Reino, con motivo de su investidura como Rey de España y habiendo prestado previamente juramento a los Principios del Movimiento y a las Leyes Fundamentales del franquismo. Es un texto político de transcendental importancia en la Historia Contemporánea de España, ya que inaugura la etapa de la Transición a la democracia. El núcleo del texto es la aceptación de D. Juan Carlos de Borbón de la Corona del Reino de España y la exposición de su programa político. Este eje se va justificando a lo largo de todo el texto: En el primer párrafo, D. Juan Carlos I, “en un ambiente lleno de dolor por los acontecimientos que acabamos de vivir”, aún permanecía la capilla ardiente de D. Francisco Franco, asume el título de rey y la Jefatura de Estado. D. Juan Carlos de Borbón y Borbón nació en Roma (5-1-1938). Nieto de D. Alfonso XIII y primogénito varón de los Condes de Barcelona,. El caudillo había promulgado en 1947 la Ley de Sucesión (5ª Ley Fundamental) que constituía en Reino al Estado español surgido del Alzamiento Nacional el 18 de julio de 1936 y consolidado con la victoria de los nacionales en la Guerra Civil. Según la Ley de Sucesión, el futuro rey debía ser varón, mayor de 30 años, de estirpe regia, identificado con las Leyes Fundamentales y que profesara la religión católica. Varios candidatos reunían estas condiciones, pero Franco se inclinó por D.Juan Carlos, que había sido educado en España conforme a los principios del régimen. El 21 de julio de 1969, Franco presentó al Consejo del Reino su propuesta para la designación de D. Juan Carlos, y al día siguiente a las Cortes Orgánicas, quienes la aprobaron. La monarquía que las Cortes habían aprobado era una monarquía que nacía de las mismas entrañas de la dictadura y tenía como objetivo fundamental garantizar el funcionamiento de las instituciones franquistas después de la muerte del dictador. Con este mensaje, D. Juan Carlos anunciaba su programa político, una monarquía basada en el consenso, lo que significaba que iba a apostar por el cambio. El Rey no se podía decantar por ninguna de las dos alternativas que a la muerte de Franco convivían en el panorama político de España: Continuistas: continuadores del régimen franquista y Rupturistas: Implantación drástica de la democracia (Platajunta) porque D. Juan Carlos, no podía romper drásticamente con el legado franquista, pues de él emanaba su legitimidad por tres fuentes: “tradición histórica” (recuperación de la monarquía tradicional); “Leyes Fundamentales del Reino” (La Ley de Sucesión y La Ley Orgánica del Estado del 10 de enero de 1967) y “El mandato legítimo de los españoles” (aprobación en referéndum de las citadas Leyes Fundamentales). Por todo ello el Rey, ofrecía una monarquía que integraría a todos los españoles y que actuaría de árbitro entre ellos hasta conseguir una tercera vía reformista que llevaría al cambio democrático dentro de la legalidad del régimen. El monarca ratifica que la «Institución que él personifica», es una institución abierta en la que todos los ciudadanos deben tener un sitio para su participación política; de tal manera que convoca al pueblo español » al consenso de la concordia nacional” para servir a la Patria, dejando a un lado las rivalidades que llevaron a la Guerra Civil, y él, como Rey, se comprometía a ser «el guardián del sistema constitucional y promotor de la justicia» En el quinto párrafo plantea que dentro de un orden justo, que no vaya contra la Unidad de la Nación, se admita y reconozca las peculiaridades regionales, (cultura, historia, tradiciones), lo que favorecerá la recuperación de los Estados de las Autonomías que, existentes durante la 2ª República, fueron eliminados durante el gobierno franquista. En el sexto párrafo defiende el patriotismo del ejército y como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas se compromete a que sus intervenciones sean lo más eficaces posibles y testimonio de la potencia defensiva de nuestro país y así evitar pronunciamientos militares tan habituales en España a lo largo de los siglos XIX y XX. Ese compromiso se hizo patente en el intento de golpe de estado del 23 F, en donde la figura del Rey fue fundamental para su aborto. En el párrafo siete el Monarca defiende que es básico que el pueblo español haga uso pleno de sus libertades, para lo que es preciso reconocerle sus derechos sociales y económicos. Aquí queda de manifiesto su talante democrático. Por último, el Monarca se reconoce profundamente católico y por ello se entiende la consideración especial del gobierno con la Iglesia católica. . Como conclusión, las ideas de este discurso intentan suavizar viejos problemas y establecer compromisos consensuados por todos los españoles para una democracia, y así cerrar el capítulo de la Guerra Civil y dar paso a la democracia que permitiría la inclusión de España en el concierto internacional.
El texto a comentar es un extracto del discurso de investidura de d. Felipe González, de fuente primaria y temática política-programática, ya que se refiere a los principales puntos de su programa político. El 2 de diciembre de 1982 Felipe González fue investido Presidente del Gobierno con una mayoría absoluta. En cada legislatura, según lo establecido en el artículo 99 de la Constitución española, el candidato propuesto por el Rey para Presidente del Gobierno, previa consulta con los grupos con representación parlamentaria, debe presentarse ante el parlamento y exponer su programa de gobierno para los siguientes cuatro años. Busca así la confianza parlamentaria que le permita obtener la mayoría necesaria para a alcanzar la investidura. Su autor es D. Felipe González Màrquez, (Sevilla, 1942) Político socialista español, presidente del gobierno entre 1982 y 1996. En 1964 ingresó en el Partido Socialista Obrero Español, con el que participó en la lucha contra la dictadura de Franco desde la clandestinidad. Arropado por un reducido grupo de jóvenes renovadores, acudió al Congreso celebrado por el partido en Suresnes (Francia) en 1974; allí se debatió la sustitución de la «vieja guardia» que controlaba el PSOE desde el exilio. Entre los dos grupos -madrileño y vizcaíno- que se disputaban el liderazgo de esa tarea, Felipe González apareció como solución de compromiso y fue elegido secretario general del partido, cargo que conservó hasta 1997. Desde entonces condujo al socialismo español a una profunda renovación. Con todo ello contribuyó a hacer del PSOE el primer partido de la oposición y alternativa de gobierno a la UCD del presidente Suárez, una vez que la muerte de Franco (1975) permitiera realizar la transición política a la democracia (1977). Legalizado el partido en 1977, Felipe González lo representó en la «Comisión de los Diez» que formó la oposición para negociar con el gobierno. Fue elegido diputado en 1977. Como portavoz del grupo parlamentario socialista encabezó una oposición constructiva y fue adquiriendo un liderazgo carismático que le asentó como líder indiscutido de su partido. Este texto fue publicado en ABC, 1 de diciembre de 1982, y dirigido a todos los ciudadanos. El eje central es la comunicación de los principales objetivos de su programa del Gobierno, que se argumentan en tres grandes ideas expresadas en los respectivos párrafos en que se estructura el texto: En el primer párrafo el presidente González hace una declaración sobre el cumplimiento de la Constitución, haciendo hincapié sobre todo en aquellos que intentan actuar fuera de ella, caso de los atentados terroristas de ETA, o conspiraciones golpistas contra los gobierno legítimos. Finaliza el párrafo remarcando la fecha de la victoria electoral del PSOE, el 28 de octubre de 1982 como punto de partida para derrotar toda actitud antidemocrática.. En estos comicios, el PSOE de Felipe González conseguiría una amplísima mayoría absoluta. Se hunde UCD, mientras que Alianza Popular ocupa su espacio político como principal partido opositor. En el segundo párrafo González Márquez plantea que el Gobierno aspira a lograr la plena integración en la CEE y por ello tendrán que trabajar para eliminar todos aquellos obstáculos que se lo impedían. Durante los años 70, la razón principal del retraso del ingreso de España en la CEE no fue tanto el predominio en las instituciones europeas de dirigentes socialistas, sino la oposición de intereses, en especial de Francia. Fue en la etapa socialista cuando España se integró en la CEE. El Consejo Europeo celebrado en Stuttgart fue clave, ya que la República Federal Alemana vinculaba el aumento de los fondos comunitarios a la ampliación, aceptando el ingreso de España y Portugal. Otro paso decisivo fue la Cumbre Comunitaria de Fontainebleau (1984), en la que, por un lado, se vencieron las suspicacias de Gran Bretaña (Caso de Gibraltar) y por otro lado, se produjo el cambio de postura de Francia al afirmar que la construcción europea era imposible dejando de lado a la Península Ibérica. El 12 de junio de 1985, se firmaba el Tratado de Adhesión de España y Portugal en Madrid y Lisboa, para que el 1 de enero de 1986 España fuera ya miembro de pleno derecho de la Europa Comunitaria. En 1992, España, como miembro de la CEE, firma el Tratado de Maastricht que da origen al proyecto de la Unión Europea. Para acceder a las ventajas de este tratado hay que cumplir unos objetivos. Estos criterios, difíciles de cumplir han creado «la Europa de dos velocidades», integrada por dos grupos de países, los que están en situación ventajosa para su cumplimiento por su mayor desarrollo y aquellos otros más lejos de alcanzarlos. En el tercer párrafo se hace un doble comentario de intenciones, el primero en examinar las relaciones defensivas y de cooperación con los Estados Unidos de América. La llegada al poder de Calvo Sotelo supuso una inflexión más occidentalista en la política exterior española. La petición de ingreso en la OTAN tuvo lugar el mes de junio de 1981. Con la llegada al poder del gobierno socialista, este será partidario de permanecer en la OTAN como vínculo a su ingreso en la CEE. El referéndum se celebra el 12 de marzo de 1986 y el pueblo español aprueba la propuesta del gobierno. Sin embargo, una vez en el Gobierno, Felipe González se vio obligado a cambiar su postura decantándose por la adhesión. El ingreso en el Mercado Común y el tema de la OTAN siguieron manteniendo gran importancia para el gobierno socialista: – Nunca las dos cuestiones, Europa y OTAN, estuvieron vinculadas para los países europeos, aunque, el gobierno quiso dar la sensación de que así era. – En octubre de 1984 el presidente Felipe González enunció un decálogo sobre Materias de Defensa para España que significaba una integración con condiciones, según se recoge en el “Discurso del Presidente del Gobierno en el Congreso de Diputados”, el 23 de octubre de 1984.