Portada » Historia » Causas del fracaso del sexenio democrático
Las nuevas clases sociales son grupos abiertos a los que se pertenece en función de las diferencias que el propio sistema capitalista establece en el trabajo y la riqueza. La burguésía podemos dividirla según su nivel económico. La alta burguésía provénía de la alta nobleza y eran personas muy ricas. En España destacan los burgueses agrícolas, banqueros y comerciantes. La burguésía industrial tiene menos peso que en otros países europeos, concentrándose en País Vasco y Cataluña. Las clases populares estaba formadas por los artesanos (la industria fabril seguía siendo minoritaria), trabajadores del servicio de las ciudades (limpieza, alumbrado…) o trabajadores domésticos. Destaca la aparición del proletariado, primero en Cataluña, y a finales de siglo también en Asturias y País Vasco, que recibían un salario muy bajo por jornadas de 12 ó 14 horas diarias, sin ningún tipo de derecho laboral y viviendo en la peores zonas de las ciudades. La desigualdad de riqueza y las duras condiciones de vida y trabajo de la clase obrera y de los campesinos pobres, dieron origen a nuevos movimientos sociales y a la creación de los primeros sindicatos, que con el tiempo se extenderían por España junto a nuevas ideologías como el socialismo o el anarquismo. Por supuesto, no podemos olvidarnos de los campesinos, la mayor parte de la población española.
La reforma agraria liberal concentró la propiedad de la tierra aún más que en el Antiguo Régimen. Aumentó, por tanto, la figura del campesino sin tierra. Al no existir un proceso de industrialización profundo, no hubo una emigración a las ciudades y la población campesina española permanecíó en el campo. Solo a partir de 1860, comienza un lento éxodo rural. El papel de la mujer en la sociedad española del Siglo XIX venía determinado por el mantenimiento de una concepción tradicional que las subordinaba a los hombres y que las privaba de todo derecho político y jurídico. La mujer burguesa tenía un único camino: el matrimonio y cuidar de los hijos, mientras las obreras y campesinas además tenían que trabajar.
Uno de los grandes problemas sociales tenía que ver con la educación y la presencia del analfabetismo. Los datos son precisos: a mediados del Siglo XIX, España se situaba entre los países con mayores tasas de analfabetismo de Europa, y en 1900 todavía se superaba el 70%. Los distintos gobiernos abordaron el problema con escasa eficacia, y hubo que esperar hasta la Ley Moyano (1857) para que el Estado iniciara una política educativa decidida a homogeneizar las enseñanzas en el conjunto estatal, establecer los tres niveles de enseñanza (primaria, secundaria y universitaria) y articular la enseñanza superior a través de facultades y escuelas técnicas. No obstante dos problemas impidieron que esta ley tuviera el efecto deseado: por un lados los niños y niñas a los que iba dirigida siguieron trabajando para contribuir a la renta familiar; y por otro, se cedíó la gestión de la enseñanza primaria a instituciones religiosas y ayuntamientos que carecían de recursos suficientes, tanto económicos como humanos. 6.3 El Sexenio democrático (1868-1874): La Constitución de 1869. Evolución política:
gobierno provisional, reinado de Amadeo de Saboyá y primera República. El desprestigio del régimen de Isabel II llevó a una alianza entre progresistas y demócratas, que firmaron un pacto en la ciudad belga de Ostende (1866) que incluía el acuerdo para destronar a la reina. (Pactos de Ostende) Dos años después, en Septiembre de 1868, la armada española atracada en Cádiz y dirigida por el almirante Topete se sublevó, con el apoyo de los generales Prim y Serrano. Comenzó así la Revolución Gloriosa. El movimiento se extendíó con levantamientos populares que ocuparon las plazas de sus localidades al grito de “mueran los Borbones” y se organizaron juntas revolucionarias locales. Serrano vencíó al ejército gubernamental en Alcolea, Córdoba, e Isabel II huyó a Francia. La revolución había triunfado y comenzaba el sexenio democrático
El sexsenio democrático: el gobierno provisional y la Constitución de 1869 En un primer momento se formó un gobierno provisional de coalición formado por progresistas, unionistas y demócratas, presidido por Serrano. Su primera medida fue disolver las juntas locales y convocar elecciones a Cortes constituyentes mediante sufragio universal masculino, que ganó la coalición gobernante. Las Cortes redactaron La Constitución de 1869, considerada la primera Constitución democrática de la historia de España, y en la que destacan las siguientes carácterísticas: · Incluye una amplia declaración de derechos: sufragio universal masculino, libertad de imprenta, derechos de reuníón y asociación, la inviolabilidad de la correspondencia… · Reconoce la soberanía nacional, de la que emanan los demás poderes. · La división de poderes. Con gran protagonismo de las Cortes que no sólo legislan sino que también controlan al gobierno. · La forma de gobierno será la monarquía, aunque el poder del rey está limitado. Una vez aprobada (sancionada) la Constitución, el general
Serrano fue nombrado regente y el general Prim se convirtió en jefe de gobierno. Ahora era preciso encontrar un candidato para el trono español, se barajaron varios nombres, Prim puso como condición que debía ser demócrata y no Borbón. Finalmente el elegido fue Amadeo de Saboyá, duque de Aosta e hijo de Víctor Manuel, rey de Italia. El reinado de Amadeo de Saboyá Gracias a las gestiones llevadas a cabo por Prim, Amadeo aceptó el trono de España. El nuevo monarca (1871-1873) tuvo que hacer frente a una difícil situación. El principal apoyo del rey, el general Prim fue asesinado en un atentado poco antes de que el rey llegase a España. Amadeo se encontró con la abierta oposición de los republicanos, de los carlistas que se levantaron en armas en Mayo de 1872 desencadenando la tercera guerra carlista y de los partidarios del príncipe Alfonso, el hijo de Isabel II. Con estas circunstancias tuvo que apoyarse en dos grupos políticos muy distintos: · El Partido constitucional, liderado por Práxedes Mateo Sagasta, más conservador y partidario de detener los avances democráticos. · El partido Radica en el que se encuadraron progresistas y demócratas, partidarios de reformas audaces. Además de la guerra carlista tuvo que enfrentarse a otros dos graves problemas, por un lado la agitación social ligada al desarrollo del movimiento obrero, que llegó a alcanzar un alto nivel de organización, gracias a la libertad de asociación, y por otro la guerra de los Diez Años (1868-1878) en Cuba.
En tales circunstancias, y tras dos años de reinado, el 11 de Febrero de 1873, Amadeo presentaba el acta de abdicación a la Corona española, regresando a Italia. Ese mismo día, Congreso y Senado, en sesíón conjunta proclamaban la República. La primera República La Primera República transcurríó entre el 11 de Febrero de 1873 y el 3 de Enero de 1874. En tan corto espacio de tiempo se sucedieron cuatro presidentes. Además el contexto en el que se desarrolló era muy problemático. · Estanislao Figueras fue el primer presidente. Convocó elecciones a Cortes Constituyentes, en las que triunfaron los republicanos federalistas, aunque nunca se llegó a promulgar una Constitución republicana. En Junio abandonó el cargo. Francisco Pi y Margall tenía el propósito de instaurar una república federal de forma ordenada, sin embargo el proyecto no se realizó, porque hubo que atender a otros graves problemas, como la guerra carlista y la insurrección cantonal promovida por los republicanos federales más exaltados. La rebelión comenzó en Julio con la proclamación del cantón de Cartagena, el movimiento se extendíó y se organizaron cantones por toda la Península, en especial por Levante y Andalucía. Estos hechos le obligaron a dimitir. Nícolás Salmerón. Bajo su gobierno, la República dio un giro conservador, con el apoyo de generales monárquicos. Los cantonalistas proclamaron entonces un gobierno provisional de la Federación española en Cartagena y declararon la guerra a Madrid. Salmerón empleó a fondo la fuerza militar y fueron cayendo uno a uno los diferentes focos. A mediados de Agosto la insurrección estaba prácticamente sofocada, sólo el cantón de Cartagena resistíó hasta Enero de 1874. Resulta difícil establecer la ideología y las pretensiones de los distintos focos cantonalistas, parece que se trataba de impulsar una revolución social con métodos radicales, apoyándose en una mezcla ideológica: republicanismo, federalismo, socialismo utópico y anarquismo. Salmerón dimitiría en Septiembre por negarse a confirmar dos penas de muerte impuestas por la autoridad militar. Emilio Castelar actuó con firmeza: aplicó la pena de muerte, llamó al ejército para imponer el orden, reforzó el poder del Estado y suprimíó el principio federal. Para poder llevar esto a cabo, las Cortes, le concedieron poderes especiales para gobernar por decreto durante tres meses. Cuando las Cortes se volvieron a reunir, el 2 de Enero de 1874, el gobierno fue sometido a un voto de confianza y lo perdíó.
La posibilidad de que el poder recayera de nuevo sobre los federalistas radicales ofrecíó el pretexto para el Golpe de Estado de Pavía, capitán general de Madrid, que al día siguiente invadíó el hemiciclo del Congreso y disolvíó las Cortes. Tras el golpe de Pavía, la junta de Capitanes Generales nombró jefe de gobierno al general Serrano, que mantuvo las formas republicanas pero aplicó una política represiva con un claro protagonismo del ejército. La inestabilidad del periodo provocó un viraje de la burguésía a posiciones conservadoras y el fracaso de la república despertó el deseo de una restauración monárquica. Los partidarios de la restauración borbónica habían emprendido una activa labor diplomática con el fin de lograr apoyos internacionales para el hijo de Isabel II, el futuro Alfonso XII, frente a otros posibles candidatos. El principal defensor de la candidatura del príncipe fue Cánovas del Castillo, que intentaba que la vuelta a la monarquía fuera el resultado del deseo del pueblo español y no de un nuevo pronunciamiento militar. Para ello había hecho firmar a Alfonso el Manifiesto de Sandhurst –nombre de la localidad inglesa donde estudiaba- en el que expónía al pueblo español sus propósitos conciliadores. Sin embargo y en contra del parecer de Cánovas, el 29 de Diciembre de 1874, el general Martínez Campos proclamó rey a Alfonso XII, tras un pronunciamiento en Sagunto. La monarquía borbónica había sido restaurada mediante un golpe militar