Portada » Historia » Causas del fracaso del sexenio democrático
Se conoce como Sexenio Democrático o Revolucionario, el periodo de la historia de España
que abarca, desde el triunfo de la revolución de 1868, hasta Diciembre de 1874. Tras los
continuos escándalos protagonizados por Isabel II en el fracaso de una correcta implantación
de un sistema liberal, la única opción que tenían los progresistas de establecer su sistema era
mediante un Golpe de Estado.
Las causas que motivaron dicho periodo fueron, junto a la crisis, el descontento popular
contra los corruptos moderados e impopulares. Ante esta situación, los progresistas liderados
por el general Prim, firmaron el Pacto de Ostende (1866) con unionistas y demócratas con el
fin de derrocar a la reina Isabel e implantar el sufragio universal. En Septiembre de 1868, el
unionista Topete se pronunció en Cádiz junto a Prim, y el general Serrano apoyados por las
Juntas revolucionarias que se organizaron en las grandes ciudades. La revolución de 1868,
llamada La Gloriosa, triunfó con rapidez en el país y tras la batalla de Alcolea, la reina
abandonó el trono exiliándose a Francia.
Después del destronamiento, se forma un Gobierno Provisional con Serrano de presidente,
gobierno que disuelve las juntas y convoca unas Cortes Constituyentes por sufragio universal
(varones mayores de 25 años).
Por otra parte, se plantea, si la forma de gobierno ha de ser la monarquía o la república.
Los
unionistas, progresistas y demócratas son partidarios de una monarquía mientras que solo una
parte de los demócratas son partidarios de la república. No obstante, la Constitución de 1869,
aún sin rey, es monárquica.
Esta Constitución establece la soberanía nacional y en cuanto a la monarquía el rey no tiene
poder legislativo y ejerce el ejecutivo a través de sus ministros. Además, establece una división
de poderes, un compromiso de regular la situación con las colonias y libertad de culto aunque
se mantiene la Iglesia católica.
En el nuevo gobierno con Serrano como regente y Prim como presidente, se aprueban
distintas leyes como la Ley de Orden Público, la Ley Electoral, el nuevo Código Penal, la Ley
sobre el matrimonio civil. En cuanto a economía es empleada una política de librecambio; el
Banco de España es el único para emitir moneda y se crea la peseta. Pero en esta etapa
también hay una serie de problemas, como los levantamientos campesinos, los levantamientos
republicanos y la insurrección de Cuba (Grito de Yara).
Como ya sabemos, en esta época, España es monárquica pero no hay rey. Por eso, comienza la
búsqueda de un nuevo monarca acorde al país. Se barajaron varios candidatos, algunos de
ellos o no quisieron acceder al cargo o fueron vetados por otros países para no conceder
alguna uníón que pudiera ser peligrosa. Finalmente fue Amadeo de Saboyá de Italia, que
aunque en un principio la propia Casa de Saboyá, la preferida de Prim, rechaza el ofrecimiento
aunque más tarde acepta. Amadeo, es elegido rey por escasos votos y antes de que él llegue,
Prim (su principal valedor) es asesinado. En España hay muchos contrarios a Amadeo; la
aristocracia, partidarios de Alfonso, el clero, los carlistas, republicanos, etc. También en el
gobierno hay cierta inestabilidad política, con seis gobiernos y tres elecciones en un año, con la
división de los progresistas y con la muerte de Prim. Además hay numerosos problemas como
la Guerra de Cuba, la Tercera Guerra Carlista y el estallido republicano en El Ferrol. Ante esta
situación Amadeo renuncia y se proclama la primera república en la que se sucederán cuatro
gobiernos.
En el gobierno de Figueras hubo una concentración de republicanos y federales así como
problemas de tipo económico, por la crisis y sociales por los sectores más conservadores que
se opónían. Hubo golpes de estado por parte de los radicales, debates sobre el tipo de
república y la Constitución. Ante esta situación, Figueras dimitíó.
En el mandato de Pi i Margall, se presentó la Constitución de 1873, la cual no llegó a aprobarse
y establecía una república federal con un estado laico. De nuevo, debido a los problemas y
revueltas que se producían entre las cuales destaca el Cantonalismo, que fue un movimiento
insurreccional que aspiraba a dividir el Estado en cantones casi independientes. Finalmente, el
presidente dimitíó.
El siguiente fue Salmerón y se produjo un giro hacia la derecha. Este dimitíó por negarse a
firmar penas de muerte.
En el gobierno de Castelar, se suspendieron las Cortes y se detuvo el movimiento carlista y el
cantonalismo. Cuando se reabrieron las Cortes, Castelar fue derrotado en una moción de
confianza y no se eligió nuevo presidente por el golpe de Pavía.
Tras este golpe, el gobierno quedó en manos de Serrano, que formó una especie de dictadura
con apariencia republicana. Además, Cánovas ya preparaba el retorno del Príncipe Alfonso
XII.
Para concluir, podemos decir que esta fue la última etapa de la revolución liberal en España y
representó un intento de ampliar el liberalismo e instaurar la democracia, pero la burguésía no
consiguió estabilizar un régimen político definido. El sexenio fracasó en su intento de una
modernización política del país y se impuso de nuevo la solución monárquica, que condujo al
periodo de la Restauración de los Borbones, en la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II.