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El castellano o español tiene hoy más de 500 millones de hablantes. Es la cuarta lengua más hablada del mundo (tras el chino-mandarín, el indio y el inglés) y la segunda más estudiada (tras el inglés). Al margen de su uso peninsular, se habla español en todas las repúblicas del centro y del sur de América, salvo Brasil (en Puerto Rico comparte oficialidad con el inglés; también comparte hablantes con algunas lenguas precolombinas que perviven hasta hoy, las más importantes son el quechua, ligada a la cultura incaica, y el guaraní en Paraguay); también se habla en zonas del sur de los EE.UU.; quedan aún ciertos reductos en África (Guinea Ecuatorial, antiguo Sáhara español), en Filipinas y en los países en los que se asentaron los judíos expulsados de España en el Siglo XV. En este tema vamos a centrarnos en las peculiaridades del español de América pues aporta la mayor parte de hablantes a nuestro idioma común/.CarácterÍSTICAS GENERALES: El español de América es un complejo mosaico de variedades que responden a factores históricos y sociales de cada país. Con todo, existen tres factores muy importantes para caracterizar en su conjunto el español de América:/Los colonizadores eran masivamente de procedencia meridional (Extremadura, Andalucía, Canarias) o, sin ser del sur, pasaban largas temporadas en Andalucía o Canarias hasta que embarcaban hacia América. Eso explica el meridionalismo fonético de la mayoría de las zonas del español de América./Aunque el descubrimiento fue a finales del XV, el grueso de la conquista se produce en el Siglo XVI. Muchos de los rasgos del español clásico, desaparecidos hoy en el español peninsular, persisten en el español de América, como el voseo.Las lenguas precolombinas o amerindias actúan como sustratos del español en las distintas zonas. Inciden en la lengua aportando restos léxicos y creando variedades y usos diferentes de la lengua en el continente./CarácterÍSTICAS LINGÜÍSTICAS DEL ESPAÑOL DE AMÉRICA/RASGOS FONÉTICOS: Como se ha dicho, están relacionados con los que presentan los dialectos meridionales de España. Así, se da el seseo, bastante general; el ceceo, mucho más restringido, está limitado a ámbitos rurales de Buenos Aires y Santa Fe; el yeísmo es normal en la mayoría de las zonas, incluso, en la zona del Río de la Plata, ni siquiera se pronuncia el fonema /y/ sino /Z/ (con el sombrero arriba); se produce también la aspiración de /s/ final de sílaba o palabra.
/RASGOS MORFOSINTÁCTICOS: El rasgo morfológico más carácterístico del español de América es el voseo, es decir, el uso de la forma pronominal vos –desaparecida del español peninsular—para el tratamiento de confianza en segunda persona. No se da en toda Hispanoamérica: las zonas del Río de la Plata, Chile, Paraguay y Uruguay son las zonas voseantes. La forma pronominal ustedes ha triunfado en plural, tanto en el tratamiento de confianza como de respeto. Hay un uso abusivo del diminutivo (amorcito, ahorita vuelvo, adiosito). Se emplea habitualmente el pretérito perfecto simple (canté) en detrimento del perfecto compuesto (he cantado). No se perciben apenas los fenómenos de leísmo y laísmo./C. RASGOS LÉXICOS: Podemos señalar las siguientes peculiaridades:/Pervivencia de palabras que el español peninsular considera arcaísmos (mesmo, fierro, prieto, platicar).Conservación de voces indígenas de las lenguas amerindias, algunas de las cuales se incorporaron pronto al castellano (canoa, tomate, patata), pero otras sólo aparecen en el español de América (mucama=criado, picana=aguijada de los boyeros, zopilote=ave rapaz carroñera)./La permeabilidad a los préstamos de otras lenguas europeas, especialmente del inglés: rentar (alquilar); bife (chuleta); adición (cuenta); usina (fábrica)./A MODO DE CONCLUSIÓN/Obviamente, observando el número de hispanoparlantes que hay en América, puede afirmarse que no somos los dueños del idioma. Eso sí, debemos ser optimistas por el futuro de nuestro idioma ya que existe una gran unidad dentro de la variedad. Esa unidad viene garantizada por varios factores, entre los que destacamos la labor del Instituto Cervantes, la colaboración entre las Academias Americanas de la Lengua y la Real Academia Española y, por último, la importancia de los medios de comunicación, no sólo porque se trata del mismo mercado en música, televisión, libros o cultura en general, sino por la comunicación gracias a las nuevas tecnologías de la información.
La lengua es un sistema de signos lingüístico perfectamente estructurado mediante un conjunto de relaciones de dependencia. Todos los signos que componen la lengua son interdependientes gracias al valor que posee cada signo y que es el resultado de su oposición con otro u otros signos. Así, por ejemplo, la señal de femenino tiene valor o significado por su oposición al masculino entre “niño” y “niña”; las palabras “capa” y “casa” son distintas en tanto que hay oposición fonológica entre los fonemas /p/ y /s/; La palabra “silla” adquiere significado en tanto que existe una oposición léxica respecto a “taburete”, “sofá”, “sillón”; y la oración “¿Has estudiado Lengua? Adquiere cierto significado interrogativo en tanto que se opone a la oración “Has estudiado Lengua” pues poseen distinta entonación, etc./En consecuencia, la lengua se estructura en un sistema dividido en distintos niveles. Son estos:/NIVEL FÓNICO: Este nivel estudia los fonemas, que son las unidades lingüísticas mínimas carentes de significado. Son la imagen mental del sonido, los cuales constituyen un conjunto de rasgos distintivos capaz de diferenciar palabras gracias a las relaciones de oposición que establecen entre sí: /c/-/a/-/s/-/a/. Los fonemas y los sonidos son las unidades de estudio de la Fonología y de la Fonética, respectivamente. El sistema fonológico español está constituido por 24 fonemas, que forman dos subsistemas, el vocálico y el consonántico. Los rasgos distintivos de las vocales son su localización y su abertura. Los rasgos distintivos de las consonantes son el punto de articulación, el modo de articulación y la vibración o no de las cuerdas vocales. No existe correspondencia entre fonemas y letras. Así, por ejemplo, al fonema /b/ le corresponden las letras “b” y “v”; la letra “h” no corresponde a ningún fonema y la letra “x” corresponde a dos fonemas /ks/./NIVEL MORFOLÓGICO: Se encarga del estudio de los monemas, que son las unidades mínimas lingüísticas con significado. De su estudio se encarga la Morfología. Recordemos que se dividen en lexemas, que aportan significado léxico, y morfemas, que aportan significado gramatical. Dentro de éstos los hay libres (si componen ellos solos una palabra, por ejemplo los determinantes) y trabados, cuando van formando una palabra. A su vez, dentro de éstos, tenemos prefijos (si van delante del lexema), sufijos y desinencias (que van detrás; las desinencias informan de valores gramaticales como género, número, persona o desinencias verbales). Ej: Ros-al (ros=lexema; al=sufijo); in-quiet-as (in=prefijo; quiet=lexema; as=desinencias)/EL NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO: Su objetivo son las palabras, en tanto que unidades independientes con significado. Su estudio pertenece a la Semántica. Relacionada con ella está la Lexicografía, encargada del proceso de elaboración de los diccionarios. La unidad de la Semántica son los semas o rasgos semánticos de las palabras./EL NIVEL SINTÁCTICO: Su objetivo es el estudio de de las oraciones y de las funciones de los elementos que las integran. La Sintaxis es la encargada de su análisis. La unidad sintáctica es el sintagma, es decir, la palabra o conjunto de palabras que tiene una determinada función sintáctica en la oración (sujeto, atributo, complemento directo, complemento indirecto, suplemento, etc.) Hay quienes establecen distinciones entre otras unidades sintácticas como la frase (palabra o conjunto de palabras con sentido completo que carecen de la estructura sujeto-predicado, ej. ¡Ayuda!) y la oración (unidad sintáctica con estructura gramatical de sujeto-predicado, ej. Necesito ayuda)./5. EL NIVEL DISCURSIVO: Analiza el funcionamiento de los elementos lingüísticos en el proceso de la comunicación. Sus unidades son el enunciado (conjunto de palabras que el hablante utiliza para alcanzar un objetivo comunicativo completo) y el texto (unidad máxima e comunicación, formado por uno o varios enunciados y con significado completo) entendidos desde el punto de vista de la Pragmática, es decir, en situaciones reales de la comunicación en las que hay que tener en cuenta la significación de otros agentes del contexto como pueden ser los silencios, la situación, los agentes, el conocimiento del código, etc. Que pueden aportar significación relevante al texto en sí. Las palabras mantienen con las demás dos tipos de relaciones:/Paradigmáticas: Entre ellas y otras que podrían aparecer en aquel punto de la oración porque pertenecen al mismo paradigma. Por relaciones paradigmáticas, la palabra novela podría ser sustituida por comedia, tragedia, cuento, leyenda, etc. Y se mantendría una secuencia semánticamente aceptable./Sintagmáticas: Con las palabras que aparecen junto a ella en la oración. Se trata de relaciones de coordinación, concordancia. Así, el núcleo de un sintagma librero exige un determinante masculino singular y un adjetivo del mismo género y número si aparecieran./El valor de cada palabra depende de las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas, es decir, del contexto en el que se hallen. Con esto enlazamos con la primera idea del tema, que es que el lenguaje verbal es un complejo sistema de signos cuya significación reside en la oposición, las relaciones y la interdependencia.