La literatura del Renacimiento.
El Renacimiento se empieza a fraguar en el Siglo XV y abarca gran parte del Siglo XVI.
Se desarrolla principalmente en Italia y a partir de ahí se expande a otros países.
La cultura se extiende a mayor número de personas y las carácterísticas del
movimiento proceden del Humanismo (el ser humano, sus preocupaciones y su
relación con el mundo). El nombre del movimiento, el Renacimiento, viene por la
nueva mirada a la Antigüedad Clásica, a la Grecia y Roma clásicas.
El ideal del movimiento será el del hombre completo, por lo que el modelo a seguir
será Leonardo Da Vinci; y el ideal cortesano será el de poeta y guerrero.
Tanto en la literatura como en el arte, todo tenderá a la simetría, el orden, la
proporción y la armónía.
La Lírica Renacentista.
En poesía podemos diferenciar dos periodos durante el Siglo XVI.
Durante la primera mitad del Siglo XVI, ltalia influirá de una manera muy importante
especialmente porque se adaptarán las formas y temas de poetas como Dante o
Petrarca.
Durante la segunda mitad habrá un aumento importante de literatura religiosa como
reacción a los movimientos protestantes que se producen en el norte de Europa, lo
que se conoce como la Contrarreforma. España, durante el reinado de Felipe II, se
convertirá la principal defensora del catolicismo; por lo que se van a perseguir ideas
reformistas y se van a prohibir la entrada de libros extranjeros para defender los
valores tradicionales.
Garcilaso de la Vega.
Nacido en Toledo en 1501, es el ejemplo de caballero renacentista, poeta y soldado
(murió en 1536 al asaltar una fortaleza). Fue el primer poeta en introducir el verso
italiano (métrica y tema) en España. Serán versos endecasílabos en sonetos, octavas
reales e incluso utilizará bastante la lira. Se verá muy influenciado por Francesco
Petrarca.
Su poesía la inspira Isabel Freire, que aunque casado con Elena de Zúñiga, ama a esta
dramaturga portuguesa (también casada). Es un amor apasionado pero imposible y
que al no aspirar al placer físico, se convierte en un camino de perfeccionamiento
moral.
También jugará un papel imprescindible el uso de la naturaleza, una naturaleza que
será idealizada, apacible y armoniosa; escenario y testigo de su sufrimiento.
La Mitología también se hará notar en sus obras y jugará con los mitos que reflejan y
parecen sus propias vivencias.
Lo más destacado de su obra son cuarenta sonetos y sus tres églogas.

San Juan de la Cruz.
Junto a Santa Teresa de Jesús reformará la Orden del Carmelo.
Su poesía es su forma de llegar hasta Dios y expresar su propia experiencia mística; su
uníón del alma con Dios y para ello recurrirá a metáforas, símbolos, exclamaciones o
paradojas porque no es sencillo describirlo, es un sentimiento que no puede
expresarse solo con palabras; por ello adopta también formas de la literatura amorosa.
De su trabajo destacan tres poemas:
Noche oscura del alma: En una noche oscura (simbolización de la oscuridad que
se encuentra el alma), una muchacha (el alma) sale de su casa (el cuerpo) para ir al
encuentro del amado (Dios). Al encontrarse se aman (la uníón mística).
Cántico espiritual: La esposa (el alma), sale en busca de su amado (Dios) y
pregunta en su viaje por él a criaturas de la naturaleza. Lo encontrará reflejado en una
fuente.
Llama de amor viva: Es la descripción directa del éxtasis místico mediante un
lenguaje amoroso muy sensual.
La Prosa Renacentista.
La narrativa se irá expandiendo porque será una fuente importante de entrenamiento
gracias a los ideales renacentistas. Esto hace que más gente aprenda a leer y a la vez
que aumenten su producción. Se podrán diferenciar dos tendencias, la novela idealista
y la novela realista.
La novela idealista.
La novela idealista se caracteriza por recrear un mundo en el que se huye de la
realidad a través de los ideales caballerescos en mundos idealizados y fantásticos
donde suceden aventuras prodigiosas.
Dentro de la novela idealista se pueden diferenciar 3 tipos de géneros:
Novelas de caballerías o sentimental: fruto de la tradición medieval, un héroe
(un caballero) tendrá que enfrentarse a terribles peligros y sus hazañas estarán
dedicadas a su amada. De las más destacadas es la obra
Amadis de Gaula (1508) de
Garci Rodríguez de Montalvo.
Novela pastoril: En este tipo de novela se describen historias de amor cuyos
protagonistas son pastores en una naturaleza idealizada. Destaca La Diana (1559) de
Jorge Montemayor.
Novela bizantina o morisca: Los protagonistas son una pareja de enamorados
con un linaje importante, muchas veces entre musulmanes y cristianas o a la inversa.
Esta pareja deberá superar numerosas pruebas como raptos, separaciones,
cautiverios, viajes… Antes de poder reencontrarse y terminar casándose. De las más
importantes están Los trabajos de Persiles y Segismunda (1617) de Miguel de
Cervantes y la anónima Historia del abencerraje y la hermosa Jarifa.

El Lazarillo de Tormes.
Su primera publicación es en 1554 y aparece de forma anónima. Figurará en 1959 en el
índice de libros prohibidos, pero acabará por permitirse una publicación en versión
censurada más adelante. Es una visión muy crítica de la realidad.
Se apunta a que podría pertenecer a Alfonso Valdés, humanista español que también
escribíó otras obras igual de críticas con la sociedad.
El Lazarillo es una narración autobiográfica y está escrita en forma de carta (novela
epistolar). Toda la novela es una extensa carta. En esta carta, Lázaro de Tormes (un
hombre ya adulto y casado y con buen empleo) escribe a alguien (que lo sabemos
gracias a… “Vuestra Merced”) que le ha pedido explicaciones sobre su situación actual
(que lo denomina “el caso”).
Para poder conocer cuál es el caso que está justificando Lázaro y por qué ha sucedido,
explicará cómo ha sido su vida y al final de esta encontraremos las respuestas.
La narración empieza con el nacimiento de Lázaro, a orillas del río Tormes. El padre de
Lázaro es un molinero que es condenado al destierro por haber robado harina de los
sacos que le enviaban para moler. Se embarca en una expedición naval contra los
moros y esto le costará la vida. Su madre, viuda y que se gana la vida lavando y
cocinando para los demás; se juntará con un negro que a Lázaro de la miedo y con el
que tendrá un hijo mulato. Como tiene pocos recursos, la madre entrega a su hijo a un
ciego para que le haga de guía. Será aquí cuando Lázaro perderá su inocencia infantil y
aprenderá que si quiere sobrevivir en ese mundo injusto y despiadado tendrá que
agudizar su ingenio y ser tan astuto como su amo. Hay diferentes episodios sobre el
aprendizaje de Lázaro en los cuales, aunque intente ser más listo que el ciego, este
siempre termina burlándose del niño. Uno de los episodios que hace que abandone al
ciego es cuando Lázaro cambia una longaniza que el ciego está asando por un nabo.
Cuando el ciego muerde el nabo, acusa a Lázaro del cambio y le da una paliza terrible
cuando para comprobar sus sospechas le huele el aliento. Lázaro considera que ya ha
aprendido bastante y lo abandona, pero antes se venga de él.
El siguiente amo no es mucho mejor. Entra al servicio de un clérigo, avaro y que lo
mata de hambre. Lázaro se las ingenia para abrir el baúl donde el cura esconde panes.
Al conseguir la llave y comerse el pan, este dice que los panes se lo comen los ratones y una culebra. Durante una noche, mientras Lázaro está durmiendo con la llave en la boca para tenerla oculta, el aire de su respiración se cuela por el hueco de llave y esta empieza a silbar. El cura se despierta y al descubrir el engaño, le propina una brutal paliza y lo echa de casa.

El tercer amo es un escudero que no tiene donde caerse muerto, pero no lo acepta ni
lo demuestra; porque es tan pobre como orgulloso. Este escudero se tiene en tan alto
nivel que no puede trabajar, por ello, pasea con dignidad por las calles engalanado con
ricos ropajes mientras Lázaro debe pedir limosna para que al final del día, ambos
puedan comer algo. Acosado por sus acreedores, el escudero al final deberá huir y
Lázaro se quedará solo.
Lázaro explicará otras historias con otros amos hasta que llega a la edad adulta. Lázaro
consigue un trabajo como aguador durante cuatro años; con esto, conseguirá el dinero
para comprarse una espada y ropas nuevas. Finalmente llegará a ser pregonero de los
vinos del arcipreste de San Salvador, trabajo del que está orgulloso; ya que también, el
arcipreste lo casa con una criada suya y le alquila una casa muy cerca de la suya. Para
Lázaro esta situación significa “la cumbre de toda buena fortuna” aunque también ha
generado gran número de habladurías que forman “el caso” y que da pie a todo su
relato.
Lázaro asegura que todo es falso y que su esposa “es tan buena mujer como vive
dentro de las puertas de Toledo. Quien otra cosa me dijere, yo me mataré con él”, y de
este modo, finaliza la novela.
Lázaro no es un personaje plano, ya que evoluciona a lo largo de toda la novela y se
considera un antihéroe.
La novela realista.
Este tipo de novela surge como contrapunto a la novela idealista, ya que expone y
denuncia problema de la gente más humilde de la sociedad. Se consolidará
especialmente en el Siglo XVII. Dentro de estas, encontraremos la novela de Picaresca.
Estas novelas se caracterizan por:
Ser obras moralizantes y pesimistas. Hay un aprendizaje con consejos al margen
de las normas.
Ser obras escritas en primera persona y, a menudo, adoptar forma de carta.
Tener como protagonista a un “pícaro”. Este personaje es de origen humilde y
debe ganarse la vida desde muy pequeño, suele recorrer el país al servicio de varios
señores recurre a su ingenio (al engaño o a la trampa) para sobrevivir. Es muy
frecuente que el motivo que mueve al pícaro es la necesidad de búsqueda de alimento.
Las obras más conocidas de picaresca son El Lazarillo de Tormes, El buscón de
Quevedo, Riconete y Cortadillo de Cervantes o La Pícara Justina de López de Úbeda.