Portada » Historia » Carlos I y Felipe II: Reyes de España y sus Imperios
Carlos I, hijo de Juana I de Castilla (conocida como Juana la Loca) y Felipe I de Habsburgo (apodado Felipe el Hermoso), heredó un vasto imperio de sus abuelos maternos y paternos.
De Isabel I de Castilla y Juana I de Castilla:
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De Fernando II de Aragón:
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De María de Borgoña y Felipe I:
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De Maximiliano I de Austria, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico:
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Educado en Flandes, Carlos I llegó a España en 1516. Su madre, Juana I, aún vivía, recluida en Tordesillas. El rey apenas hablaba castellano y se rodeó de consejeros flamencos, a quienes delegaba el gobierno cuando se ausentaba para atender sus asuntos como emperador. Además, solicitaba impuestos para financiar sus campañas. Estas circunstancias provocaron dos importantes revueltas:
En 1556, Carlos I abdicó en favor de su hijo, Felipe II, quien heredó todos los territorios de su padre, excepto Austria y el título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que fueron cedidos a su hermano Fernando. Felipe II incorporó el reino de Portugal y sus colonias en América y África, gobernando el mayor imperio que España haya tenido jamás.
Para administrar su vasto imperio, Felipe II estableció la capital en Madrid en 1561 y creó instituciones de gobierno controladas por la monarquía. Se apoyó en secretarios o cancilleres y se rodeó de una extensa burocracia y un gran número de funcionarios. Entre las medidas adoptadas por Felipe II, destacan:
Felipe II se enfrentó a dos problemas principales en el ámbito interno:
En la defensa de su imperio, Carlos I se enfrentó a:
Felipe II se enfrentó a: