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Durante los últimos años del siglo XVI y principios del XVII, el teatro francés sigue una línea muy semejante a la de España o Inglaterra: transgresión de las reglas, mezcla de géneros y estilos.
Existen en París teatros fijos a finales del siglo XVI. Los teatros franceses, a diferencia de los españoles o los ingleses, son salas cubiertas y permanentes semejantes a los de hoy: palcos, escena iluminada, escenografía que se va enriqueciendo con la tramoya italiana.
En este marco se ha desarrollado el teatro barroco y triunfará el clásico.
Hacia 1630 surge con fuerza una reacción contra el teatro barroco. Factores:
Protección regia, que impone los gustos aristocráticos, orientados hacia un arte disciplinado.
Los preceptistas, que defienden los > aristotélicos.
El triunfo del cartesianismo, que significa el gusto por lo claro.
Neta separación de géneros y estilos. La tragedia será de un estilo solemne, siempre en verso. Los personajes burgueses o bajos quedan recluidos en la comedia, dentro de un tono discreto, nunca vulgar.
Las obras constan de cinco actos, frente a las tres jornadas del teatro español.
En nombre del buen gusto se proscriben los excesos de patetismo, muertes en escena.
Deben respetarse las reglas de las tres unidades: unidad de acción, de lugar y de tiempo.
Pierre Corneille, comenzó cultivando la comedia barroca hasta que triunfó con El Cid, inspirada en Las mocedades del Cid del español Guillén de Castro. Escribió grandes tragedias inspiradas en la historia romana como Horacio. Se caracteriza por presentar a los personajes en busca de libertad y de gloria. El héroe corneliano se debatirá entre seguir los impulsos de su voluntad o acatar los dictados de un deber superior, trágico.
Jean Racine, sus tragedias respetan la regla de las tres unidades, están impregnadas de fatalidad. Sus personajes sufren dramas interiores por un amor imposible, marcados por una maldición hereditaria o por un destino adverso. Las obras son superiores a las de Corneille tanto en su construcción como en la hondura humana que destilan.
Tanto Shakespeare como Molière proceden de familias burguesas, renuncian a un porvenir halagüeño, son actores y autores que renuevan los géneros dramáticos y mueren casi a la misma edad.
Jean-Baptiste Poquelin nació en París en 1622. A los 20 años decide dedicar su vida al teatro y adopta el nombre de Molière. Tras unos fracasos en París, recorrerá durante 15 años las provincias francesas y va obteniendo éxitos, los cuales le acarrean envidias y poderos enemigos. Sin embargo, cuenta con la simpatía y la protección de Luis XIV. “El enfermo de aprensión”, se encarga del papel del enfermo. Un día en plena escena sufre un ataque y pocas horas después, muere.
Alta comedia, se refleja la elevación que dio al género para darnos una pintura crítica de su tiempo y hacer pensar. “La escuela de las mujeres” muestra lo pernicioso de una educación gazmoña y de los matrimonios de conveniencia. “Don Juan” adapta al ambiente francés el tipo creado por Tirso de Molina, convirtiéndolo en un retrato del cortesano sin escrúpulos.
Molière se propuso gustar a los discretos, sin dejar de divertir al gran público. Acabó aceptando las reglas, pero advirtiendo que la gran regla de todas las reglas es gustar. Por otra parte, frente a los argumentos inverosímiles y los personajes convencionales, Molière buscará la verosimilitud, la naturalidad y la penetración psicológica.
Molière se propone trazar un completo retrato de la época intensificando la intención satírica, de corregir a los hombres, divirtiéndolos. Por su obra desfilan los más diversos tipos para criticar toda suerte de vicios y deformidades. Trazó un amplio fresco de los defectos de su sociedad, de cualquier época y cualquier lugar.
Si Shakespeare es el gran creador de personajes trágicos, Molière lo será de personajes cómicos, prototipos ideales. Los caracteres son criaturas vivas perfectamente individualizadas
Molière respeta las reglas, posee un arte clásico. Sus características son iguales a las del teatro clásico francés. Sus comedias están escritas en prosa o en verso. Para sus comedias menores en tres actos prefiere la prosa, pero sus grandes comedias en cinco actos darán preferencia la verso.
La métrica utilizada son los pareados alejandrinos. El lenguaje es de una sabrosísima expresividad y naturalidad. Adapta el lenguaje a la índole de los personajes.
Uno de los protagonistas de la literatura española que más proyección ha tenido en la literatura universal ha sido don Juan. Sinónimo de burlador, símbolo de la alegría de vivir, del placer. Seductor y valeroso, osado y temerario, no respeta ley ninguna, ni divina ni humana.
No hay acuerdo sobre el origen de la figura de don Juan, aunque la mayoría de las opiniones lo sitúan en la literatura española. “El burlador de Sevilla” de Tirso de molina, parece ser que también aparecía esta figura en antiguos romances.
El don Juan que nos presenta Tirso de Molina es un seductor descreído e impío que no se arrepiente de sus actos y por ello no tiene salvación divina. Inspiró las siguientes obras:
Don Juan de Molière
Clarisa Harlowe de Samuel Richardson
No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague de Antonio Zamora
Don Juan de Lord Byron
Don Juan Tenorio de José Zorrilla
El estudiante de Salamanca de José de Espronceda
La Regente de Leopoldo Alas Clarín
Don Juan de los infiernos de Baudelaire