Portada » Español » Características del Lenguaje Periodístico: Subgéneros y Titulares
El periódico se define como una publicación impresa de carácter informativo que se edita a intervalos de tiempo regulares. En la actualidad, se ha extendido el uso de este término y se aplica como sinónimo de diario y a las publicaciones en formato digital que circulan por internet.
Los textos periodísticos son los empleados para producir mensajes periodísticos en los diversos medios de comunicación social. Su requisito primordial es la comprensibilidad, es decir, la búsqueda de la claridad expositiva, recurriendo para ello principalmente a frases y períodos breves y claros. Sus funciones esenciales son las de informar, interpretar, crear opinión y entretener al lector. Las funciones del lenguaje propias del periodismo son: representativa, apelativa, metalingüística y expresiva. Se caracteriza por su heterogeneidad.
El número de factores que, además, inciden en la comunicación periodística es enorme:
No es excesivamente culto ni vulgar, es un lenguaje más o menos cuidado, cercano al nivel culto, pero asequible. Eventualmente el autor recurre a registros de lengua bien distintos (movilidad):
Registro coloquial: el deseo de acercar el texto al gran público comporta a veces la presencia de coloquialismos y locuciones jergales.
Registro brillante o áulico: el deseo de dar al mensaje fuerza expresiva o imprimirle un valor estético desemboca a veces en la retórica inútil, períodos ampulosos…).
En el lenguaje periodístico se nivelan o fusionan los demás lenguajes especiales, que se someten a un objetivo común: interesar al lector.
En los subgéneros informativos, los rasgos distintivos del lenguaje periodístico se derivan directamente del estilo informativo que predomina en él y participan de estas cualidades que los propios periodistas suelen llamar «las tres ces». Estos tres requisitos son:
Corrección. Lenguaje próximo a la lengua coloquial culta. Sigue las normas gramaticales y la ortografía debe ser perfecta.
Concisión. Empleo solo de aquellas palabras que sean precisas.
Claridad. Un estilo es claro cuando la idea que se recoge en el texto penetra sin esfuerzo en la mente del lector.
A estos requisitos, podemos añadir también las siguientes cualidades para aumentar su calidad:
Precisión.
Vivacidad, plasticidad y atractivo.
Sus características principales son:
Sus características principales son:
En cambio, los subgéneros de opinión o interpretativos, que favorecen una mayor subjetividad, permiten un estilo más personal, incluso declaradamente literario. Predomina la función expresiva, aunque también podemos hallar la apelativa. Los textos periodísticos que analizan, juzgan y valoran los hechos, que buscan crear opinión, se caracterizan por los siguientes rasgos lingüísticos:
Todos los subgéneros periodísticos van encabezados por un enunciado llamado titular (o título), que resume el contenido en muy pocas palabras (un antetítulo y subtítulo suelen aportar más datos) de manera inequívoca y escueta sin dejar de respetar la sintaxis; deben ser asequibles para todo tipo de lectores y evitar el sensacionalismo. Sus funciones son:
Distintiva: para diferenciar ese texto de los demás.
Referencial: para indicar brevemente el contenido del texto.
Apelativa: para despertar y fijar la atención e interés del lector e informarlo rápidamente de su contenido.
Según predomine la función referencial o la apelativa, los titulares serán objetivos o subjetivos.
Muchos titulares constituyen oraciones completas, cuyo análisis no difiere del de los textos de la lengua común. Pero otros muchos sí aportan novedades y algunos de sus rasgos lingüísticos son:
Elipsis del núcleo verbal, normalmente por omisión de ser, estar y otros verbos para lograr la concisión. La presencia de la coma indica la elisión del verbo.
Elipsis de determinantes para favorecer el estilo nominal. La concisión y la brevedad inducen también al estilo nominal.
Verbos en presente, para procurar sensación de viveza e inmediatez, y preferencia por la forma positiva a la negativa.
Estilo directo.
Anteposición de un elemento de la oración.