Portada » Psicología y Sociología » Características de la conducta aprendida
Proceso a través del cual se adquieren o modifican habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación. Este proceso puede ser analizado desde distintas perspectivas, por lo que existen distintas teorías del aprendizaje. El aprendizaje es una de las funciones mentales más importantes en humanos, animales y sistemas artificiales. En el aprendizaje intervienen diversos factores que van desde el medio en el que el ser humano se desenvuelve así como los valores y principios que se aprenden en la familia. En ella se establecen los principios del aprendizaje de todo individuo y se afianza el conocimiento recibido que llega a formar después la base para aprendizajes posteriores.
Es una conducta innata, considerada algo más que un reflejo, ya que abarca un repertorio complejo y depende más de la maduración que del aprendizaje.
Son los reflejos innatos, los reflejos que forman parte del repertorio de automatismos con los que cuentan los animales desde su nacimiento, ligados a las conductas básicas que necesitan para sobrevivir atendiendo a su relación con el nicho ecológico en el que se desenvuelve su vida.
Innata, transmitida genéticamente y no aprendida; Estereotipada, consiste en pautas fijas; Especifica, común a todos los miembros de una especie, Se desencadena automáticamente ante ciertos estímulos; tienen un claro valor supervivencial y no pueden ser condicionados.
Tipo de aprendizaje que se produce en torno al nacimiento y que fija, sobre la base de determinados estímulos, el reconocimiento de los miembros de la misma especie y otros aspectos relacionados con conductas maduras.
Tipo de aprendizaje asociativo que fue demostrado por primera vez por Iván Pávlov. Este autor ideó unos experimentos con perros que son la base del condicionamiento clásico. Se dio cuenta de que al ponerle la comida al perro, este salivaba. Cada vez que le pusiera la comida, Pavlov hacía sonar una campana, de modo que, cuando el perro la escuchaba, asociaba ese sonido con la comida y salivaba. Así, el perro estaba dando una respuesta (en este caso, la salivación) a un estímulo (la campana). La próxima vez que escuchara la campana, independientemente de si iba unida a la comida, empezaría a salivar. Una de las carácterísticas más importantes de este tipo de aprendizaje es que implica respuestas automáticas o reflejas, no conductas voluntarias (a diferencia del Condicionamiento operante o instrumental). Se denominó «condicionamiento clásico» a la creación de una conexión entre un estímulo nuevo y un reflejo ya existente, por tanto, es un tipo de aprendizaje según el cual un estímulo originalmente neutro, que no provoca una respuesta, llega a poder provocarla gracias a la conexión asociativa de este estímulo con el estímulo que normalmente provoca dicha respuesta. El Condicionamiento clásico sentó las bases del conductismo, una de las escuelas más importantes de la psicología, y nace como consecuencia de los estudios Pavlov, un psicólogo ruso que se interésó por la fisiología de la digestión, especialmente en los reflejos de salivación en perros.
Aprendizaje por medio de la exploración y el tanteo hasta que se encuentra una respuesta por la que se recibe un reforzamiento positivo. Thorndike observó que la conducta casual o aleatoria de un animal podía venir acompañada por respuestas del medio ambiente satisfactorias para el animal. Si esta circunstancia se repite, es muy probable que el animal asocie dicha conducta con la respuesta que tras ella aparece. De ese modo, el animal habrá aprendido una conducta que podrá utilizar siempre que necesite que aparezca la respuesta del medio. Por ejemplo: encerramos a un perro en una caja-problema y situamos fuera de ella comida; el perro se moverá por la caja de forma casual de un lado a otro y puede que con uno de esos movimientos apriete una palanca que sea el dispositivo de salida, y de ese modo obtenga comida; si esta situación se repite, el animal acabará aprendiendo, por tanteo, que para salir de la jaula y obtener comida basta con apretar la palanca. Este tipo de aprendizaje llevó a Thorndike a postular la «ley del efecto». Se suele considerar este tipo de aprendizaje como un modelo afín al estudiado por Skinner con el título de «condicionamiento operante».
Desde la psicología conductista, estas consecuencias se dividen en refuerzos y castigos:
Los refuerzos se utilizan para reforzar una conducta, para que se repita. En cambio los castigos se utilizan para eliminar conductas. Tanto los castigos como los refuerzos pueden ser positivos o negativos: – refuerzo positivo: a quien ejecuta la conducta que estamos reforzando, le damos algo positivo, le pasa algo bueno como consecuencia de esa conducta. – refuerzo negativo: a quien ejecuta la conducta que estamos reforzando, le quitamos algo malo, algo malo que le pasaba le deja de pasar como consecuencia de esa conducta – castigo positivo: a quien ejecuta la conducta que queremos eliminar, le damos algo malo, algo malo le pasa como consecuencia de esa conducta – castigo negativo: a quien ejecuta la conducta que queremos eliminar, le quitamos algo bueno, algo bueno que le pasaba, le deja de pasar como consecuencia de esa conducta
Razón variable: En este caso, el número de respuestas para conseguir el reforzador varía aleatoriamente, aunque siempre dentro de un promedio determinado. Un ejemplo son las máquinas tragamonedas; Intervalo fijo: El refuerzo aparece cada vez que trascurre una determinada cantidad de tiempo, siempre que durante el intervalo se haya dado la respuesta. Un ejemplo sería el de un padre que verifica cada media hora que su hijo está estudiando; Intervalo variable: El refuerzo está disponible después de un tiempo que varía aleatoriamente, pero alrededor de un promedio. Un ejemplo es el de un profesor que realiza exáMenes sorpresa aproximadamente cada semana.
Es un aspecto estudiado por Martín Seligman, para comprender los procesos por los que somos incapaces de reaccionar ante situaciones dolorosas. Su teoría se basa en la idea de que la persona se inhibe mostrando pasividad cuando las acciones para modificar las cosas, no producen el fin previsto.
Significa «mirar hacia adentro», se usa para designar la conciencia y comprensión de la propia dinámica y los síntomas de conducta inadaptada. El aprendizaje se produce debido a una captación repentina o súbita de relaciones del problema, es decir por insight (intuición o discernimiento), supone una interrelación de conductas e información, es decir, el sujeto llega súbitamente a la solución mediante una reorganización del campo perceptivo, capta, internaliza o comprende, una «verdad» revelada. Puede ocurrir inesperadamente, luego de un trabajo profundo, simbólicamente, o mediante el empleo de diversas técnicas afines.
Se logra cuando la estructura cognoscitiva se modifica. Para Ausubel, la Estructura cognoscitiva es el contenido sustancial de la estructura del conocimiento del individuo y las propiedades principales de organización dentro de un campo específico de estudio.
El aprendizaje vicario remarcado por Bandura, en el que un organismo es capaz de extraer enseñanzas a partir de la observación de lo que hace otro. Así, somos capaces de aprender haciendo algo difícilmente medible en un laboratorio: la observación (y atención) con la que seguimos las aventuras de alguien. Los conductistas, dice Bandura, subestiman la dimensión social del comportamiento reducíéndola a un esquema según el cual una persona influye sobre otra y hace que se desencadenen mecanismos de asociación en la segunda. Ese proceso no es interacción, sino más bien un envío de paquetes de información de un organismo a otro. Por eso, la Teoría del Aprendizaje Social propuesta por Bandura incluye el factor conductual y el factor cognitivo, dos componentes sin los cuales no pueden entenderse las relaciones sociales.