Portada » Español » Aventuras de Alicia a Través del Espejo: Un Viaje al Absurdo
Alicia está en casa jugando con sus gatos, Dinah y sus dos crías, Kitty y Snowdrop. Se siente intrigada por el gran espejo del salón y se imagina cómo sería el mundo al otro lado. En un acto de fantasía, decide atravesarlo. En el mundo del espejo, todo está invertido: las palabras en los libros son difíciles de leer porque están al revés, y los objetos cotidianos tienen propiedades extrañas. Encuentra un enorme tablero de ajedrez extendido por el suelo y observa piezas de ajedrez vivientes que parecen tener su propio propósito y movimiento. Este capítulo establece el mundo como un lugar donde la lógica del espejo y las reglas del ajedrez dominan todo.
Alicia llega a un jardín de flores que pueden hablar y, sorprendentemente, criticar su apariencia. Las flores la ven como una flor extraña porque puede caminar. Durante la conversación, las flores le cuentan acerca de una reina que vive en la colina, a la que Alicia decide ir a buscar. Este encuentro destaca el humor absurdo del libro y cómo las flores, aunque animadas, reflejan personalidades humanas como la arrogancia y el egocentrismo.
En el camino, Alicia encuentra a la Reina Roja, una pieza del ajedrez, que le explica cómo funciona este mundo: todo es como un juego de ajedrez. La Reina Roja la insta a comenzar como un peón en la segunda casilla del tablero, con el objetivo de llegar a la octava casilla para convertirse en reina. En el camino, Alicia aprende que aquí debes correr lo más rápido posible solo para permanecer en el mismo lugar, una noción que juega con la idea de que el esfuerzo constante es necesario incluso para mantenerse a flote. La Reina Roja actúa como una guía, aunque su comportamiento es brusco y autoritario.
Alicia encuentra a los gemelos Tweedledum y Tweedledee, que parecen estar en una disputa perpetua. Ambos son personajes ridículamente exagerados y actúan de forma cómica, a menudo completándose las frases el uno al otro. Recitan el famoso poema del «Jabberwocky», lleno de palabras sin sentido, pero Alicia lo escucha con interés. Luego, los gemelos discuten sobre una inminente batalla entre ellos por un sonajero roto. Aunque su disputa es absurda, Alicia intenta mediar. La situación se interrumpe abruptamente con la llegada de un cuervo gigante, y Alicia se marcha antes de que comience la batalla.
En esta parte, Alicia se encuentra en una tienda manejada por una anciana que resulta ser la Reina Blanca. De repente, la escena cambia y ambos están en un bote navegando por un río lleno de objetos flotantes que parecen cobrar vida. La Reina Blanca, como es típica en este mundo, tiene una lógica completamente ilógica: habla sobre su habilidad para recordar el futuro en lugar del pasado. Este capítulo subraya la fluidez y la imprevisibilidad del mundo del espejo, donde incluso el tiempo parece comportarse de manera opuesta.
Alicia se encuentra con Humpty Dumpty, el famoso personaje del huevo que está sentado en un muro. Este le explica palabras del poema «Jabberwocky», dándoles significados estrafalarios y propios. A pesar de su actitud arrogante, Humpty Dumpty es un personaje frágil y consciente de su posible caída. Durante su conversación, insiste en que las palabras pueden significar lo que él quiera, pero solo si tiene el poder de imponer ese significado. Este capítulo reflexiona sobre el lenguaje y su interpretación.
Alicia llega a una ciudad donde el León y el Unicornio están enfrascados en una batalla constante por una corona. Los habitantes parecen celebrar la pelea, que simboliza rivalidades políticas. Alicia observa la absurda ceremonia representa en la que ambos personajes reciben pastel de dos mensajeros: Hatta y Haigha (que al Sombrerero y la Liebre de Marzo del libro anterior). Este capítulo combina humor absurdo con una crítica social velada.
Alicia conoce al Caballero Blanco, quien es torpe pero amable, y la escolta a la última etapa de su viaje. Mientras la acompaña, el Caballero le muestra inventos absurdos que supuestamente facilitan la vida, pero que en realidad son inútiles. También le canta una canción melancólica antes de despedirse. Este personaje representa la creatividad y el fracaso que a menudo acompañan la innovación.
Alicia finalmente llega a la octava casilla y es coronada Reina. Sin embargo, el banquete en su honor se convierte en un caos absoluto, con alimentos y platos que cobran vida y causan desorden. Las Reinas Roja y Blanca la confunden aún más con sus diálogos absurdos y contradictorios. Este capítulo muestra el clímax de la lógica desquiciada del mundo del espejo.
El caos en el banquete aumenta, y Alicia se encuentra en el centro de un torbellino de actividad. Las piezas de ajedrez y otros personajes comienzan a perder sentido y se convierten en objetos inanimados. Alicia, frustrada, agarra a la Reina Roja y la sacude violentamente.
De repente, Alicia se despierta en el salón de su casa, con Kitty en sus brazos. Todo lo que vivió parece haber sido un sueño. Sin embargo, todavía reflexiona sobre lo que experimentó y las lecciones que pudo aprender del mundo del espejo.
El libro cierra con Alicia reflexionando sobre si fue ella quien soñó con el Rey Rojo o si el Rey Rojo soñó con ella. Esta última pregunta filosófica plantea dudas sobre la naturaleza de la realidad y de los sueños.