Portada » Medicina y Salud » Atención de Enfermería en Urgencias, Cuidados Intensivos y Emergencias Neurológicas
Este documento describe la atención de enfermería en situaciones de urgencia, emergencias y cuidados intensivos, incluyendo el manejo de pacientes con condiciones neurológicas críticas.
Se ocupa de pacientes con patologías graves que representan un peligro vital, actual o potencial, pero con posibilidad de recuperación.
Situación urgente que pone en peligro inmediato la vida del paciente o la función de algún órgano.
Aparición repentina de un problema de salud de gravedad variable, que requiere atención médica inmediata (OMS).
Organización de profesionales que brindan asistencia multidisciplinar en un área específica del hospital para atender urgencias y emergencias.
Control emocional, agilidad en los razonamientos, decisión y rapidez en sus actuaciones, seguridad en las decisiones, capacidad para soportar tensión, preparación técnico-médica y científica, conocimiento del centro y del SUH, capacidad de interrelación y coordinación de equipo.
Grupo entrenado para prevenir y manejar situaciones de emergencia, activando el plan de emergencia.
Clasificación de pacientes según la gravedad de su condición.
Organización de profesionales que brindan asistencia multidisciplinar a pacientes con necesidad de soporte vital avanzado, incluyendo soporte respiratorio y multiorgánico.
Decisión compartida entre el médico tratante y el responsable del servicio, basada en dos modelos:
Suceso limitado en el tiempo con contracciones musculares debido a descargas eléctricas anormales en las neuronas.
Durante la convulsión: Dificultad para hablar, distorsión de la memoria, pérdida de la noción del tiempo, vómitos, palidez, sudoración, mordedura de lengua o labios, incontinencia, sialorrea, apnea, hipoxia.
Convulsiones complejas: Interrupción de la actividad neuronal, mirada perdida, rotación rápida de los ojos.
Posterior a las convulsiones: Cansancio, sueño, somnolencia, desorientación, confusión, hipoglucemia, cefalea, náuseas, dolor muscular.
Anamnesis: Antecedentes familiares, enfermedades previas, hábitos tóxicos, ingesta de fármacos.
Exploración física: Constantes vitales, signos de enfermedades sistémicas, exploración neurológica.
Exploración complementaria: Glucemia capilar, EKG, hematología, bioquímica sanguínea, niveles de fármacos, pulsioximetría, gasometría arterial. La TAC craneal no está indicada en el manejo urgente.
ABCD (G): Vía aérea, ventilación, estabilización hemodinámica, glucemia capilar.
Fármacos: 1ra línea: benzodiacepinas (diazepam, midazolam). 2da línea: DFH y FB. 3ra línea: coma barbitúrico.
Otras medidas: Tiamina (en pacientes con etilismo o desnutrición), sulfato de Mg.
Estado de disminución de la conciencia con incapacidad de respuesta.
Mecánico: Lesiones en el tronco o hemisferios cerebrales.
Tóxico, metabólico, infeccioso: Supresión de la funcionalidad neuronal.
Diencéfalo: Alteraciones de conciencia, pupilas mióticas reactivas, reflejo oculocefálico indemne, postura de decorticación, respiraciones de Cheyne-Stokes.
Mesencéfalo: Coma, pupilas fijas, reflejo oculocefálico anormal, hiperventilación, postura de descerebración.
Protuberancia: Coma, pupilas fijas e irregulares, mirada desconjugada, abolición del reflejo corneano, hemiparesia/cuadriparesia, postura de descerebración, respiraciones apnéusticas.
Bulbo raquídeo: Coma, pupilas fijas, flacidez, abolición de reflejos, respiraciones atáxicas/apnéicas.
Tratar hipotensión, hipertensión, hipoglucemia, hiperglucemia, hipertermia, hipotermia, intoxicaciones (etílica, opioides, benzodiazepinas), hipertensión intracraneal.
Acumulación de sangre dentro del parénquima cerebral por rotura vascular no traumática.
Hipertensión, traumatismo, angiopatía cerebral, malformaciones vasculares, trastornos hemorrágicos, anticoagulantes, drogas, tumores, trombosis venosa cerebral.
ABC, manejo de fluidos, manejo de la presión arterial, manejo de la hipertensión endocraneana.
Ocupación del espacio subaracnoideo por sangre, sin trauma.
Rotura de un aneurisma cerebral.
Grados I-V (basados en la extensión de la hemorragia en la TAC).
Grados I-V (basados en la presentación clínica).
Manejo de la vía aérea, control de la presión arterial, anticonvulsantes, profilaxis del vasoespasmo.
Extravasación de sangre dentro del parénquima cerebral.
Primaria (HTA, angiopatía amiloide), secundaria (fármacos, malformaciones vasculares, coagulopatías, drogas).
Tálamo, ganglios basales, frontal, parietoccipital, temporal, pontina, cerebelosa.
Inflamación de las leptomeninges.
Haemophilus influenzae, Neisseria meningitidis, Streptococcus pneumoniae.
Fiebre, cefalea, rigidez nucal, náuseas, vómitos, signos de disfunción cerebral.
Déficit neurológico focal agudo por lesión vascular.
Isquémico (transitorio o infarto cerebral) y hemorrágico (intracerebral o subaracnoidea).
Ataque isquémico que se resuelve en 24 horas.
Presencia de sangre en el espacio subaracnoideo. Cefalea intensa, náuseas, vómitos, disminución del nivel de conciencia, hipertensión arterial, signos neurológicos focales, convulsiones.
Evaluar según la localización de la lesión (hemisferio izquierdo, hemisferio derecho, tallo cerebral, cerebelo).
ABC, elevar cabecera, canalizar vía IV, medir SaO2, administrar oxígeno.
EVC isquémico: Fenitoína (si hay convulsiones), manejo de hipertensión/hipotensión, oxigenoterapia, manejo de glucemia, manejo de temperatura, escala NIHSS, trombólisis.
EVC hemorrágico: Fenitoína (si hay convulsiones), manejo de presión arterial, manejo de glucemia, manejo de temperatura, escalas NIHSS y Glasgow, envío a tercer nivel.
Evaluación inicial, 2h, 24h, 7-10 días, 3 meses. Pronóstico: 0 (sin discapacidad), >10 (rehabilitación), >15 (desfavorable), >20 (riesgo de hemorragia), >40 (muerte).
Lesión cerebral causada por un golpe o impacto en la cabeza.
Accidentes automovilísticos, caídas, lesiones deportivas, agresiones, accidentes laborales, explosiones, impactos, heridas por proyectiles.
Pérdida de conciencia, confusión, cefalea, náuseas, vómitos, problemas de equilibrio, alteraciones visuales, dificultades cognitivas, cambios de ánimo, sensibilidad a luz/ruido, problemas de sueño.
Casos graves: Convulsiones, pérdida de coordinación, pupilas dilatadas/asimétricas, dificultad para hablar, debilidad, coma.
Permeabilización de la vía aérea, estabilización hemodinámica, manejo de fracturas, manejo de la PIC (manitol, barbitúricos), anticonvulsantes, manejo quirúrgico.
Enfermedad autoinmune que afecta el sistema nervioso central.
Problemas de visión, dificultad para caminar, problemas cognitivos, entumecimiento, astenia, rigidez muscular, depresión, problemas sexuales o urinarios.
Exacerbaciones: Corticoesteroides, ACTH, plasmaféresis.
Tratamiento de sostén: Interferones, acetato de glatiramer, fingolimod.
Tratamiento modificador de la enfermedad: Azatioprina, ciclofosfamida, interferones, acetato de glatiramer, natalizumab, mitoxantrona.