Fascismo en Italia

El fascismo se implantó en Italia en 1922, siendo la primera manifestación clara de la crisis posterior a la victoria aliada en la Gran Guerra. Se caracterizó por su oposición violenta a la revolución social (defendida por comunistas) y a la reforma democrática (defendida por partidos socialistas y liberales).

El nuevo régimen fue una alternativa radical contra ambos, contribuyendo a sacudir los cimientos del orden internacional de entreguerras.

Crisis de posguerra en Italia y ascenso al poder del fascismo

La guerra dejó a Italia en una situación precaria, así como a su sistema liberal-democrático, ya que las ganancias obtenidas fueron menores a las esperadas.

Los gobiernos, nombrados por Víctor Manuel III, tuvieron dificultades económicas en la posguerra, lo que provocó un clima de intensa conflictividad social.

Los socialistas, apoyados por el poder sindical (la Confederazione Generale del Lavoro), experimentaron un ascenso.

Mussolini planteó una ruptura con el pasado liberal-democrático para superar la crisis y engrandecer Italia. En marzo de 1919 constituyó un nuevo partido inspirado en la milicia, llamado en 1921 Partito Nazionale Fascista.

Entre 1921 y 1922, el fascismo se enfrentó a socialistas, comunistas y sindicalistas, utilizando violencia paramilitar para imponer sus ideas.

En 1922 llevó a cabo la Marcha sobre Roma, una manifestación de 40.000 fascistas que peregrinaron a la capital para aclamar a su líder. Ante esta demostración de fuerza, el rey y las élites dirigentes liberales, asustados por la fuerza socialista y el espectro comunista, decidieron pactar bajo la convicción de que sin Mussolini Italia sería ingobernable. Aceptaron y formaron un primer gobierno de coalición.

El Partido Fascista, cuyos miembros eran conocidos como los camicie nere (camisas negras), se convirtió en el más poderoso.

Mucha gente se alegró al ver que el Partito Nazionale Fascista subía al poder, ya que respetaba la propiedad privada y el libre mercado.

Doctrina del fascismo

Entre 1919 y 1922, Mussolini articuló una ideología que movilizó a la sociedad italiana, promoviendo una militarización de la sociedad civil para inculcar el respeto a la jerarquía y a los principios de obediencia y disciplina. Todos tendrían que ayudar a reconstruir el imperio y estar preparados para un posible enemigo exterior.

El pensamiento fascista se basa en:

• Hipernacionalismo extremado, fase previa a la recuperación de un imperio en el Mediterráneo y África.
• El nuevo imperio sería contrario al statu quo beneficioso para las democracias occidentales, supuestas culpables de la victoria mutilada de Italia en 1919.
• Modelo de Estado renovado en un sentido dictatorial y totalitario: «Nada fuera del Estado, nada contra el Estado, nada sin el Estado». Al frente de este estaría un líder carismático con poder indiscutible.
• Partido único y sólido en su ideología patriótica y totalitaria, que sería una especie de ejército civil para sostener al régimen contra sus enemigos, ya sea por persuasión o coacción. El único partido sería la cantera de la nueva clase dirigente.
• Concepto de la vida y la política como actividades paramilitares, que asume la legitimidad del uso de la fuerza para conquistar y mantener el poder político, considerando a sus enemigos traidores a la patria.

La unidad nacional y el enaltecimiento imperial exigían un alto grado de autarquía económica para hacer frente con éxito a una nueva prueba de guerra total, considerada inevitable.

De la dictadura al nuevo Estado totalitario

Entre 1922 y 1924, el gobierno de coalición liderado por Mussolini consiguió éxitos políticos que redundaron en beneficio del fascismo:

• Manató a los sindicatos.
• Acalló a la oposición política.
• Restableció el orden público.
• Remontó la crisis económica con medidas proteccionistas.

Entre 1924 y 1926, Italia se convirtió en un Estado totalitario, donde convivían un rey (Víctor Manuel III) con poder limitado y un duce (Mussolini) con poder ilimitado.

El Partito Nazionale Fascista contaba con casi un millón de afiliados. El Estado asumió el control de los sindicatos, de las asociaciones de mujeres, de las organizaciones juveniles y de los resortes de la vida social.

El Duce consiguió el apoyo de los católicos italianos al solucionar el problema del Vaticano. En 1929 firmó con Pío XI los Pactos de Letrán, que garantizaban la soberanía del Vaticano dentro de la Ciudad de Roma.

Acercamiento de la Italia fascista a la Alemania nazi

El triunfo político del fascismo en el interior fue seguido de éxitos exteriores.

La estabilidad reforzó su prestigio internacional.

Contribuyó a su éxito la disminución del impacto de la Gran Depresión mediante la intensificación de las políticas económicas autárquicas.

En la década de 1930, Italia se volvió más importante debido al resurgimiento de la demanda de varios países de revisar el statu quo establecido en los tratados de Versalles (1919).

Desde el acceso al poder de Hitler en Alemania (1933), Mussolini se fue inclinando a favor del alineamiento con el nuevo régimen totalitario germano.

El objetivo de Mussolini era extenderse por el mar Mediterráneo, transformándolo en el Mare Nostrum Fascista, como un resurgimiento del Imperio Romano.

Fascismo en Alemania

En 1933, durante la última crisis del sistema de la República de Weimar instaurada en 1919, Hitler se convirtió en el canciller (jefe de gobierno) de Alemania.

Derribó el régimen democrático para establecer un nuevo imperio, el Tercer Reich.

República de Weimar en los años 20

La derrota de Alemania en la Gran Guerra dio origen a la creación de una república democrática (1919).

hitler se convirtió en Führer de un nuevo grupo político, el partido nacional socialista obrero Alemán (NSDAP o partido nazi). 

Para Hitler la república era una imposición de las potencias vencedoras, truncaba la soberanía de la patria Alemana por la prohibición del Anschluss (unificación de Austria y Alemania) y por la entrega a Polonia de una franja territorial  el corredor de danzig.

En la población de Alemania había una gran indignación, por las grandes sumas que había que pagar como indemnización por su responsabilidad en las guerras a las potencias vencedoras. Esta indignación la aprovecharon los nazis a sus seguidores para aumentar el odio a las potencias extranjeras.

La república de Weimar pareció consolidarse en los años 20 sobre la base del acuerdo político de los partidos de izquierda y de centro. Contribuyeron las buenas perspectivas económicas mundiales y el apoyo financiero de EEUU.

Pese a los éxitos de estabilización económica, la república de Weimar tuvo que hacer frente a un doble desafío;

-Por la izquierda la agitación revolucionaria, fue muy intensa en 1919-21, cuando el partido comunista intentó imitar a los bolcheviques rusos con rebeliones sofocadas a la política y fuerzas armadas, y los freikorps ( grupos paramilitares y desmovilizados de extrema derecha).

-Por la derecha, la agitacion nacionalista antidemocrata. Aprovechando las dificultades económicas, el nazismo intentó un golpe de estado para tomar el poder. El fracaso aparte de darle popularidad entre la extrema derecha Alemana, le convenció de usar la vía legal para destruir la democracia.

3.2 Nazismo como doctrina y religión política.

Las ideas motrices articuladas en la religión política que fue el nazismo combinaban tradiciones; se basan en los siguientes principios;

-Concepción de la patria Alemana, se fundamenta sobre unas bases radicales.

-Visión social Darwinista de la vida y de la historia, necesidad de preservar la pureza de la raza en el conflicto entre pueblos y estados.

-Antisemitismo racial extremo, veia en el judio la raza mas pelifrosa para la raza alemana.

-Filosofía política que contemplaba al estado como una entidad paramilitar para la protección de la patria y raza, aspiraba a la condición de poder total (estado totalitario).

-Articulación del partido muy similar a un ejército civil, contra los enemigos de la patria y la conquista del poder.

Nazismo era una ultranacionalismo social-darwinista, racismo antisemita, defensa de los metodos basado en la vioencia, fobia antidemocratica y antimarxista y exaltacion del poder estatal militalizado.

3.3 De la marginalidad a la toma del poder.

En los años 20 el movimieno nazi no tuvo buenos resultados electorales.

En las elecciones generales de 1928 le votaron un total de 810 000. Solo consiguió 12 diputados en el Reichstag.

La posición de los nazis cambió tras el estallido de la gran depresión mundial (1929). La crisis económica en Alemania, un país industrializado y urbanizado, fue severa;

-La producción industrial se redujo a la mitad.

-la inflación se desbocó

-el número de parados se disparó

-Disminución de rentas salariales, quiebras patronales y miseria generalizada provocó un cataclismo económico.

-Sectores sociales afectados (clases medias, rurales), volvieron su mirada hacia los nazis con un discurso de salvación.

En las elecciones de 1930, el partido de Hitler consiguió casi seis millones y medio de votos, convirtiéndose en el 2 partido de Alemania, después de los socialdemócratas.  

La incapacidad de los gobiernos democráticos para hacer frente a la crisis y atajar sus graves efectos todavía acentúa más la deriva política y electoral antidemocrática. 

En las elecciones de 1932, los nazis cosecharon su máximo nivel de votos; el 38% le dieron su confianza.

3.4 Estado Totalitario.

En 1933, Hindenburg se rendía ante las evidencias y entregaba a Hitler el poder del estado mediante su nombramiento como canciller de Alemania.

La instauración de la dictadura nazi fue casi inmediata, 2 dias despues Fuhrer disolvio el parlamento.

Con el consentimiento de Hindenburg, promulgó el decreto para la salvaguardia del pueblo y el Estado, que anula la Constitución y su régimen de derechos. Poco después, aprobó la Ley de Plenos Poderes, que le otorgaba el derecho a Gobernar sin intervención de otros órganos del Estado.

En 1933 prohibía a todos los partidos y decretaba que el NSDAP era el único partido político de Alemania sentando las bases para la hegemonía nazi sobre el Estado. A partir de entonces, Hitler se convirtió en el dueño de Alemania y la muerte de Hindenburg eliminó cualquier obstáculo a su régimen de poder personal.

Instaurado el poder, Hitler desencadenó una feroz represión contra los opositores políticos de todo tipo y contra sectores de la población juzgados peligrosos o indeseables. Aparte de usar para ello una nueva policía secreta, también movilizó al grupo paramilitar de las SS, que se convirtió en una despiadada policía política. La detención sin garantías, la reclusión en prisiones y campos de concentración, los métodos de tortura y el miedo acabaron con toda oposición al nuevo régimen.

La represión también afectó a aquellos sectores políticos conservadores o del propio partido que cuestionan el liderazgo de Hitler o algunas de sus políticas. En 1934, Hitler ordenó la detención y ejecución de sus viejos camaradas más radicales.

3.5 Represión contra los judíos.

La represión estatal se centró en la población judía, que era en 1933, casi medio millón. El proceso de hostigamiento a los judíos fue acentuando su radicalidad. Se pueden diferenciar tres fases:

– 1933 y 1938, el régimen tenia una política de discriminación de los judíos, expulsión de la Administración, inhabilitación de oficios, retirada de la nacionalidad, prohibición de acceso

-Desde la noche de los cristales rotos (1938), un asalto a los barrios y negocios judíos en toda Alemania, se inició una política de segregación física, que incluía y el traslado de muchos judíos a campos de concentración.

-Al inicio 2ºGM, el nazismo emprendió su última fase: la solución final.Suponía el exterminio físico de esa población cercada y estigmatizada.

3.6 Una sociedad nazificada.

El proceso de reorganización y adoctrinamiento de la sociedad fue rápido y profundo. Los organismos delegados del partido se convirtieron en canales de movilización para la población germana. 

Tomaron parte en las nuevas ceremonias y rituales públicos:

-Desfiles nocturnos con antorchas.

-Marchas semi militares con estandartes y pancartas.

-Concentraciones de seguidores con el saludo nazi.

La política social y económica del régimen se concentró en garantizar una superación rápida de los efectos de la depresión sobre la base de una creciente autarquía productiva y financiera que rompiera con los vínculos de Alemania con el exterior. El Estado debería asumir nuevas tareas y funciones, se aprobó un plan de grandes obras públicas para restaurar y ampliar carreteras..También se promovió un crecimiento de la industria siderúrgica.

Como resultado de estos procesos, el paro obrero descendió radicalmente gracias a los nuevos empleos en las obras públicas e industria pesada, así como el aumento de soldados en el ejército. La política de arianización, obligó a los judíos a desprenderse de sus empresas, empleos y oficios para dejar su puesto a los alemanes arios desempleados.

Con estos éxitos socioeconómicos del nuevo régimen la población alemana estuvo conforme, tanto por terror a los riesgos que conllevaba la oposición, como por los beneficios que implicaba obedecer.

3.7 Exitos iniciales en política exterior.

La feroz implantación del nazismo en Alemania incitó asombro y temor en el resto de Europa.

El régimen nazi comenzó a alterar las bases del sistema internacional casi desde el principio con sus medidas:

-Abandono de la Sociedad de Naciones.

-Retirada de la Conferencia de Desarme Internacional.

-Implantación de un régimen económico autárquico. 

-Inicio del programa de rearme masivo violando el Tratado de Paz de Versalles.

Las grandes democracias occidentales estaban decididas a no enfrentarse militarmente con la nueva Alemania. Por eso practicaron una política de apaciguamiento y búsqueda de acuerdos tácitos o expresos con Hitler que diera satisfacción a sus demandas más razonables. Influyó el miedo a que otro conflicto pudiera promover una expansión del comunismo. Por ello, todas las embestidas nazis consistieron en: 

-Ayuda militar a Franco en la guerra civil española.

-Anexión unilateral de Austria.

-Remilitarización de Renania.

Los éxitos diplomáticos confirmaron el prestigio de Hitler en Alemania y consolidaron su fama como estadista genial que había roto las cadenas de la patria con energía y resolución