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Ascenso de Hitler al poder y la consolidación de la dictadura nazi
La derrota alemana en la Primera Guerra Mundial
Alemania venía fracasando en sus últimas guerras, entonces pidió una detención temporal de la guerra; esta petición fue aceptada. Se firmaría un armisticio. Alemania quería sentirse respetada, temida y admirada por el resto de los países europeos. Se firmó el Tratado de Versalles, en donde Alemania firmaba que tenía que devolver territorios, reducir el ejército y pagar una penalidad.
La apuñalada por la espalda
El ejército no quería ser criticado por haber pedido el armisticio y la sociedad alemana se negaba a admitir la derrota. Entonces se difundieron mitos que explicaban el acuerdo sin herir el orgullo nacional. La “leyenda de la puñalada por la espalda” mostraba a un ejército que podía protegerse y no había sido derrotado, sino que los de izquierda, comunistas, socialistas y quienes estaban creando el gobierno democrático los habían traicionado. Acusaron también a los judíos, ya que decían que era todo un plan para la destrucción de Alemania y para conquistar el mundo.
República de Weimar
Por el tratado, Alemania perdió su condición de gran potencia y su territorio y economía quedaron despedazadas. Los alemanes comenzaron a hacer revoluciones porque no querían más un imperio. En agosto de 1919, la Asamblea Nacional redactó la constitución que organizó formalmente al régimen denominado de Weimar. Alemania se constituyó en una república federal democrática. El presidente era elegido democráticamente y este elegía al canciller, su gabinete y el ejército.
La Primera Guerra Mundial había originado numerosos problemas económicos. La moneda alemana se devaluó. La pérdida del valor del dinero y el descenso de la producción, más el desempleo, no favorecieron a Alemania.
El renacer económico del país se debió a que se implantó una nueva moneda y se inició una etapa de recuperación económica. Estos también fueron los años en los que Alemania conoció el mayor grado de desarrollo intelectual. La escultura y la pintura, el teatro, el cine, la literatura y la música, todas las formas posibles de expresión, conocieron en esta etapa un florecimiento significativo. El judaísmo alemán recibió de la República de Weimar la libertad cívica completa.
El nacimiento del Nacionalsocialismo
Hitler: En la pubertad murió su padre. A los 18 años se trasladó a Viena. Dos veces fue rechazado su ingreso a la Academia de Bellas Artes y a la Escuela de Arquitectura. El antisemitismo, que era algo común en Viena, se expresaba cotidianamente en los periódicos y panfletos antisemitas que se editaban en el período de la preguerra. En 1913 se trasladó a Múnich. En la Primera Guerra Mundial, Hitler se alistó como voluntario en el ejército del Reich. Durante la guerra tuvo un accidente que hizo que quedara ciego, pero una vez recobrada la vista, se reincorporó y sus puntos de vista políticos fueron escuchados por superiores, y fue nombrado oficial instructor afectado al gabinete de prensa y noticias del departamento político del ejército alemán. Su tarea era fomentar la eliminación de tendencias izquierdistas, pacifistas y democráticas. Un tiempo hubo una reunión en donde se habló acerca de cómo y por qué medios puede ser eliminado el capitalismo; Hitler fue invitado a formar parte de la agrupación. En 1920, el partido Nacional Socialista adoptó el nombre de Partido Obrero Alemán Nacional Socialista y un programa especial; también fue elegida la bandera con la cruz esvástica. El partido compró un periódico antisemita, en donde difundió en Alemania la propaganda política. El ejército los ayudaba con los gastos económicos y de armas. En estos años, Hitler conquistó el poder definitivo del partido y aumentó el número de afiliados. En 1923, la constitución de Weimar estaba en un mal momento; el Tratado de Versalles todavía no era aceptado por el país, y la inflación alcanzó su punto máximo. Aprovechando la convocatoria de una reunión política, Hitler creó un gobierno nacionalista cuya autoridad debería extender a toda Alemania. El Putsch de la Cervecería por parte de Hitler trató de obligar a esta junta a hacer un gobierno según sus deseos. Aunque el putsch fracasó, le dio a Hitler un nombre superior al de un dirigente local y proyectó su figura sobre Alemania. Hitler estuvo en prisión, donde redactó su autobiografía. Al salir de prisión, Hitler se dio cuenta de que si la rebelión armada había sido un fracaso, tenía que aplicar una “política de legalidad” al partido. Hitler construyó una organización política “Estado dentro del Estado” donde él era el líder supremo del partido y de la SA, y presidente de la organización laboral nacionalsocialista.
Jueves Negro: En 1929, la bolsa de valores de Nueva York se hundió. Francia e Inglaterra eran deudoras de Estados Unidos. Alemania había logrado saldar las reparaciones de Francia e Inglaterra, y estos países, a su vez, cancelar sus deudas con Estados Unidos. En Alemania, la crisis tuvo mucha importancia y el gobierno redujo los salarios y el desempleo creció. Los efectos y repercusiones políticas de la crisis le permitieron al partido nazi ganar apoyo rápidamente de todas las personas decepcionadas, y así fue como el partido sumó militantes.
Hubo elecciones y Hindenburg ganó sobre Hitler; sin embargo, su influencia se sintió más en la calle, sobre todo en los centros urbanos. Si bien el partido nazi no contaba con la mayoría de votos, Hindenburg les ofreció ingresar al gobierno, pero Hitler rechazó la propuesta ya que reclamó gobernar independientemente. El 30 de enero, Hitler fue nombrado canciller de Alemania por Hindenburg.
Ascenso al poder: Aunque Hitler había sido nombrado canciller por el presidente, su partido y sus representantes no eran mayoría en el gobierno ni en el parlamento. La primera tarea que se impuso Hitler fue aumentar su autoridad y eliminar las fuerzas políticas que lo desviaban; estaba perfectamente ubicado para destronar el estado desde adentro usando su “política de legalidad”. En 1933, Hindenburg disolvió el parlamento y convocó a elecciones, y ese mismo día Hitler envió un mensaje al pueblo alemán culpando al marxismo del fracaso de la república. Los nazis entraron a la campaña electoral seguros de su éxito.
El palacio del Reichstag en Berlín fue incendiado y, aunque no se mostraron pruebas de que ello haya sido responsabilidad de los nazis, se beneficiaron por el suceso. El partido nazi seguía dependiendo de los grupos conservadores para mantenerse en el poder. En las elecciones, los votos a favor superaron a cualquier otro partido y por eso se entendió que el pueblo alemán quería el fin de un gobierno democrático. Hitler prohibió la oposición pública al gobierno y a los partidos que lo integraban. Cuando se inauguraron las sesiones del Reichstag, la oposición había desaparecido; los diputados comunistas habían sido detenidos y los parlamentos liberales y socialistas, atemorizados. Hitler no estaba dispuesto a devolver su poder casi absoluto al parlamento. Y por ese motivo, cuando presentó su programa de gobierno al Reichstag, se basó en un documento llamado “Ley de Poderes”, que implicaba la muerte del poder legislativo y la implantación de una dictadura de derecho en Alemania. En los siguientes meses, los diputados no nazis fueron abandonando sus bancas. La conquista total del Estado exigió a los nazis la eliminación de cualquier otro partido político en Alemania y los “indispensables políticos” fueron enviados a campos de concentración.
Consolidación del estado nazi:
El 1 de diciembre de 1933 se aprobó una ley por la cual el partido nazi quedó unido al Estado. Los nazis ocuparon los altos cargos. Los nazis tenían el poder ejecutivo y legislativo también, y esto los ayudaba a ocuparse de las organizaciones que se negaban a vivir bajo el régimen nazi. Al no existir más esos grupos, había una especie de igualdad en la sociedad alemana.
Noche de los cuchillos largos: Fue una acción de represión contra la SA organizada por nazis y el ejército. Unas mil personalidades dirigentes fueron asesinadas por ser opositores políticos. Esto demostró hasta dónde era capaz de llegar Hitler y, de ahí en adelante, nadie lo cuestionó. Cuando falleció Hindenburg, el pueblo alemán aprobó mediante un plebiscito el ascenso de Hitler al poder absoluto de Alemania.