Portada » Arte » Arte y Arquitectura Islámica: Desde los Marfiles de Cuenca hasta la Mezquita de Al-Qarawiyyinn
En ellos se puede constatar un repertorio iconográfico que va desde una profusa decoración vegetal y escenas de la corte, así como inscripciones cúficas en las que suele indicar el destinatario, o quien lo realizó.
Sobre el borde de la tapa, en grafía cúfica florida hay una inscripción que más o menos dice: «….para quien sea su propietario. ¡Que Dios le conceda larga vida!…Obra de Muhammad ibn Zayyan, su servidor”.
Cofre rectangular compuesto en su origen de placas de marfil fijadas sobre un armazón de madera. En las dos caras principales, una banda con elegantes arabescos vegetales realza la parte superior de la caja. Bajo esta decoración hay escenas esculpidas en el marfil que representan los placeres principescos habituales en la civilización islámica: caza de leones, luchas entre animales, caballero al galope defendiéndose de un león que ataca su caballo. En uno de sus costados, vemos una escena cristiana añadida en el s. XII, inspirada en la historia del monasterio de Santo Domingo de Silos, vemos a Santo Domingo con un relicario y entre dos ángeles, representado al estilo bizantino. Es posible que en esta arqueta se guardasen las reliquias del santo.
Procedentes de unas tribus del Sahara, y animados por un enorme fervor religioso, se apoderan del noroeste de África y, llamados por los reyes taifas para que les ayudasen en su lucha contra los reyes cristianos, se apoderan de gran parte de la península y vuelven a unificar el viejo califato a fines del s. XI. Este corto periodo representa una cierta introducción de la civilización andalusí en el Magreb, aunque curiosamente, habiendo sido Al-Ándalus el foco originario, no se han encontrado construcciones almorávides levantadas en ese momento. Hay que irse al norte de África para ver las representaciones arquitectónicas de este periodo, representadas principalmente en su aspecto religioso como son las mezquitas. En cuanto a los elementos arquitectónicos más representativos se pueden señalar la sustitución de columnas por pilares como motivo de soporte. Transforman también la bóveda multiplicando sus nervios y haciéndolos mucho más finos. El sistema de cubiertas preferido es a dos aguas creando techumbre de madera de par e hilera. Incorporan también como elementos decorativos las muqarnas (mocárabes), que luego se añadirán a las cúpulas.
La plegaria para el orante islámico no consiste sólo en arrodillarse y rezar, sino que repite una serie de posturas como son de pie, inclinación, genuflexión y prosternación. De esta forma la oración no es sólo mental y verbal, sino también física. Detrás de esto se halla el concepto de supremacía divina, y las posiciones que va adoptando el cuerpo representa este reconocimiento que culmina en con la humillación total que es la prosternación. La oración diaria (5 veces al día) es algo obligado como indica el precepto del salat (uno de los cinco preceptos). Puede realizarse en cualquier lugar, siempre que sea digno, y en dirección a la Meca. Los viernes sí había que asistir a la oración comunitaria en la Mezquita. Para ello se crean las mezquitas aljamas (yama´a-conjunto de personas). La mezquita corriente es la Masyid. Una de estas mezquitas es la de Argel.
Construida hacia 1097, es donde se ve la transición de los omeyas a los almohades, y donde priman la austeridad como refleja su carácter macizo. De estrecho patio, las dos naves principales del oratorio (maqsura y Haram) conforman una T, haciendo un efecto poco equilibrado la zona de la alquibla. A ambas partes del mihrāb, dos puertas dan acceso a pequeñas habitaciones asimétricas.
Material de construcción: Piedra, ladrillo, teja, madera.
La nave central queda acentuada por su mayor anchura que el resto de las naves y por estar fragmentada en células individuales (once en total incluida esta). Esta anchura se transmite al transepto delante de la quibla. Resaltar también la mayor profundidad del único tramo del riwaq noroccidental (arquería en torno al patio de la mezquita). Una característica común en esta arquitectura es que por lo general, las naves laterales extremas a la sala de oración se prolongan formando galerías que enmarcan el patio, que pasa a tener unas dimensiones más reducidas.
Fue edificada por Alí Ibn Yusuf hacia el 1136. Presenta una sala de oraciones de trece naves perpendiculares al muro de la quibla, con la central de mayor anchura, y una profundidad de seis tramos formados por arcos de herradura sobre pilares rectangulares que se alternan con arcos lobulados y ligeramente apuntados. Esta es la primera obra datada en el Magreb en que se introduce la muqarna. El patio original estaba formado por la prolongación de las tres naves laterales extremas por cada lado, con una profundidad de cinco tramos. Destacar, en el tramo que precede al mihrab, la famosa cúpula de arcos entrecruzados que introduce una decoración calada entre sus nervios, difundiendo la luz y creando unos maravillosos efectos decorativos.
Se pueden distinguir tres fases constructivas:
Se caracteriza esta mezquita por tener las naves paralelas al muro de la quibla. Hoy alberga la universidad más antigua del mundo. La Mezquita Al-Qarawiyyinn luce una fachada donde predominan las líneas horizontales constructivas.