Portada » Arte » Arte y Arquitectura: Influencias Islámicas y Renacentistas en la Obra de Miguel Ángel
Es un arte esencialmente religioso. Ningún artista podía intentar copiar a Alá, pues desafiaría a la divinidad. Se respetaban las características de la arquitectura de las zonas conquistadas, manteniendo sus elementos estéticos. Los materiales principales eran el ladrillo y la cerámica (por su bajo coste y significación religiosa: la obra de arte no debe permanecer, solo Alá). La luz y sus efectos cambiantes eran muy importantes. Las techumbres apenas pesaban y los capiteles más utilizados son el de pencas (interpretación vegetal), el de estalactitas y el cúbico. Los espacios se cubrían con techumbres planas y bóvedas, destacando la de crucería, cuyos nervios se ajustan en el centro formando polígonos o cuadrados. Encontramos también la cúpula gallonada, y en cuanto a los arcos, destacan el arco lobulado, el mixtilíneo, el túmido y el de herradura (de los visigodos).
Hablando en términos generales, la arquitectura musulmana tiene un gran contraste entre el sencillo exterior y la decoración interior de los edificios (rica y abundante, con mosaicos y pintura…) que tapaban la pobreza de los materiales. Los motivos más utilizados son:
Los edificios más importantes son las mezquitas, los baños públicos, las madrasas y los palacios.
Es un movimiento artístico y cultural que surge en Italia en el s.XV y se expande por el resto de Europa. El Humanismo proporciona el marco intelectual y la medida humana se toma como referencia en todos los ámbitos. En Italia distinguimos dos etapas: el Quattrocento (s.XV, Florencia) y el Cinquecento (s.XVI, Roma). El rasgo más importante es la vuelta a la Antigüedad (devenir humano), por lo que se vuelve a la Naturaleza y los artistas estudiarán el cuerpo humano y la representación del espacio. La figura humana se convierte en el centro de atención (obra más perfecta de la creación) y por eso estudiarán anatomía, pues buscaban el mayor realismo posible hasta en el movimiento. Sin embargo, representaban una visión idealizada de la realidad cuya belleza era la armonía de proporciones. También descubrieron un nuevo sistema de representación espacial, siendo Brunelleschi el que formuló la perspectiva y Alberti el que las dio a conocer. Así pues, la perspectiva permite la profundidad espacial y se produce una mejora en la consideración social del artista y el papel del arte en la sociedad. Frente a los gremios aparece la Academia y surge el mecenas (de la burguesía o aristocracia). La religión seguirá teniendo prioridad tanto en la arquitectura como en la pintura. Destacará el retrato y se recupera la mitología pagana.
Miguel Ángel es un artista renacentista del Cinquecento que nació en Caprese en 1475 y murió en Roma en 1564, aunque fue enterrado en Florencia. Era el más dotado técnicamente y de los más intelectuales en la época y su país.
Al morir Bramante, Rafael continúa sus trazados. En 1546 el Papa Paulo II encarga la continuación de las obras a Miguel Ángel, considerado genio de Occidente. Se aceptan sus condiciones y desaparecen torres y torrecillas. El tema principal arquitectónico es la cúpula, creando el tipo de cúpula occidental y el cual todas las que le sigan son su imitación. Al final proyecta una sola entrada a la que antepone un pórtico adintelado y con doble fila de columnas exentas. En la arquitectura de Miguel se aprecia siempre más un sentido de los volúmenes antes que los espacios interiores. Un ejemplo es la ordenación que hace de La Plaza del Capitolio en Roma o en la Escalera de La Biblioteca Laurenciana, donde demuestra su habilidad.
Su vida transcurre en un misticismo platónico tras la búsqueda de la Idea de la belleza. Utiliza casi siempre el mármol blanco de Carrara (lo consideraba el más adecuado para la belleza). Las figuras de Miguel son siempre grandiosas como si fueran titanes, el arquetipo del hombre, y la anatomía es un camino hacia el ideal buscado. En sus obras trasciende una vitalidad contenida más propia de dioses que de hombres. Sus primeras obras las realiza bajo los Médici, aún clásicas (La Virgen de la Escalera). Después marcha a Roma donde realiza la primera de Las Piedades, aunque la más destacable es David. Sin embargo, la que más le interesó al artista fue el mausoleo de Julio II, que no pudo terminar. El Papa le distrae con encargos y del gran proyecto solo realiza el Moisés y los “esclavos”, entre otros. Más tarde, realiza en Florencia La Sacristía Nueva de San Lorenzo y la Capilla Funeraria de los Médici. En sus últimos años de vida, se interesa por La Piedad, ahora dramáticas. El último fue la Piedad Rondanini.
En Miguel Ángel observamos un deseo de movimiento y fuerza. En la Capilla Sixtina, en el techo (escenas de la creación) y el plafón del fondo (juicio final) el dinamismo llega a su plenitud. Sorprenden las dimensiones de una obra tan vasta y pintada en condiciones tan particulares de posición e iluminación. En su obra se encuentran las raíces del Manierismo. Es un mundo dramático a diferencia del equilibrio y optimismo del hombre del primer renacimiento.