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El mosaico recoge la escena de la oblatio imperial para la consagración de San Vital de Rávena, la capilla palatina del enarcado.
La Emperatriz Teodora atraviesa un patio con una fuente antes de entrar en el templo, rodeada de su cortejo. Los personajes se disponen como en un friso sobre un fondo verde-dorado en el que aparece una decoración arquitectónica con una hornacina.
Se trata de un retrato imperial, de ahí que aparezcan convencionalismos y símbolos de poder:
Todos los personajes visten ricos ropajes que nos muestran su superioridad en la jerarquía bizantina. Teodora viste los atributos de la dignidad imperial: la clámide púrpura, la corona imperial, piedras preciosas…. La corona y el halo aluden al doble poder del emperador, terrenal y espiritual.
Las damas simbolizan la elegancia y riqueza de la corte.
La presencia de la Emperatriz y del Emperador en el otro panel, portando ofrendas, indica que ambos se someten al poder De Dios.
Se huye del Naturalismo para buscar una carga simbólica e idealista, aunque sí se pretende individualizar el rostro de la Emperatriz. De este modo observamos:
Figuras estilizadas, frontales e hieráticas con ojos penetrantes y pies en V.
Isocefalia,
No existe perspectiva, aunque la cortina cree la ilusión de otro espacio. Espacio y proporciones son simbólicas.
El mosaico se basa en la técnica Romana del opus tesellatum, pero las ténsela se esmaltan dándole mayor brillo, pues los destellos son símbolo de poder. Predominan los dorados y los colores vivos.
En conclusión, la obra estállenlo de simbolismo. La fuente, aparentemente naturalista, es simbólica, pues nos recuerda a Cristo, fuente de vida eterna. También la presencia de Teodora y Justiniano en la ceremonia de la oblatio en San Vital es simbólica, pues ninguno de los dos estuvo nunca en Rávena.
Exterior:
Pequeño edificio de sillares de piedra arenisca y volúMenes cúbicos.
Edificio macizo con escasos vanos que se reducen a los arcos de herradura visigodos que forman los pórticos.
Se aprecia la división De la Iglesia en naves (la central más alta y ancha que las laterales) y el brazo del transepto con su pórtico.
Interior:
Vemos la cabecera del edificio: tres naves (la central más ancha y alta) separadas con columnas de capiteles de hojas de acanto muy geométricas. Sobre las columnas cabalgan arcos de herradura. La nave central termina en ábside rectangular saliente, muy típico del arte visigodo. El ábside se cubre con una bóveda de cañón, un alarde técnico. Si hubo otras bóvedas no se han conservado, las restantes cubiertas son armaduras de madera. En realidad, estamos ante un espacio muy compartimentado, adaptado a la liturgia visigoda. De hecho, es una planta compleja, de cruz griega en la cabecera y basilical a los pies. Las existencias de arcos de herradura transversales contribuyen a esa compartimentación.
La iluminación está tamizada por los pequeños vanos muy estrechos, usuales en el prerrománico.
La iglesia es también interesante por su riqueza decorativa: un friso con motivos geométricos y sobretodo, los dos capitales historiados, el de Daniel con los leones y el del sacrificio de Isaac. Sus relieves toscos y desproporcionados están más interesados por el mensaje que por la corrección formal.
San Miguel de la Escalada, iglesia de mampostaría, arte prerrománico, estilo mozárabe, Siglo X. Gradafes (León). Forma parte de un monasterio.
Pequeña iglesia de mampostería cubierta con tejado a dos aguas en la que se adivina una planta basilical dividida en tres naves, la central más alta y más ancha.
Los tejados terminan en aleros sostenidos por motilones de rollo.
Lo más carácterístico es el pórtico: 12 arcos de herradura enmarcados en alfil cordobés cabalgan sobre columnas de mármol con capitel corintio y cimacio. Muchas de ellas son de origen Romano. En el lateral del pórtico hay una ventana geminada. A través del pórtico se accede a la puerta principal.
El pórtico tenia una función penitencial y tiene influencia sobre el ROMánico segoviano y abulense, aunque allí su función era otra: la de resguardar de los vientos del norte los concejos y mercados.
Interior:
Vemos una iglesia con planta basilical e iconostasio:
Hay tres naves separadas por columnas sobre las que cabalgan arcos de herradura cordobeses. Las columnas son de mármol con capiteles corintios muchas veces romanas o visigodas reaprovechadas.
La nave central es más ancha y alta que las laterales. El desnivel en altura se aprovecha para crear ventanas que iluminen la nave central. La cubierta es de armadura.
El iconostasio está formado por tres arcos de herradura que cabalgan sobre columnas. Rompe la diafanidad De la Iglesia generando un espacio compartimentado.
Tras el iconostasio sabemos que se abren tres ábsides con planta de herradura y cubiertos con bóvedas gallonadas cordobesas. Al exterior su testero es plano. Estos elementos, plantas de herradura con bóvedas cordobesas y volúMenes cúbicos al exterior son definitorios del arte mozárabe.