El Arte Paleocristiano (Siglos I-VI)

El arte paleocristiano, puente entre la cultura clásica y la cristiana, sentó las bases del arte medieval. Se divide en dos etapas, marcadas por el Edicto de Milán (313 d.C.).

Antes del Edicto de Milán

La iglesia primitiva, sin libertad de culto, se reunía en domus ecclesiae (casas particulares adaptadas). La más antigua es la de Dura Europos (Siria, siglo III). En Roma, se llamaban titulus. También existían los martyrium.

Los cristianos practicaban la inhumación en catacumbas (desde finales del siglo II). Estas consistían en galerías (ambulacra) con nichos (loculi) para los cuerpos. En los cruces de galerías (cubicula) se encontraban nichos semicirculares (arcosolium) para mártires. Las catacumbas más importantes están en Roma (San Calixto, San Sebastián, Santa Domitila, Santa Inés, Santa Priscila), Nápoles, Sicilia y el norte de África. Las cella memoriae eran capillas construidas sobre las catacumbas. Aquí se encuentran las imágenes paleocristianas más antiguas.

Después del Edicto de Milán

Con la libertad de culto, surge la basílica. Precedida por un atrio con una fuente (cantharus), se accedía al templo por el narthex. Orientada al este, solía tener tres naves (algunas, cinco). El presbiterio, de planta semicircular, contenía el altar (ara) bajo un baldaquín (ciborium), sobre la tumba de un mártir (confessio). Al fondo, un asiento corrido (solea o bema) para los presbíteros. Solo el ábside estaba abovedado. Ejemplos: San Pedro, Santa María la Mayor, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa Inés (Roma).

Otros edificios importantes: baptisterios y mausoleos (Baptisterio de Letrán, Mausoleo de Santa Constanza en Roma; Baptisterio de los Ortodoxos, Mausoleo de Gala Placidia en Rávena).

En escultura, destacan los relieves y sarcófagos (Sarcófago de Junius Bassus, cripta del Vaticano). La pintura, tosca al principio, se refinó tras la Paz de la Iglesia. El mosaico cobró protagonismo (Mausoleos de Santa Constanza y Gala Placidia, Baptisterio de los Ortodoxos).

El Arte Bizantino (Siglos VI-XV)

Influenciado por Grecia y Oriente, el arte bizantino tuvo tres Edades de Oro: Justiniano (siglo VI), siglos IX-XII (tras la iconoclasia) y siglos XIII-XV.

Primera Edad de Oro (Siglo VI)

Destaca Santa Sofía (Constantinopla), construida por Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. Otras iglesias: Santos Sergio y Baco, Santa Irene, Santos Apóstoles (Constantinopla); San Vital, San Apolinar in Classe, San Apolinar el Nuevo (Rávena). Los mosaicos se integran perfectamente en la arquitectura (friso de San Apolinar el Nuevo).

Segunda Edad de Oro (Siglos IX-XII)

Tras la iconoclasia, se define el modelo de iglesia bizantina con pórtico y planta de cruz griega con cúpulas sobre tambor. Ejemplo: Nea (Constantinopla). La influencia bizantina llega a Rusia (Santa Sofía de Kiev).

Tercera Edad de Oro (Siglos XIII-XV)

Se mantienen las cúpulas, con variantes en materiales y decoración. Ejemplos: Santos Apóstoles (Salónica), iglesias de Mistra (Grecia), Asunción del Kremlin (Rusia). Destacan los dípticos de marfil, la Cátedra de Maximiano (Rávena) y los iconos (Virgen de Vladimir).

El Arte Prerrománico (Siglos V-X)

El Arte Visigodo (Siglos V-VIII)

Con influencias hispanorromanas, paleocristianas, orientales y norteafricanas, el arte visigodo se desarrolló hasta la invasión musulmana (711). Las iglesias, basilicales o cruciformes, usaban ábsides cuadrados (siglo VII), bóvedas de cañón de herradura y pórticos. Ejemplos: San Juan de Baños (Palencia), San Pedro de la Nave (Zamora). Destaca la orfebrería (Tesoros de Guarrazar y Torredonjimeno).

El Arte Musulmán (Siglos VII-XV)

El arte musulmán asimiló influencias helenísticas, orientales y cristianas. Su arquitectura, de poca altura, usa volúmenes cúbicos y cúpulas. Materiales: ladrillo, piedra, mampuesto, yeso y madera. Arcos: medio punto, herradura, herradura apuntado, túmido. El alfiz enmarca el arco. Bóvedas: cañón, arista, nervadas, gallones. Columnas delgadas, capiteles evolucionados del corintio. Decoración: ataurique (vegetal), lacería (geométrica), epigráfica (cúfica y nesjí), mocárabes (prismas colgantes). La mezquita, originada en la casa de Mahoma, consta de un patio (sahn) con fuente (sabil) y alminar, y una sala de oración (haram) con naves, mihrab (nicho), maqsūra (espacio del califa) y mimbar (púlpito). Ejemplo: Gran Mezquita de Damasco. En España: Mezquita de Córdoba, Medina Azahara, Giralda, Torre del Oro, Alhambra.

El Arte Carolingio (Siglos VIII-IX)

Base de la cultura medieval, el arte carolingio usó plantas basilicales y centrales. Destacan las escuelas de miniaturistas (Aquisgrán, Reims) y Godescalco.

El Arte Otoniano (Siglos X-XI)

Con influencias paleocristianas, bizantinas y carolingias, enlaza con el románico. Ejemplo: iglesia de Ottomarshein.

El Arte Asturiano (Siglo IX)

Surgido en el reino astur, usa sillarejo, cubiertas planas, bóvedas de cañón, arcos fajones y contrafuertes. Iglesias basilicales con tres naves, crucero y tres capillas. Ejemplos: Cámara Santa (Oviedo). Orfebrería: Cruz de los Ángeles, Cruz de la Victoria, Caja de las Ágatas.

El Arte Mozárabe (Siglos IX-X)

Arte de los cristianos bajo dominio musulmán, con influencias visigodas y omeyas. Materiales: sillar, mampostería, ladrillo. Ejemplos: Santa María de Melque (Toledo), Santiago de Peñalba (León). Destacan las miniaturas de los Beatos.