Portada » Arte » Arte Griego y Romano: Arquitectura, Escultura y el Legado Clásico
El teatro como género literario y como edificio es una creación griega. Alcanzó su máximo desarrollo a partir del siglo IV a.C.
Consta de tres partes esenciales:
Uno de los teatros más importantes y mejor conservados es el de Epidauro, perteneciente a la etapa helenística.
Se conoce con el nombre de orden arquitectónico al conjunto de elementos arquitectónicos articulados para formar una unidad orgánica, según un sistema canónico, que atiende a la relación proporcional de dichos elementos, referido a un módulo.
Se distinguen dos elementos:
Fueron evolucionando hasta que alcanzaron su forma definitiva.
Dórico, Jónico, Corintio. Los órdenes, especialmente el dórico y el jónico, sirvieron hasta la época helenística para la construcción de toda clase de edificios civiles y religiosos.
También utilizaron como columnas, las cariátides y los atlantes.
Las imágenes nos muestran el exterior del edificio y la planta del mismo.
Los elementos que sustentan el edificio son columnas de orden dórico y carecen de basa, mientras que el fuste descansa directamente sobre el estilóbato al que se accede mediante tres escalones. El fuste está recorrido por estrías unidas en arista viva y presenta un abombamiento o éntasis en su zona central, lo que acentúa su solidez y fortaleza.
El capitel está formado por 3 elementos: El collarino y, sobre él 2 elementos: el equino y el ábaco.
Sobre los capiteles descansa el techo adintelado del templo, que está formado por 3 piezas superpuestas:
El edificio tiene una cubierta a dos aguas que con la cornisa forman en la parte delantera y trasera del templo un triángulo denominado frontón.
El Partenón fue construido con mármol.
Se trata de un edificio que es octástilo y períptero.
La planta tiene forma rectangular y presenta tres espacios bien diferenciados: el pronaos, la naos y una habitación trasera, opistodomo.
Se trata de un edificio perteneciente al arte clásico griego. Era un templo dedicado a Atenea Parthenos, diosa griega de la sabiduría y patrona de la ciudad de Atenas. Está situado en la Acrópolis de Atenas. Se construyó en el siglo V a.C. a partir del proyecto de los arquitectos Ictinos y Calícrates, aunque su concepción se relaciona a menudo con la figura del escultor Fidias. El Partenón simboliza los ideales arquitectónicos clásicos, es decir; armonía, equilibrio y proporción.
La obra pertenece a la Escuela helenística de Rodas. Esta copia decoraba las Termas de Caracalla, en Roma, desde el año 50 d. C. Los italianos la descubrieron en 1506, cuando excavaban en el foro romano, y causó una enorme impresión entre los escultores renacentistas. Actualmente se expone en el Museo del Vaticano, en Roma.
Nos encontramos ante una escultura de estilo griego, perteneciente al período helénico (s. IV – I a.C.). El título es “Laocoonte y sus hijos”, de los autores Polidoro, Agesandro y Atenodoro.
La temática de esta obra es mitológica. Representa la cólera de los dioses y los castigos crueles que estos pueden poner a los pobres mortales. Simboliza el enfrentamiento entre las fuerzas poderosas de lo incomprensible y la impotencia humana. En este caso, el sacerdote troyano de Apolo, es castigado por exhortar a sus compatriotas a no aceptar el caballo de Troya como regalo de los griegos; los dioses al ver frustrados sus planes de destruir Troya, enviaron dos gigantescas serpientes de mar para que se apoderaran del sacerdote y de sus dos hijos y los estrujaran entre sus anillos. En el rostro de Laocoonte se aprecia el dolor, no sólo físico, sino el moral. Tiene una funcionalidad religiosa: ver los castigos que se podían recibir cuando los mortales desobedecían o enojaban a los dioses.
Se trata de la sección, la planta y la reconstrucción del anfiteatro romano llamado El Coliseo.
Los materiales utilizados para su construcción son variados usando hormigón, ladrillo, toba volcánica, estuco, etc. Los muros exteriores están recubiertos por sillares regulares de mármol. La fachada exterior tiene 4 plantas de altura, siendo ésta de unos 48 metros aprox. Cada planta aparece exteriormente como una serie de galerías de arcos de medio punto con semicolumnas adosadas de carácter decorativo en los espacios intermedios, excepto la última planta, que está formada por un muro liso con pilastras adosadas. Las columnas que en ella se observan son de distintos órdenes, siendo las del primer piso orden toscano o dórico, las del segundo jónico y las del tercero y cuarto corintio o compuesto.
Los arcos son 80 en cada fila, siendo los de la planta inferior de mayor altura que los de las plantas superiores. El edificio consta de 4 entradas principales.
En este edificio los elementos sustentantes son a la vez decorativos, por lo que el arco pasa a realizar las dos funciones. Son arcos de medio punto que sostienen las grandes bóvedas de cañón sobre las que se asientan los diferentes niveles de gradas. Las columnas de la primera planta son de estilo toscano. Las columnas de la segunda planta son de estilo jónico. Las columnas de la tercera planta y las pilastras de la cuarta son de estilo compuesto o corintio. El capitel consta de grandes hojas de acanto de las que brotan dos tallos.
Es elíptica. El área central, estaba cubierta con un piso de madera recubierto de arena. Bajo la arena estaba el subsuelo formado por dependencias para el material, jaulas para fieras, vestuarios, elevadores, etc. Sobre las bóvedas se alzaban las gradas, divididas en secciones. La disposición de las gradas se ordenaba según la categoría social, las más cercanas a la arena se reservaban a los patricios y en las restantes se sentaba la plebe. El acceso a cada zona se hacía mediante un complejo sistema de rampas. En la parte alta del Coliseo había mástiles donde se sujetaba un toldo usado para dar sombra los días de mucho sol o para resguardar de la lluvia.
Se construyó en la Etapa imperial – finales del s. I. El nombre original de esta obra fue Anfiteatro Flavio, en honor a la dinastía Flavia, aunque posteriormente fue cambiado por Coliseo, por tener a su lado una gran estatua: el Coloso de Nerón, que actualmente no se conserva. Comenzó a edificarse en torno al año 70 ó 72 con el emperador Vespasiano y fue completado por el emperador Tito en el año 80. Se desconoce el nombre del arquitecto.
El edificio se levantó con la función de divertir al pueblo. La popularidad de los emperadores se medía por el éxito conseguido en los juegos. Éstos eran anuales con una duración de unos 10 días. También se usaba para dar muerte a los condenados. A medio día se retiraban los cadáveres y se echaba arena limpia para dar paso al plato fuerte: las luchas de gladiadores. La mayor parte de los gladiadores eran esclavos o prisioneros, los cuales eran entrenados para luego luchar. Aunque también había hombres libres.
Construida entre el 785 y el 987. Tal dilación en el tiempo es consecuencia de una serie de ampliaciones y reformas acometidas por los sucesivos dignatarios del gobierno de Córdoba entre esos años. La primera mezquita es la que levanta Abd al-Rahman I entre el 785 y el 788 sobre el solar de la antigua Iglesia visigoda de San Vicente. La primera ampliación se realiza entre el 832 y el 848, durante el gobierno de Abd al-Rahman II. Ya en la primera mitad del siglo X Abd al-Rahman III ensancha la sala y añade un minarete. Las intervenciones de al-Hakam II (962-965), que dan a la mezquita su aspecto casi definitivo, introducen un sentido monumental y jerárquico, al estructurar un área especialmente decorada y compartimentada en torno al mihrab. Y en 987, con al-Mansur, se emprende la última y considerable ampliación de la sala de oración o haram.
Piedra y ladrillo (arcos), mármol (columnas). El alzado propiamente dicho presenta un carácter bastante innovador a base de la superposición de soportes y arcos.
Se trata del Discóbolo (Lancellotti). Su autor es el escultor Mirón. (Género) Es una escultura, individual y exenta, el original en bronce. (Cronología) Mirón realiza el Discóbolo hacia el año 455 a. C. (Estilo) La obra pertenece al arte griego, en concreto al período clásico s. V a.C.
El Discóbolo representa a un joven en su máxima plenitud física a punto de lanzar el disco. Mirón sorprende al atleta cuando la mano derecha impulsa el disco hacia atrás para volterarlo enseguida con rápidos giros, el lanzador se inclina y contrae el cuerpo, apoyando en el suelo la planta del pie derecho y los dedos del izquierdo. Para algunos, representa al héroe Hyakinthos, que murió cuando arrojaba el disco. El atletismo proporcionó a la cultura griega uno de sus elementos característicos: la plasticidad de sus esculturas. Los artistas encontraron su inspiración en los modelos que actuaban en la palestra y en el estadio. La representación de atletas desnudos en pleno esfuerzo corporal, expresaba perfectamente el ideal clásico griego, continuando además, la tradición arcaica de los Kouros.
El gran logro del Discóbolo, es su atrevida composición, imprimiendo un violento movimiento al cuerpo, la tensión muscular y la integración de la figura en el espacio. La composición es abierta, las líneas eje de la obra son curvas y triángulos. Dos largas curvas que se oponen, una que va desde la cabeza-la cadera-los pies, y otra generada en los brazos, que va, del derecho, hacia atrás y el izquierdo apoyado en la rodilla derecha. Con ambas curvas se consigue un equilibrio precario y son las responsables, del dinamismo de la composición. Y una línea en zig-zag que se inicia en el brazo derecho-cadera-rodilla-pie, imprimiendo inestabilidad y movimiento a la figura. El objetivo de Mirón no era ser fiel a la realidad, de hecho, la postura responde más a la impresión de movimiento que quería transmitir que a la posición real que adoptaban los lanzadores de disco.