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Los interrup. automáticos termomagnéticos se utilizan para proteger a contra los efectos de sobrecargas y cortocircuitos a los cables y conductores que conforman una red de distribución de energía eléctrica, también asumen la protección contra calentamiento de equipos eléctricos.
La Norma IEC 60 898 presta atención a la aplicación doméstica o comercial de los interruptores termomagnéticos y a su operación por personal no idóneo, no capacitado en el manipuleo de aparatos eléctricos. Poe eso los interruptores termomagnéticos automáticos no permiten la regulación de ninguna de las protecciones para evitar que personal no especializado tome decisiones equivocadas. Estos ajusts fijos no permiten implementar una amplia protección de motores eléctricos; para ello se deben emplear interruptores automáticos para la protección de motores, es decir, guardamotores.
Los interruptores termomagnéticos disponen de un disparador térmico retardado (bimetal), dependiente de su característica intensidad/tiempo, que reacciona ante sobrecargas moderadas; y un disparador electromagnético que reacciona sin retardo ante elevadas sobrecargas y cortocircuitos.
+Distintas curvas de actuacioón según la carga: A, B, C o D
+Elevada capacidad de ruptura de hasta 15 kA, según modelo, acorde con IEC 60 898.
+Excelente selectividad y elevada limitación de la corriente de cortocircuito
+Fácil montaje sobre riel de montaje rápido, según DIN EN 50 022 de 35 mm
+Bornes de seguridad que impiden el contacto casual con dedos, palma y dorso de la mano; de acuerdo con VDE 0106, parte 100
+Ágil cableado gracias a aberturas de bornes cónicas
+Bornes combinados que permiten conectar cable o barras colectoras de alimentación
+Características de seccionador para el interruptor
5SP4 según DIN VDE 0660, con indicador de estado de los contactos
Características de interruptor principal para el interruptor 5SP4 según EN 60 204
+Accesorios para señalización (modelos 5SX2 y 5SP4
La función de los I.T. automáticos es la protección de la aislación de los cables y conductores contra sobrecargas térmicas producidas por sobreintensidades o cortocircuitos. Es por ellos que las curvas de disparo de los interruptores se adaptan a las curvas de carga de cables y conductores
CURVA A = PROTECCIÓN LIMITADA DE SEMICONDUCTORES, PROTECCIÓN DE CIRCUITOS DE MEDICIÓN CON TRANSFORMADORES, Y DE CIRCUITOS CON CONDUCTORES LARGOS
CURVA B= Protección de gran longitud pero que no permite la inserción de corrientes elevadas de corta duración
CURVA C= Protección de conductores en instalaciones donde se produzcan corrientes de arranque elevadas (en motores, lámparas, etc)
CURVA D= Protección de conductores en instalaciones donde se produzcan fuertes corrientes de impulso (en transformadores, capacitores, etc)
El interruptor automático para la protección de motores, tambien conocido como guardamotor, permite reunir a todas las características de un arrancador directo: maniobra y protección del motor, protección del circuito, comando e inclusive seccionamiento. Todo en un solo aparato.
Se trata de un interruptor automático con la función de protección de motores. Cuenta con un disparador por sobrecargas, cuyas características y funcionamiento son igualas a las de un relé de sobrecargas; incluyendo la sensibilidad por falta de fase, la compensación de temperatura ambiente y la posibilidad de regulación.El guardamotor contiene un disparador magnético que protege al disparador por sobrecargas y a los contactos contra los efectos de un cortocircuito y separa al circuito afectado de la instalación.
Se llama capacidad de ruptura o poder de corte a la capacidad de un interruptor de manejar una corriente de cortocircuito. Con un poder de corte de 50kA ó 100kA, los guardamotores son resistentes a todos los cortocircuitos que pueden ocurrir en casi todos los puntos de la instalación. En caso de que la corriente de cortocircuito presunta supere la capacidad de ruptura asignada del guardamotor, se deben prever fusibles de protección de respaldo.
Un guardamotor reemplaza a una combinación de contactor, relé de sobrecargas y terna de fusibles. Y tiene la ventaja de, al reunir todas las funciones en un aparato, reducir el espacio necesario, el tiempo de armado y el cableado; pero la capacidad de ruptura y capacidad de limitación no son tan elevadas como la de los fusibles, y su frecuencia de maniobras y vida útil no alcanzan a la de un contactor. El accionamiento del guardamotor se hace en forma manual y con la utilización de accesorios puede señalizarse la posición de los contactos, detectar eventuales fallas y desconectar a distancia. Una solución práctica es combinar un contactor con un guardamotor aprovechando así las virtudes de ambos aparatos.
Las curvas características de los guardamotores están diseñadas para proteger contra sobrecargas a motores asincrónicos trifásicos. El guardamotor debe ser ajustado a la corriente de servicio del motor, Para proteger motores monofásicos se debe conectar a todas las vías de corriente en serie para que todos los disparadores estén cargados impidiendo así que la protección de falta de fase actúe innecesariamente.
El disparador por cortocircuitos está ajustado a 13 veces la corriente asignada del guardamotor, es decir, el valor máximo de regulación. Este valor permite el arranque sin problemas del motor permitiendo la adecuada protección del disparador por sobrecargas.
Los motores asincrónicos trifásicos se construyen para que, conectando ordenadamente las fases a sus bornes de principio de devanado, giren en sentido horario vistos desde el cabo de eje, es decir hacia la derecha. Este sentido de marcha también se conoce como directo. Se puede lograr que el motor gire en sentido contrario invirtiendo a dos de sus fases. En ese caso el motor girará en sentido antihorario o inverso, es decir, hacia la izquierda. Para lograr esta función se cuenta con los inversores de marcha. Estos constan de 2 contactores, cada uno de ellos calculado como si se tratara de un arrancador directo
Con la modalidad de arranque directo en los motores pueden surgir inconvenientes del tipo eléctrico o mecánicos, los cuales están relacionados con las corrientes de inserción en el momento de arranque. Consecuentemente estos casos requieren de sistemas de arranque que puedan evitar los inconvenientes citados, por ejemplo arranque a tensión reducida
Si la capacidad de la red eléctrica para suministrar potencia a la carga es limitada; ya sea porque es pequeño el transformador de alimentación o porque el cable de acometida es de reducida sección o muy largo; durante el arranque del motor habrá trastornos en el servicio, pues las elevadas corrientes de arranque propias de un motor asincrónico causrarán grandes caídas de tensión en la línea. Estas caídas de tensión perjudicarán el normal funcionamiento de los otros consumidores conectados al mismo punto de la red. Por ejemplo, las lámparas de iluminación parpadearán o se apagaran, como otros aparatos electrónicos cuyas fuentes de alimentación son sensibles a las bajas tensiones.
Aplicando al motor una tensión menor a la asignada durante el arranque, es posible limitar la corriente que varía proporcionalmente con la tensión aplicada.
Además se obtiene una importante reducción en el consumo de energía en el momento del arranque, también ligada a estas elevadas corrientes.
Arrancar un motor con los accionamientos convencionales implica esfuerzos de torsión en el eje del motor y acoplamiento mecánico, reduciendo su vida útil. También podría sufrir daños el producto contenido en la máquina, caerse los envases transportados en una cinta, e incluso hasta cortarse la misma. Así es conveniente reducir el par de arranque del motor, un sistema de arranque a tensión reducida logra esta característica.
El arrancador estrella-triángulo es el más utilizado de todos los metodos a tensión reducida, por la simpleza de su construcción, su relativo bajo costo y su confiabilidad.
Así, la corriente de arranque se reduce a 1/3 de la de arranque en directo. Si es 7,2 se reducirá a 2,4
Cuando está oscuro en el lugar de la célula fotoeléctrica, la resistencia aumenta su valor y la corriente circula directamente por el contacto normal cerrado y por la lámpara encendiéndose. Cuando hay luz la resistencia disminute y la corriente pasa por la resistencia misma y por el bimetálico, entonces este se dilata y termina abriendo el contacto normal cerrado, y la luz se apaga. Si es de día y se corta la energía eléctrica y al rato vuelve, la lámpara se enciende porque el bimetálico demora un tiempo en dilatarse y abrir el circuito para apagar la lámpara. Tambien ese tiempo que tarde en dilatarse sirve cuando hay una luz instantánea o que dura poco para que no se apague innecesariamente.