Portada » Educación Artística » Arquitectura Moderna: Del Eclecticismo al Funcionalismo
Se caracteriza por una vuelta a ciertos estilos medievales como el gótico o el románico, según el país. El Eclecticismo se aferra a estilos tradicionales, utilizando estructuras nuevas pero con una estética inspirada en el pasado. Cada país adopta su propio estilo, evidenciando la disputa entre arquitectos e ingenieros. Un ejemplo destacado es la Ópera de París de Charles Garnier, que combina suntuosidad con solvencia arquitectónica.
El Modernismo surge en un mundo en proceso de industrialización y expansión, buscando un arte que afecte a todos los ámbitos. Se caracteriza por:
En la segunda mitad del siglo XIX, la arquitectura se renueva con la aparición de nuevos materiales como el hierro, el cristal y el hormigón. Su fabricación en serie facilita la construcción y da lugar al Eclecticismo, que combina la desnudez de estos materiales con la ornamentación clásica.
Las exposiciones internacionales impulsan la universalización del arte y el desarrollo de nuevos edificios, como el Palacio de Cristal de John Paxton o la Torre Eiffel.
En Estados Unidos, la Escuela de Chicago revoluciona la arquitectura con el rascacielos. Inicialmente, se revisten los nuevos materiales con muros gruesos, buscando la funcionalidad en almacenes y oficinas. El incendio de Chicago impulsa el uso de materiales incombustibles y grandes ventanales. La estructura de acero se hace visible en las fachadas en forma de retícula.
El rascacielos se convierte en un símbolo de prestigio y atrae a clientes potenciales. Obras representativas: Almacenes Carson, Auditorium Building, Empire State Building, Seagram Building.
A partir de 1919, el Funcionalismo, representado por la Bauhaus y Walter Gropius, busca una arquitectura que exprese su funcionalidad, eliminando elementos superfluos. Se caracteriza por:
Utiliza materiales de alta calidad, generaliza el uso del acristalamiento y la carpintería metálica. Promueve la apertura de la Bauhaus al exterior mediante congresos, conferencias y publicaciones. Obras importantes: Fábrica Fagus y Edificio de la Bauhaus.
Su estilo se define por la línea recta y el plano rígido. Obras como el Pabellón de Alemania en Barcelona muestran su sencillez, juego de volúmenes, plasticidad y exquisitez en las formas. Utiliza cristal, acero y estructuras vistas.
La Arquitectura Orgánica, con Frank Lloyd Wright como principal exponente, busca integrar el edificio con el entorno natural y satisfacer las necesidades psicológicas del hombre. Se caracteriza por:
Le Corbusier, figura fundamental de la arquitectura contemporánea, busca reconciliar la arquitectura con el hombre. Aplica el principio de planta libre, utiliza pilotis para aislar el edificio del suelo y participa activamente en concursos, congresos y publicaciones. Obras destacadas: Villa Saboya e Iglesia de Ronchamp.
Oscar Niemeyer, discípulo de Le Corbusier, trabaja principalmente en Brasil, utilizando pilotis y ventanas con rompesoles. Japón, con arquitectos como Kenzo Tange, combina la tradición con la innovación, adaptándose a los problemas del subsuelo.
En España, destacan arquitectos como José Luis Sert (Pabellón de España en la Exposición Universal de París de 1937), Santiago Javier Carvajal, Rafael Moneo y Santiago Calatrava, que contribuyen a las excelentes perspectivas de la arquitectura española.