Portada » Educación Artística » Arquitectura de la Escuela de Chicago y sus Derivaciones: Racionalismo y Organicismo
Primera vanguardia americana. El incendio de Chicago en 1871 reunió a muchos arquitectos deseosos de aplicar los nuevos conceptos y materiales. Su principal logro fue el desarrollo del rascacielos, gracias a los nuevos materiales y sistemas de armazón, junto con la incorporación del ascensor.
El primer edificio alto de oficinas, antecedente de los rascacielos, es el Home Insurance Building (1885) de Chicago, del ingeniero William Le Baron Jenney (1832-1907). Jenney diseñó la primera estructura de acero con vigas entrecruzadas que sustentaba el peso del edificio, lo que permitió aligerar los muros exteriores y usar grandes ventanales. Otras innovaciones incluyeron cimentaciones más profundas y la generalización del ascensor en edificios de oficinas y residenciales. La entrada, remarcada, a menudo incorporaba elementos clásicos. El edificio fue demolido en 1931.
Arquitecto y teórico, Sullivan creía que el edificio debía cubrir las demandas de la sociedad de su época y ser una muestra del espíritu de la democracia americana, reflejado en la poesía de Walt Whitman. Diseñó edificios funcionales con elementos decorativos que fueron desapareciendo gradualmente, siguiendo el principio de «la forma sigue a la función».
Wright se especializó en el diseño de viviendas unifamiliares en los alrededores de Chicago, las «Prairie Houses», donde primaba la relación con la naturaleza. Apreciaba la arquitectura tradicional japonesa, lo que se reflejaba en el predominio de líneas horizontales y tejados con grandes voladizos. Utilizaba materiales a la vista, especialmente naturales, y realizaba un diseño integral de la vivienda y el mobiliario. Su obra tenía un trasfondo filosófico humanístico, con el ser humano en relación con la naturaleza, y se centraba en el sentido de lo interior como realidad. Sus diseños se caracterizaban por la planta libre flexible, la continuidad de ambientes y la unidad exterior-interior. Estos fueron movimientos que contribuyeron al declive del racionalismo arquitectónico.
Desarrollada en Europa, la arquitectura racionalista fue una herencia de la ruptura modernista y de la posibilidad de crear nuevos espacios y formas. Sus orígenes se pueden encontrar en la Segunda Revolución Industrial, con el uso racional de las formas y los nuevos materiales. También se la ha relacionado con la arquitectura clasicista utópica de Ledoux o Boullée. El crecimiento de las ciudades demandaba espacios funcionales, donde la estética no era prioritaria, sino el uso de la razón. Se utilizaban los materiales que la nueva industria proporcionaba, acordes con su tiempo. Apareció el muro cortina. La arquitectura racionalista se basaba en formas geométricas puras y rompía con la tradición, siendo autorreferencial y originaria de la época. La aparición y el uso del hormigón armado fueron de gran importancia.
Perret provenía de una empresa familiar de hormigón armado, material que comenzó a utilizar para la construcción de viviendas. En su estudio trabajó Le Corbusier.
Loos rechazó la Secesión vienesa, en la que se había formado (Café Museum). En 1908 escribió Ornamento y delito, donde propuso una arquitectura y un diseño sin ornamentación. La única decoración debía ser la calidad de los materiales, a la vista. Primaba la función sobre la forma. Valoraba los espacios interiores más que los exteriores, desarrollando el «Raumplan» o planta espacial, con distintos niveles e interiores dinámicos.