Portada » Psicología y Sociología » Aprendizaje y Memoria: Un Vistazo Completo
Cambio relativamente permanente en el comportamiento. Refleja una adquisición de conocimientos, habilidades o actitudes a través de la experiencia, que puede incluir instrucción, observación o práctica.
Aparición de conductas que dependen del desarrollo de ciertas estructuras orgánicas y del sistema nervioso, se presentan en ciertas etapas evolutivas y no está determinada por ninguna experiencia.
Respuesta innata, automática e involuntaria que se produce como reacción a estímulos específicos.
Un estímulo ambiental activa una neurona sensitiva, que transmite la información sensorial a la médula espinal. Aquí, una interneurona recoge los impulsos sensoriales y los envía a una neurona motora, cuya función es activar los músculos implicados en el movimiento.
Funciones fijas para cada especie, muy estereotipadas. No suelen ser aprendidas y suelen ser muy resistentes al cambio. Suelen aparecer con estímulos muy específicos.
Es el fenómeno por el cual “nos acostumbramos a algo”, como consecuencia repetida de un estímulo.
Es un aumento en la reacción ante los acontecimientos ambientales.
Tipo de aprendizaje a través del cual un organismo llega a asociar estímulos.
Es el aprendizaje en el que una respuesta voluntaria se refuerza o debilita, según sus consecuencias sean positivas o negativas.
“Si una respuesta va seguida de un hecho satisfactorio, la asociación entre estímulo y respuesta se fortalecerá”.
Cualquier estímulo que aumenta la probabilidad de una conducta.
Sucede cuando el sujeto observa la conducta de un modelo, aunque se puede aprender una conducta sin necesidad de que la lleve a cabo.
Para Ausubel, el aprendizaje cognitivo significa que lo que aprendemos es el producto de la información nueva interpretada desde lo que ya sabemos. No se trata de reproducir información, sino de asimilarla e integrarla en nuestros conocimientos anteriores.
Es la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar la información.
Unidad mínima de información. Según Miller, nuestra memoria a corto plazo puede almacenar alrededor de 5-7 chunks.
Según Atkinson y Shiffrin, que desarrollaron la teoría multi-almacén de la memoria, existen tres sistemas de memoria que se comunican e interaccionan entre sí:
La información se almacena durante un breve periodo de tiempo (1-2 segundos). Después, pasa a la MCP o desaparece. Existen memorias sensoriales para cada sentido. Las más importantes son la visual (icónica) y la auditiva (ecoica).
Dura unos 20 segundos. Se llama también Memoria Operativa o Memoria de Trabajo. Interpreta y organiza lo que le da la memoria sensorial. Decae rápidamente. Su capacidad de retención es limitada. Si se repasa, podemos aumentar su capacidad y mejorarla. Se pierde fácilmente.
La información se guarda definitivamente en esta memoria. Tiene una capacidad casi ilimitada. Para acceder a la información, es importante cómo la hemos organizado. Puede ser semántica o visual. Funciona como un proceso que implica a distintas áreas del cerebro. Un estímulo es registrado en la MS, la mayoría de estas sensaciones son olvidadas, algunas pasan a la MCP, donde se codifican y decidimos si queremos guardarlas en la MLP. En la MLP tenemos infinidad de recuerdos; cuando queremos utilizar alguno, lo recuperamos y lo llevamos a la memoria a corto plazo.
Recordamos mejor la información cuando es significativa y está bien organizada. Recordamos mejor aquello que supone para nosotros hechos significativos frente a los que no nos afectan emocionalmente. Se recuerda mejor si se hace el esfuerzo en el mismo contexto en el que ocurrió la acción. Se graban mejor los estímulos nuevos, emotivos, interesantes, emocionantes… Tendemos a rellenar huecos en la memoria, por lo que muchas veces nuestro cerebro tiende a inventarse recuerdos y reconocerlos como verdaderos.
Es la pérdida total o parcial de la memoria, originada por el estado neurológico de las personas o por causas psicológicas.