Portada » Historia » Antiguo Régimen
El aumento de población y el crecimiento de la demanda en las colonias europeas en América provocaron una mayor necesidad de productos manufacturados. Los comerciantes y algunos artesanos buscaron escapar del control de los gremios. Se empezó a extender el trabajo doméstico: una familia campesina recibía de un artesano-comerciante la materia prima y los instrumentos de trabajo para elaborar productos en su propio domicilio. Se difundíó un modelo de producción preindustrial: las denominadas manufacturas. Bajo un mismo techo a un número muy elevado de trabajadores que percibían un salario.
El crecimiento de la economía convirtió a la burguésía en el grupo social más dinámico. Los burgueses poseían los negocios, las manufacturas y las compañías comerciales. Actuaban como prestimistas de la nobleza y de la monarquía. Muchos de ellos tenían, además, una sólida formación intelectual. Demandaban el fin de los privilegios estamentales de la nobleza, la igualdad de derechos y poder participar en política.
En el terreno económico surgieron los llamados fisiócratas, que se opusieron al mercantilismo. Defendían que la principal fuente de riqueza de un país es la agricultura y se opónían a toda reglamentación por parte del Estado.
Algunos soberanos, sin dejar de ser monarcas absolutos, llevaron a cabo experiencias reformistas que pretendían unir la autoridad real con las ideas de progreso de la Ilustración. Federico II en Prusia y María Teresa I en Austria. Los rasgos comunes de la actuación de estos monarcas son la el fomento de la educación y la modernización económica.
una serie de transformaciones en la agricultura que se conocen como revolución agrícola, hicieron posible un notable incremento de la producción de alimentos. Las tres innovaciones agrarias más importantes fueron: la difusión de una nueva rotación de cultivos, la introducción de nuevas herramientas, de nuevos cultivos y fertilizantes, y el cercado y la privatización de los campos abiertos.
La reducción de la tasa de mortalidad fue el resultado de una mejor alimentación, así como de algunos avances médicos e higiénicos. La desaparición de las grandes hambrunas comportó que la población, mejor alimentada, tuviera mayor resistencia ante las enfermedades y epidemias. La natalidad se elevó debido a la disminución de la edad de matrimonio. El incremento de la población supuso un gran estímulo al proceso de industrialización por que proporciónó mano de obra abundante e hizo aumentar el número de consumidores.
A mediados del Siglo XVIII, en Gran Bretaña se mejoraron los caminos y se construyeron multitud de canales. Pero la verdadera revolución en el transporte fue el ferrocarril, gracias a la invención de la locomotora, una máquina de vapor capaz de trasladarse sobre rieles. Y los barcos de vapor facilitaron los intercambios entre los centros de producción y de consumo. El resultado de estas innovaciones fue la creación gradual de una densa red ferroviaria en Gran Bretaña y en el resto de Europa.
Las nuevas fuentes de energía (hidráulica y vapor) impulsaron la mecanización del proceso productivo a partir de la utilización de nuevas máquinas. La mecanización estimuló la implantación del sistema fabril, una nueva manera de organizar la producción y el trabajo. El elemento central de este modelo era la fábrica, que reunía bajo un mismo techo los dos factores de producción: el capital y el trabajo. Este sistema comportó la ruina de muchos artesanos.
la difusión de la industrialización obligó a los trabajadores a trasladarse a la ciudad. Así, crecieron las ciudades y se consolidó una sociedad urbana. A principios del Siglo XIX, solo un 2% de la población europea vivía en ciudades, y a comienzos del Siglo XX lo hacía ya el 78% de los británicos. El rápido crecimiento de las ciudades originó una fuerte segregación social por los barrios: la burguésía abandonó el casco antiguo: se derribaron las murallas de muchas ciudades a fin de construir grandes avenidas y se planificaron barrios residenciales. Los trabajadores se establecieron en barrios obreros, cerca de las fábricas y carecían de infraestructuras (calles no pavimentadas, sin alcantarillado). Los edificios albergaban viviendas pequeñas, sin agua corriente, que a menudo acogían a mas de una familia.
La industrialización comportó una nueva sociedad de clases configurada de la burguésía y el proletariado industrial. En la antigua sociedad estamental, la posición social venía determinada por la herencia, y los estamentos eran grupos cerrados. En la nueva sociedad industrial, la propiedad definía la pertenencia a una determinada clase y existía una movilidad social.