Portada » Psicología y Sociología » Ansiedad y Trastornos Relacionados: Tipos, Síntomas y Tratamiento
La ansiedad en sí misma no es un trastorno, ya que todo el mundo la experimenta en algún momento de su existencia. El fenómeno de la angustia o ansiedad emerge cuando la persona se siente amenazada en su integridad física o psíquica, actúa como señal que permite al sujeto tomar conciencia de una situación de peligro y tomar las medidas oportunas para protegerse.
La ansiedad se transforma en patología en el momento en que el estímulo no lo justifica, está demasiado intensa y prolongada. La diferencia es cuantitativa. Persistente, generalizada, desproporcionada, sin capacidad de respuesta y dolorosa. Desde el punto de vista psicopatológico la ansiedad se define por un estado de inquietud que genera miedo indefinido y sentimiento de inseguridad.
La ansiedad aparece en cualquier eventualidad que amenaza a la identidad del yo personal. La ansiedad normal se explica por los estímulos que desencadena. La ansiedad patológica es:
La angustia patológica es más corporal y desproporcionada al estímulo, sobrepasando los límites adaptativos manteniendo al paciente hiperactivo, afectándole en el rendimiento y en la libertad personal. Las alteraciones del lenguaje en los trastornos de ansiedad, habla de forma muy rápida con repetición de palabras, frases, con lenguaje vago y prolijo, con sobreabundancia de detalles innecesarios.
Son experiencias vitales muy dolorosas. Son episodios súbitos de aparición diurna o nocturna que consiste en una descarga de noradrenalina, con sensación de peligro o muerte inminente, de volverse loco o de perder el control. Dura de 15 a 30 min. Los síntomas varían de un caso a otro, pero los más frecuentes son: sensación de ahogo, mareo, sensación de inestabilidad o pérdida de conocimiento, palpitaciones o taquicardias, temblor, sudoración, vivencias de despersonalización y desrealización. Aparece la ansiedad de anticipación lo cual da lugar a las crisis patológicas. El tratamiento consiste en: medicación de base (ansiolíticos) y medicación de acción rápida, llevarlo siempre encima si lo necesita.
Es la corrección del lenguaje interior que siempre es negativo en situaciones de tensión. No te dejes invadir por ideas negativas, ordena tus propios pensamientos, el que lucha está contento, qué tranquilidad me da llevar la medicación encima, tranquilo seguro que puedes.
Es el estado permanente de ansiedad y preocupación excesiva de larga duración y curso fluctuante. Los síntomas son: inquietud o impaciencia, dificultad de concentración, irritabilidad, tensión muscular, alteraciones del sueño. Los síntomas somáticos son parecidos a las crisis pero menos intensas, taquicardias, palpitaciones astenia, disnea, cefalea, sequedad en la boca. Si se alcanza la fase crónica se añade: tristeza, apatía, desinterés y cansancio.
La fobia se caracteriza y se diferencia de los simples temores en: el miedo es desproporcionado a la situación que lo crea, no pueden ser explicadas o razonadas, se encuentran fuera del control voluntario, conducen a la evitación de la situación y objeto temido. Dentro de la clasificación la más aceptada es la fobia simple, la fobia social y la agorafobia.
Se define como temores acusados, persistentes, excesivos o irracionales desencadenados por la presencia del objeto o de la situación concreta. Temor a la sangre, temor a las serpientes, temor a los perros. Se originan suele ser infantojuvenil. Si la fobia no interfiere la vida ordinaria no requiere tratamiento. Solo un 2% precisa tratamiento farmacológico y técnicas cognitivo-conductuales. Cuando una persona se expone al estímulo temido, sufre invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, similar a una crisis de angustia con todo el cortejo y descarga física neurovegetativa.
Miedo irracional a lugar amplios o plazas públicas, hoy se aceptan no solo a lugares abiertos sino también a múltiples y a lugares difíciles para escapar a un lugar seguro. Cines, autobuses, almacenes.
Son temores acusados y persistentes a una situación social o actuaciones en público. Temor a actuar de forma humillante o embarazosa como comer, beber, hablar, escribir.
Se caracteriza por presencia de pensamientos obsesivos y actos compulsivos. Los pensamientos obsesivos son ideas, imágenes, impulsos recurrentes e incluso que aparecen de forma repentina, son irracionales e involuntarios, provocan gran malestar y no se pueden evitar. Son pensamientos insólitos y parásitos. Las compulsiones son actos mentales o físicos repetidos y estereotipados dirigidos a reducir el malestar generado por el pensamiento obsesivo.
Se produce por la exposición de un estrés ambiental desbordante, con episodios recurrentes de reexperimentación del episodio traumático. Embotamiento emocional y estado de ánimo disfórico. Aparece en el 85% de los supervivientes. Sucede cuando se experimenta una situación que puede implicar la muerte inmediata, por ejemplo violaciones.