Portada » Lengua y literatura » Análisis literario de La casa de los espíritus de Isabel Allende
La obra refleja muchos de los acontecimientos de la historia de Chile en el siglo XX, especialmente en las dos décadas previas al Golpe de Estado de Pinochet en 1973 y hasta la victoria de Salvador Allende y la Unidad Popular en 1970.
Este mundo aparece reflejado en Las Tres Marías. En el ámbito urbano, vemos una amplia masa social sometida a la oligarquía que de una u otra manera ostenta el poder.
En el ámbito rural, la oligarquía la encarnan los grandes terratenientes que ejercen el poder absoluto en sus fundos. La oligarquía se relaciona con la clase trabajadora desde la arrogancia de clase, con una clara certeza de superioridad económica, social y moral.
En general, podemos afirmar que la obra es muy fiel a los acontecimientos históricos.
La novela La casa de los espíritus fue publicada en 1982, dentro del contexto literario de la narrativa del postboom. En la novela de Isabel Allende se aprecian tanto la huella del llamado realismo mágico, como de las características propias de la narrativa del postboom.
El realismo mágico es un movimiento literario surgido en la década de los sesenta en la narrativa hispanoamericana que incorpora elementos míticos. Describe cosas imaginarias o sobrenaturales como si fueran reales y cotidianas, y viceversa. El realismo mágico es una seña de identidad de las raíces culturales de la Hispanoamérica profunda.
Se entiende por estructura externa de una novela la manera en la que la autora organiza el contenido de su material narrativo en capítulos, partes o secuencias narrativas. En el caso de La casa de los espíritus, la narración está distribuida en 14 capítulos y un epílogo.
La estructura interna hace referencia al orden de los acontecimientos que transcurren en la obra. La casa de los espíritus se caracteriza por seguir una estructura cronológica, recurre también a diferentes prolepsis y analepsis y, finalmente, en el epílogo se percibe que la novela presenta una estructura circular.
Según la temática, la novela se suele dividir en dos partes:
Las Tres Marías encarna gran parte de la identidad de Chile de esos momentos.
Gracias al postboom, los personajes femeninos ocuparon una posición más activa. Disfrutan, o padecen, de todo tipo de relaciones amorosas.
Las voces de Esteban y Alba que narran en primera persona actúan como narrador testigo, ofreciendo una doble visión de los acontecimientos. En el caso del yo testigo de Alba, no se sabrá su identidad hasta el final de la obra, cuando en el epílogo sepamos que esa voz no es otra que la de ella.
El tiempo externo o histórico es el momento en que transcurre la narración. En La casa de los espíritus el tiempo abarca desde comienzos del siglo XX hasta mediados de los años setenta aproximadamente.
El tiempo interno es en el que se desarrollan los acontecimientos que se están narrando. En este caso, alejándose de un orden lineal, cronológico, se dan numerosos saltos en el tiempo hacia delante (prolepsis).
El macroespacio donde transcurre la historia es Chile. Dentro de él encontramos dos microespacios que estructuran la novela: el campo, la vida en Las Tres Marías; y la ciudad, la gran casa de la esquina. Son espacios opuestos, donde los mismos personajes se comportan de manera diferente.