Portada » Geografía » Análisis del Mercado Laboral Español
Paro friccional: Es el paro voluntario.
Paro cíclico: Relacionado con el ciclo económico.
Paro estructural: Aparece por desajustes entre las cualidades de los parados y las demandas del mercado.
El aumento de la participación laboral de las mujeres (tasas de actividad) supera la media de la UE. La tasa de actividad, que estaba por debajo de la UE, ha llegado a ser superior.
La tasa de temporalidad en España dobla la de la OCDE y es muy superior a la de la UE. El porcentaje de personas con contratos a tiempo parcial suele ser para quienes no tienen disponibilidad para trabajar a tiempo completo. La tasa de paro es más elevada que en la UE y es más del triple de la media de la OCDE.
El paro de larga duración (18% en 2008) era menor que en la UE (36%), afectando especialmente a hombres debido a la elevada rotación por contratos temporales. Sin embargo, en 2012, el paro de larga duración ascendió al 44,4%. Con la crisis, el paro de larga duración ha aumentado mucho más en España que en la UE.
España destaca por tener la segunda tasa de paro más alta después de Grecia, a pesar de que entre 1995 y 1997 se redujo mucho. Al llegar la crisis a partir de 2007, se destruye mucha ocupación, lo que aumenta la tasa de paro. En épocas de expansión se crea mucha ocupación y baja la tasa de paro.
Además, España destaca por tener la tasa de temporalidad más elevada con respecto a otros países (casi el 24%).
Ámbito de negociación:
En España, desde el Estatuto de los Trabajadores (1980) y hasta 2012, hubo baja afiliación, pero alta cobertura y negociación sectorial, lo que resultó en un poder sindical elevado.
La reforma laboral de 2012 cambió el modelo de negociación colectiva, apostando por la negociación descentralizada (en la empresa):
Convenios colectivos:
Limita la extensión automática (ultractividad) de los convenios a un año tras finalizar su vigencia.
Favorece la flexibilidad interna (modificar salarios y condiciones de trabajo si son mejores que el convenio).
Flexibiliza el tiempo de trabajo (la empresa podrá distribuir de forma irregular el 10% de la jornada anual y habrá una reducción de jornada y suspensión temporal de contrato más fácil).
Facilita la movilidad funcional (entre trabajos) y la geográfica (entre plantas).
Incluyen los trámites (preaviso, negociación), salarios de tramitación e indemnizaciones.
Cuanto más caro sea el despido, menos despedirá la empresa, pero también es lógico que si a la empresa le cuesta más despedir, también le costará más contratar. El empleo es más estable, pero el paro será de larga duración. Un empleo más estable da mayor poder sindical, lo que lleva a un mayor salario y menor empleo.
En España, antes del Estatuto de los Trabajadores (1980), los costes de despido eran muy elevados.
Despido procedente: El trabajador ha hecho algo mal que justifica su despido.
Despido improcedente: Cuando no hay motivos justificados para el despido.
Como los costes de despido eran muy elevados con respecto a Europa, se seguían dos estrategias para intentar reducirlos:
Como consecuencia, aumenta la tasa de temporalidad. Efectos negativos:
Si se recibe el paro durante mucho tiempo, existe el riesgo de que aumente el paro de larga duración.
En España, desde la LBE (1973) y hasta 1982, las prestaciones eran generosas. Desde la reforma de 1982, las prestaciones están en la media-baja de la OCDE (tasas de sustitución medio-altas; duración máxima superior a la media europea; prestaciones sujetas al IRPF).
En 2012: tasa de sustitución del 70%, pero del 50% desde el sexto mes. Actualmente, la prestación por desempleo en España está en la parte media-baja.
Son la formación, el asesoramiento, etc.
Gasto en políticas de mercado de trabajo:
Efectos de las políticas activas:
Por ello, contribuyen a reducir el paro de larga duración.
España es de los que menos gasta en políticas activas y de los que más gasta en políticas pasivas. Gasta mucho en incentivos para encontrar trabajo, pero menos en formación que la UE.