Portada » Historia » Análisis de la Constitución Española de 1837
Para empezar, se nombró una comisión presidida por Argüelles, cuyo objetivo sería mejorar la Constitución de 1812. Los progresistas revisaron el texto constitucional y establecieron cuatro reformas fundamentales:
El resultado fue una nueva constitución en lugar de una reforma de la gaditana.
La solución adoptada tuvo un carácter intermedio, como toda la Constitución, se presentaba una lista con tres nombres y el rey elegía uno de ellos.
Mientras tanto, el gobierno de Calatrava, bastante progresista, tiene que dimitir y le sustituye un gobierno moderado (Alcalá-Galiano, Donoso Cortés, Martínez de la Rosa, Bravo Murillo).
La ocupación de Segovia por las tropas carlistas en agosto de 1837 es lo que desencadena la dimisión del gobierno de Calatrava. Un grupo de oficiales de Pozuelo de Alarcón se levanta y exigen un cambio de gobierno. La Reina encargó la formación de un nuevo gobierno a Eusebio Bardají. Dicho gobierno moderado comenzó a hacer una política de acercamiento a la Iglesia, restablecimiento del diezmo… En definitiva, durante este periodo se fueron sucediendo rápidamente gobiernos progresistas y moderados.
Pero determinadas circunstancias como el fraude electoral, las dificultades económicas, o el proyecto de ley municipal, que perseguía fundamentalmente la reducción del número de electores y la designación de los alcaldes por los gobernadores, precipitaron la crisis gubernamental.
Así las cosas, la Reina Gobernadora acudió a Barcelona a entrevistarse y buscar el apoyo de Espartero, que gozaba de gran popularidad por sus victorias militares, ofreciéndole la presidencia de un nuevo gobierno. El general, dentro de su programa político, imponía como condiciones: el veto a la ley municipal y la convocatoria de nuevas cortes. La Reina, ante el fracaso de sus negociaciones con el militar progresista, cometió el error de sancionar la ley municipal. La reacción popular no se hizo esperar y se formaron las “juntas revolucionarias” en las principales ciudades respaldadas por la Milicia Nacional. La Reina tuvo que nombrar jefe de gabinete a Espartero y ella renunció a la Regencia y se exilió a Francia.
La Constitución de 1837, a pesar de ser un texto constitucional técnicamente estimable y políticamente conciliador, fue un fracaso. De hecho, el poco tiempo que estuvo vigente sufrió incumplimientos, infracciones y violaciones. Por otra parte, la coacción y corrupción electoral privaban de representatividad y legitimidad a las elecciones.
Por todas estas razones, durante esta época comenzaron a aparecer textos y testimonios que mostraban una profunda y noble duda sobre las virtudes que se habían atribuido al nuevo texto constitucional y las instituciones.