Portada » Filosofía » Análisis Comparativo: Marx y Nietzsche sobre la Alienación y la Transvaloración de Valores
Filósofo y economista alemán del siglo XIX.
Análisis de la alienación en el trabajo propia del modo de producción capitalista.
Uno de los conceptos fundamentales en Marx es la alienación. El texto se centra en la alienación del trabajo, de la cual se derivan otras formas de alienación. Para Marx, el trabajo constituye la esencia del ser humano, pero en el sistema capitalista, el trabajo es externo al trabajador.
Esta condición no permite la afirmación del individuo, ni su felicidad, ni su libertad. Por el contrario, supone su negación, su infelicidad y una mortificación para su cuerpo y espíritu. Es un trabajo forzado, no libre, realizado para obtener un salario que satisfaga necesidades básicas. El trabajador se ve forzado a trabajar, es una actividad que le supone un sacrificio.
La alienación económica promueve otras formas de alienación: social, política, religiosa y filosófica. Marx persigue la superación de la alienación, objetivo que solo será realidad cuando desaparezca la propiedad privada de los medios de producción y las clases sociales.
Filósofo alemán del siglo XIX.
Evolución histórica de la moral simbolizada en la triple transformación del espíritu: camello, león y niño.
Nietzsche critica la cultura occidental, influenciada por la filosofía platónica y la religión judeocristiana. Propone superar la decadencia de la civilización occidental a través de la transvaloración de valores.
Describe la evolución histórica de la moral humana. En un primer momento, el ser humano (el camello) acepta valores contrarios a la vida, a la tierra, a los instintos, basados en una falsa interpretación de la realidad. Esta etapa representa la resignación y la humillación del cristianismo.
En el desierto, el camello se transforma en león, reclamando su libertad. El león es el gran negador, pues ha reconocido la falsedad de los valores tradicionales. Sin embargo, el león no es capaz de crear nuevos valores, representando el pesimismo y la decadencia de la civilización occidental.
Solo la aparición de un nuevo hombre, representado por el niño, abrirá la posibilidad de crear nuevos valores que acepten la vida y la realidad como cambio y temporalidad. El niño llevará a cabo la transvaloración de valores, la creación de una nueva moral que afirme la vida. La condición para que pueda iniciarse esta nueva etapa de la humanidad es el reconocimiento de que Dios ha muerto.
Nietzsche critica la influencia de Sócrates y Platón en la filosofía occidental. Considera que Sócrates priorizó la razón sobre la vida, mientras que Platón introdujo el error de un mundo de conceptos o esencias inmateriales. Para Nietzsche, estos conceptos metafísicos son engaños del lenguaje que revelan temor y odio hacia la vida.
En oposición al dogmatismo metafísico, Nietzsche defiende la existencia de múltiples y cambiantes perspectivas en lugar de una única verdad absoluta. Critica la moral tradicional, considerándola antinatural y basada en la religión judeocristiana. Según Nietzsche, la moral tradicional es una venganza contra los fuertes, que pretende la igualdad y exalta la humildad. Busca la felicidad en el más allá, manteniendo vivos valores contranaturales.
Para Nietzsche, la vida es voluntad de poder, un impulso creador que busca la superación. La humanidad ha valorado lo que se opone a la vida, por lo que es necesario invertir los valores y afirmar la vida a través de la transvaloración de valores.
El superhombre es el nuevo hombre, inocente, fruto de la triple transformación del espíritu. El camello representa la sumisión a la moral tradicional, el león la negación de estos valores y el niño la capacidad de crear nuevos valores. El superhombre recupera los instintos vitales y lleva a cabo la transvaloración de valores. La muerte de Dios es la condición para la aparición del superhombre y de la nueva moral.
Para Marx, la historia es la sucesión de modos de producción. El modo de producción actual, el capitalismo, es la causa de la alienación. El modo de producción abarca la totalidad del sistema social, incluyendo la estructura económica, jurídica, política y cultural.
Existen dos niveles: la infraestructura, que comprende las fuerzas productivas y las relaciones de producción, y la superestructura, que abarca las ideas y representaciones que configuran la conciencia humana. La ideología dominante en cada momento corresponde a la ideología de la clase dominante.
El conflicto surge del desarrollo de las fuerzas productivas, que chocan con las relaciones de producción existentes. Esto genera una revolución social que transforma la superestructura ideológica. El capitalismo crea las condiciones para su propia superación, llevando a la desaparición de las clases sociales y la instauración del comunismo. En este nuevo sistema, la alienación desaparecerá y será posible la realización plena del ser humano.