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4 Dualismo antropológico. Mecanicismo y libertad
Descartes separa la naturaleza humana en dos sustancias: la sustancia pensante o alma y la sustancia extensa o cuerpo. Dice que la caracterísitca principal de una es el pensamiento y de la otra la extensión, y que no se pueden reducir la una a la otra. Por tanto Descartes defiende una perspectiva dualista del ser humano.
4.1 La explicación mecanicista del mundo
Descartes explica que los atributos esenciales de la materia son extensión o volumen, movimiento y figura. Todos los fenómenos naturales se pueden explicar como producidas por los movimientos de cuerpos en el espacio.
Dios ha creado el mundo a partir de la materia y lo ha dotado de movimiento. La cantidad de materia y movimiento permanecen constantes ,puesto que Dios es inmutable y crea y conserva el mundo. Las características principales de esta explicación mecanicista de la realidad son que evita explicaciones finalistas o causas y que considera el mundo creado por Dios a partir de unas leyes físicas necesarias.
En este mundo no hay vacío y los cuerpos tienen la cualidad de la extensión. Espacio y tiempo son relativos, dependen del lugar que ocupa un objeto en el universo. No hay átomos porque toda materia extensa se puede dividir , el mundo es infinito, no hay pluralidad de mundos y todo está formado de la misma materia.
El movimiento se produce por contacto de un cuerpo con otro y movimiento y reposo son sólo diferentes estados de un cuerpo.
El origen del movimiento es Dios, que crea y conserva el mundo con una cierta cantidad de materia y energía o movimiento, que no varía sino que se transmite entre los cuerpos sin aumentar ni disminuir.
Las tres LEYES DEL MOVIMIENTO que permiten explicar todos los comportamientos de los objetos en el mundo físico , todos los fenómenos, son las siguientes:
4.2 El dualismo alma-cuerpo y su interacción
La teoría de las dos sustancias permite salvar la libertad dentro de su universo mecanicista. El ser humano es un compuesto de pensamiento y materia extensa.
Pese a ello Descartes considera que alma y cuerpo están estrechamente unidos, aunque a la vez también dice que el alma como ser pensante es una sustancia totalmente diferente del cuerpo y puede existir sin él.
Por eso el ser humano no depende de las leyes mecánicas de la física en su parte mental, es libre.
Pese a ello cuerpo y alma están muy unidos, como mezclados, y eso hace que podamos sentir dolor o producir ideas a partir de influencias de los cuerpos en los sentidos. En la parte más baja del cerebro se encuentra la glándula pineal, que es el punto de contacto en el que se produce la interacción alma-cuerpo. Descartes explica todas las operaciones de la mente o alma excepto la de pensar de forma mecánica , tales como “ los olores, los sabores y demás cualidades por las que los objetos exteriores pueden imprimir en el cerebro varias ideas… pasiones interiores….
Pero la presencia del alma humana o mente es fundamental para distinguirnos de las máquinas o los animales.
4.3 Las pasiones del alma
La relación entre alma y cuerpo es como un combate entre pasiones y la razón y la voluntad propias del alma. Las pasiones son percepciones, sentimientos o emociones que se dan en nosotros y afectan al alma , pero cuyo origen se encuentra en los cuerpos , en lo material.
Las pasiones se caracterizan por ser: involuntarias y irracionales.
Las pasiones son las percepciones, sentimientos o emociones del alma que relacionamos con ella y son producidas por algún movimiento de los “espíritus”, según Descartes. Son las percepciones, sentimientos y emociones causadas por el cuerpo y se tienen que distinguir de nuestras percepciones. Estas pasiones son buenas , pero el uso que hacemos de ellas puede ser malo. Hay que controlarlas. Dependen de condiciones fisiológicas, para lo cual hay que controlar las causas que las producen. Y este control lo podemos hacer de modo indirecto por medio de la representación en la mente de cosas que habitualmente aparecen unidas a esas pasiones.
Pero las pasiones llevan a la acción por medio del deseo que producen, por lo que la moral tiene como principal función el control del deseo. Hay que distinguir a su vez entre un deseo bueno y uno malo. El deseo es bueno cuando se sigue de un conocimiento verdadero y malo cuando se sigue de un error.
La fuerza del alma consiste en su capacidad para controlar y dirigir las pasiones , que son buenas si se encauzan correctamente.
4.4 La libertad y el problema del determinismo
Aceptar la posibilidad de poner nuestros conocimientos en duda , ser capaces de iniciar la duda metódica, implica descubrir un hecho evidente y fundamental, la LIBERTAD del ser humano.
El hombre es libre de forma clara tanto para poner en duda sus conocimientos como, en el ámbito moral, para actuar y decir que sus comportamientos son correctos e incorrectos, para hacer juicios sobre su conducta.
Al haber demostrado la existencia de Dios se presenta un problema. Vemos que a veces los hombres cometen errores y afirman como ciertas cosas que son falsas, cometen errores. Pero el error no puede provenir de Dios que es omnisciente y perfecto. Sabemos que el error procede del uso incorrecto del ser humano de su voluntad más allá de los límites que el entendimiento o mente le representa.
Pero esto parece incompatible con la idea de la PRESCIENCIA DIVINA o PREDETERMINACIÓN. Dios no permitiría el error .Descartes tiene varias opiniones al respecto.
En primer lugar Descartes considera que el hecho de que nuestra decisión esté condicionada no hace que sea mejor o peor. De hecho , si nuestra decisión se inclina por actuar condicionada por la razón será más correcta, aunque aparentemente sea menos libre. Del mismo modo si la decisión se toma determinada por la gracia o voluntad divina, que dirige la acción a lo correcto, también será más libre.
Hay que tener en cuenta que las acciones humanas se realizan por razones, causas y motivos y, si los hombres fuéramos infalibles en nuestra razón, probablemente sabríamos con seguridad todo lo que va a pasar. Lo que ocurre es que nos resulta imposible conocer toda la cadena de causas y razones que inciden en las acciones y decisiones y que hacen que se produzcan. Pero eso no quiere decir que esas acciones no sean libres.
Hay que tener en cuenta que la plena libertad viene cuando elegimos y tomamos decisiones cuando el entendimiento tiene ideas claras y distintas sobre lo bueno y lo malo y dirige a la voluntad. Entonces la voluntad elige con plena libertad.