Portada » Filosofía » Alienación, Materialismo Histórico y Evolución de la Moral
Los seres humanos somos seres materiales producto de la naturaleza material y de nuestra labor diaria de trasformación de esa naturaleza, producto de nuestro trabajo. Por tanto, si alguna esencia tenemos, esa esencia es»el trabaj», la»praxi», la producción material de nuestros medios de vida.
Bien, por otra parte, el objeto de nuestro trabajo es: la Naturaleza, ya que nuestro trabajo modifica la Naturaleza a través de los medios de producción. Si el trabajo es la esencia del ser humano, el gran problema del hombre en los sistemas de producción capitalista es que sufre un tipo de trabajo frustrante y explotador, por tanto, su existencia, es la de un ser frustrado y explotado. Es en este momento cuando Marx nos habla del concepto de:»Alienación«.
Alienar a una persona es quitarla su condición humana y trasformarla en una cosa, en un objeto. Es cosificarla. Para Marx, el gran problema que genera el sistema capitalista es la alienación que sufren las clases trabajadoras por parte de la clase burguesa, explotadora, dueña y beneficiaria de los medios de producción económica. Se genera el trabajo alienado. El trabajador pierde su condición humana y se convierte en mero instrumento cosificado (transformado en objeto, en cosa) del sistema industrial al que sirve. El trabajador no es un ser humano, ni se le trata como tal. Es una mera mercancía como otra cualquiera. Marx denomina a esta transformación del trabajador en mercancía con el término de:»fetichismo de la mercancía«.
Con este panorama tan desolador para las clases obreras y trabajadoras, Marx identifica tres grandes formas de alienación:
El materialismo histórico, es el método que utilizará Marx para analizar el desarrollo y la evolución de las sociedades humanas a través de la historia. Es la dialéctica, o el método dialéctico aplicado a la historia humana. Este es un método muy utilizado también por historiadores, sociólogos, antropólogos y politólogos, para estudiar acontecimientos históricos y políticos que han ido ocurriendo en diferentes sociedades a través de su historia.
La tesis principal del materialismo histórico es que: el desarrollo y la evolución de la historia de cualquier sociedad depende de su sistema productivo, de sus formas económicas de producir. La historia de la humanidad, analizada por Marx a través del materialismo histórico, es también la historia de la»lucha de clases«. Básicamente cada uno de nosotros pertenecemos a una determinada clase social en función de nuestro nivel y poder económico. Pertenecemos a las clases bajas, medias o altas.
Pues también a lo largo de la historia, todas las sociedades se han estructurado en clases condicionadas por su situación en el sistema productivo económico que les tocaba vivir. Para Marx, en toda sociedad dividida en clases, se producía una lucha inevitable por conseguir el poder. Las clases inferiores siempre han estado luchando contra las clases superiores por mejorar su situación y `por conquistar el poder que no tenían o al que estaban subyugadas. Marx creyó que la lucha de clases iba a conducir a una revolución obrera en las sociedades industriales y que finalmente los trabajadores iban a tomar el poder y que el capitalismo sería sustituido por una sociedad comunista igualitaria. Pero esto no fue así. La revolución comunista sólo triunfó curiosamente en sociedades más bien pobres y desindustrializadas como en Rusia, China y Latinoamérica. En el»Manifiesto comunist» se establecen los mecanismos del funcionamiento de la dictadura del proletariado que básicamente son:
El texto se refiere a la evolución histórica de la moral humana: el camello representa la moral judeocristiana; el león, al nihilista, opuesto a la moral tradicional, y el niño, la nueva moralidad que supera los estadios anteriores.
Describe la evolución histórica de la moral. Primero, con la moral judeocristiana el hombre acepta (carga) los valores de una religión contraria a la vida. Para Nietzsche, el último reducto de la religión es la moralidad, el Tú debes. El deber moral (Kant) es opuesto a la vida. El león representa el pesimismo y la decadencia de Occidente. El niño llevará a cabo la «transvaloración de los valores», la creación de una nueva moral que afirme la vida.