El teatro griego está vinculado a las fiestas, donde se daban los enfrentamientos corales entre hombres y mujeres y jóvenes y ancianos, y a la lírica popular. Aparece con el surgimiento de las polis en Atenas y era totalmente improvisado. Su dos géneros principales son la tragedia y la comedia.

El drama surgió en Atenas en el c. VI a.C. Se componían en verso y las primeras representaciones teatrales tuvieron lugar junto a la Acrópolis.
La tragedia cantaba el sufrimiento intenso de personajes divinos, de héroes, con el que los espectadores se identificaban y culminaba con una catarsis. Las representaciones primitivas consistían en la interpretación cantada del coro.
Con posterioridad se fueron incluyendo actores. Toda tragedia constaba de las siguientes partes:

Prólogo: presentaba las circunstancias preliminares a los hechos de la obra.

Párodos: entrada del coro, con su canto inicial.

Episodios: partes que se escenificaban entre dos cantos corales completos.

Estásimos: canto que entonaba el coro.

Éxodo: canto con que se retiraba el coro.

Los principales autores de la tragedia fueron: Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Esquilo (525–456 a.C) un gran triunfador en los certámenes teatrales. Sólo se han conservado siete de las más de noventa obras que compuso. Introdujo al segundo actor en escena, aunque en sus obras el coro sigue manteniendo un papel muy importante. Es característico de su obre la agrupación de tragedias en trilogías con unidad temática. Su obra “Los persas” trata del asunto histórico del enfrentamiento entre griegos y persas. Una de sus trilogías es “Las suplicantes” que formaba parte de “Las Danaides” La única trilogía que se conserva completa es “La Orestíada” compuesta por “Agamenón, Las Coéforas  y Las Euménides. Su tema principal es la convicción de que la justicia divina preside el orden del mundo y castiga a que se deja llevar por la ofuscación que produce la soberbia. Esta humanización de la justicia divina y de la clemencia de Zeus a través de sus hijos es la eflexión de Esquilo ante las tradicionales venganzas extrajudiciales. El fragmento final de “Las Euménides” recoge el acuerdo entre Atena y el coro de la Erinias.

Sófocles (496-406a.C) es el autor dramático por excelencia, el más conocido de los trágicos griegos. Sus obras no indagan en el sentido último de la voluntad divina, sino que acepta incluso el destino terrible. Introdujo el tercer acto y redujo la importancia del coro y la extensión de su intervención aunque aumentó el número de coreutas. Abandonó la estructura trilógica de Esquilo y convierte en tema central la figura de un personaje aislado. Es el autor trágico que mejor supo transmitir el dolor del ser humano frente a la soledad de su destino, como reflejan sus obras más importantes: Edipo rey, donde leva a escena el trágico reconocimiento por parte del héroe de su verdadera vida, y Electra, que se centra en el impulso de la venganza. En una de sus primeras obras, Áyax, ya encontramos la piedad humana ante la crueldad del destino ajeno.

Eurípides (485-406.C) es el tercer gran autor de tragedias en Atenas. A partir de la época helenística, sus obras fueron más divulgadas aunque sus contemporáneos no lo apreciaron mucho. Su pensamiento racionalista y escéptico le hizo objeto de desprecio y de ataques por parte del partido conservador. Lo más característico es el enfoque escéptico y humanista de sus obras. El sentimiento religioso de os trágicos anteriores da paso a un análisis psicológico de las pasiones y contradicciones humanas. Manipula los mitos tradicionales, de modo que el ser humano pasa a ser la medida de todas las cosas. En su obra Alcestis se analiza el sacrificio por amor. El argumento de otra de sus obras, Medea, gira en torno a la venganza de una mujer traicionada por su amante y que le lleva a matar a sus propios hijos.

La comedia es originaria de las celebraciones dionisíacas. Estas representaciones sirvieron para dar rienda suelta a las críticas y burlas. Sobre personajes contemporáneos y asunto de las polis. Muy diferente en tono y tema, la tragedia y la comedia comparten elementos estructurales como el empleo del verso, el coro, la vestimenta y el uso de máscaras. Es un género vinculado a la vida política de Atenas y a su democracia. La mayor parte de los temas tiene que ver con la política, por ello a finales del s. Va.C la comedia ática sufre una transformación hacia la comedia nueva, que da paso a una preocupación por asuntos sociales. En la comedia ática se puede distinguir las siguientes partes:

Prólogo: presenta el problema inicial del héroe cómico.

Agón: enfrentamiento retórico entre dos personajes o dos bandos opuestos.

Parábasis: canto coral en el que el autor se dirige al público.

El mayor autor de este género es Aristófanes.

Aristófanes (450-386 a.C) de espíritu democrático, siempre se preocupó por las cuestiones de la política de su ciudad y lo muestra en obras como Los babilonos, obra que le granjeó un proceso judicial. Su ingenio sátiro se cebó con saña injusta en figuras como Eurípodes, cuyas obras parodiaba y en Sócrates, del cual criticaba tanto sus enseñanzas como su propia persona. Su obras responden a un esquema sencillo de gran imaginación: un héroe tiene un problema y decide resolverlo con un disparate humorístico. Por ejemplo, en Lisístrata, ésta convoca entre las mujeres una “huelga” de relaciones sexuales para forzar a los maridos a firmar la paz. En otra de sus obras, Las aves, los ciudadanos huyen de su ciudad para fundar otra en el aire. El coro estaba compuesto por personajes insólitos que aparecían disfrazados y daban título a la obra.

Las obras con las que triunfaba Menandro presentaban unas características muy diferentes a la comedia ática que conformaban la llamada comedia nueva. El periódo de transición se denominó comedia media. En la comedia nueva desapareció los temas políticos, sus argumentos eran simplistas o ingenuos a veces con un tono moralizador, hubo una disminución del papel dramático del coro y se empleó un estilo coloquial y familiar.

Menandro (342-292a.C) es el máximo representante de la comedia nueva. Autor de más de un centenar de obras aunque sólo se conserva entera El misántropo. Es un gran creador de caracteres. A veces sus personajes resultan tipos humanos que dan nombre a la comedia: El desconfiado, El mentiroso, El supersticioso… En su obra lo importante es el desarrollo psicológico de los personajes y a menudo, en sus prólogos, desvela toda la acción. En el misántropo, la acción se desarrolla en cinco actos con una escasa intervención del coro. El argumento gira en torno a Cnemón, que tendrá un final feliz de integración social y familiar.