Portada » Biología » Adhesión y Transmigración Leucocitaria en la Respuesta Inflamatoria
Cabe recordar que normalmente cuando la sangre circula en las vénulas, los eritrocitos permanecen en una columna central y los leucocitos se localizan paralelos a la pared del vaso sanguíneo.
En una inflamación se produce una modificación hemodinámica en la que los leucocitos se incrementan en número en la superficie endotelial (marginación).
Los leucocitos se colocan sobre el endotelio y se adhieren al mismo de forma transitoria (rodamiento), finalmente en algún punto los leucocitos se adhieren firmemente y llegan a revestir al endotelio (pavimentación). Tras su adhesión al endotelio los leucocitos dirigen sus pseudópodos hacia las uniones de las células endoteliales y se introducen entre ellas quedando situada entre las células y la membrana basal, para luego salir al espacio extravascular.
Estos procesos están determinados por la fijación de moléculas complementarias de adhesión a la superficie de los leucocitos y células endoteliales. Los mediadores químicos regulan la expresión de la superficie y la intensidad de fijación de las moléculas.
Las principales moléculas de adhesión son:
Se adhieren al endotelio e interactúan con las integrinas de los leucocitos.
Se encuentran ubicadas en los leucocitos.
Estas moléculas están moduladas por varios mecanismos que dependen de la duración de la inflamación, del tipo de estímulo inflamatorio y de las condiciones del flujo sanguíneo.
La P-selectina, al ser estimulada por mediadores como la histamina, la trombina y el factor activador de plaquetas, se redistribuye en la célula endotelial y se ubica en la superficie para luego adherirse a las integrinas leucocitarias.
La LFA-1 (integrina) existe normalmente en los leucocitos pero no se adhiere a su ligador ICAM-1. Para que ocurra la adhesión, los leucocitos deben ser activados por agentes quimiotácticos elaborados por el endotelio o por células que proceden de la lesión, con lo que se logra una unión intensa entre la LFA-1 y la ICAM-1.
La fijación de los agentes quimiotácticos a receptores ubicados en la membrana de los leucocitos produce liberación de calcio, lo que induce la contracción celular y el movimiento.
La mayoría de los microorganismos no son reconocidos hasta que están cubiertos por opsoninas, que se unen a receptores específicos de los leucocitos.
Se da por: