Portada » Deporte y Educación Física » Actividad Física e Infancia: Desarrollo, Capacidades y Adaptaciones
El desarrollo es el elemento clave en la infancia y se produce por primera vez. A través del movimiento, el niño aprende, conoce el entorno, se apropia de él y lo domina. Esto implica que las diferentes funciones del organismo se desarrollarán a diferente ritmo. El desarrollo previo de una función facilitará el desarrollo de las otras (maduración).
El niño toma acciones más dirigidas y se comporta como un imitador, posteriormente provocador para ver si se le imita, y en última instancia esperará hasta recibir indicios que le harán actuar.
Está deseoso de buscar nuevos objetos para satisfacer instintos de juego. El niño busca y desarrolla la exploración.
Buena capacidad para pasar de destruir a un juego representativo. Capacidades:
Paso de juego representativo a simbólico.
De los 5/7 años se produce una transformación en el cerebro y una maduración en el manejo simbólico del entorno.
En forma de S en plano frontal (escoliosis). Es importante que realicen actividades de fortalecimiento y ejercicios de flexibilidad de columna.
También se producen lordosis y cifosis en el plano sagital.
Crecimiento: transformaciones cuantitativas mensurables (estatura, peso).
Desarrollo: capacidad de funcionamiento eficaz de las estructuras corporales y biológicas que acompaña el crecimiento.
Desarrollo paralelo en ambos sexos, aunque mostrando incrementos anuales inferiores en chicas. Pubertad: aumento casi permanente. Adolescencia: chicos creciendo de forma paulatina, chicas dependerá de sus niveles de entrenamiento y maduración.
Incrementos elevados año tras año en la fuerza máxima, fuerza rápida y fuerza resistencia. Pubertad: periodo de inicio de un aumento más marcado. Adolescencia: aumentan las diferencias sexuales específicas en el desarrollo de los distintos tipos de fuerza.
Pubertad: la velocidad de reacción y la frecuencia de movimiento dan valores similares a los del adulto. 12-14 años: aumentos muy grandes en la capacidad de aceleración. Adolescencia: diferencias sexuales específicas acentuadas.
Valores más elevados en las chicas, de forma diferente según la articulación. Pubertad y adolescencia: reducción en la movilidad articular general si el entrenamiento no es el adecuado.
Es una capacidad relativamente neutra, no cuenta con una fase sensible, sino que debe y se puede trabajar durante todo el periodo de desarrollo. La pubertad favorece su desarrollo: incremento de los órganos y sistemas responsables (corazón, aparato cardiorrespiratorio), aumentos funcionales de los mismos. La fase final a los 18 años constituye un periodo muy eficaz para el desarrollo de esta manifestación de la resistencia dada la estabilización del crecimiento.
El inicio del trabajo de potencia y fuerza resistencia va desde los 8 hasta los 12-13 años, mediante esfuerzos de baja sobrecarga y alta velocidad o alto número de repeticiones. La fuerza máxima no es aconsejable abordarla hasta inicios de la pubertad, debido a la acción de las hormonas anabolizantes y la maduración sexual.
La edad idónea para empezar con la velocidad de reacción y con la frecuencia de movimientos va desde los 5-6 hasta los 11-12 años, debido a la rápida maduración de los factores coordinativos y nerviosos.
La amplitud del movimiento es la única cualidad física que en lugar de progresar conforme al desarrollo motor manifiesta una regresión o involución, luego será procurar la menor pérdida de flexibilidad.
Capacidad precoz a desarrollar desde los primeros años de vida hasta la pubertad por la escasa masa muscular que presenta el ser, el elevado nivel de elasticidad y extensibilidad de tendones y ligamentos, así como el alto grado de tejido cartilaginoso de los huesos.
Fase sensible entre los 8 y los 11-12 años en las mujeres y entre los 8 y los 12-13 años en los varones, al necesitar un cierto nivel de desarrollo de fuerza y coordinación.
Alteraciones ligadas al crecimiento y a la actividad física.