Portada » Biología » Accidentes Cerebrovasculares: Tipos, Causas, Lesiones y Diagnóstico
Un accidente cerebrovascular es la pérdida de funciones cerebrales producto de la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro, lo que origina una serie de síntomas variables en función del área cerebral dañada.
Los accidentes cerebrovasculares se clasifican en:
Es un tipo de accidente cerebrovascular producido por una obstrucción de una arteria del cerebro, generalmente debido a trombos, coágulos o depósitos de grasa que viajan por el torrente sanguíneo hasta el cerebro, produciendo daño permanente en la zona afectada.
La causa más frecuente es la formación de trombos, es decir, coágulos de sangre que bloquean el flujo sanguíneo en una arteria que irriga al cerebro. La segunda causa más frecuente es por émbolos (objetos extraños como aire o grasa).
Corresponde al 70-80% de los accidentes cerebrovasculares.
Es un tipo de accidente cerebrovascular ocasionado por la ruptura o debilitamiento de una arteria que irriga el cerebro, liberando sangre hacia el tejido cerebral. Esta ruptura aumenta la presión intracraneana, lo cual perjudica la función de las células cerebrales. Los síntomas, leves o severos, dependerán de la cantidad de presión y sangrado generado.
Corresponde al 15% de los accidentes cerebrovasculares.
La diferencia principal radica en que los accidentes hemorrágicos tienden a tener una mejor recuperación que los isquémicos. La razón es que, cuando un vaso sanguíneo se ocluye, parte del cerebro muere; en cambio, en los hemorrágicos, la ruptura de un vaso sanguíneo y la presión de la sangre comprimen el cerebro. Si el paciente sobrevive, la presión se normaliza gradualmente y el cerebro puede recuperar sus funciones.
Para comprender las lesiones, primero explicaremos la irrigación del cerebro, la cual depende del polígono de Willis.
Este se forma a partir de dos arterias principales:
1) Arterias vertebrales.
2) Arterias carótidas internas.
Las arterias vertebrales son ramas directas de la arteria subclavia. Desde ahí, se dirigen hacia la parte posterior, pasando por los procesos transversos de las vértebras cervicales, y luego ascienden al cerebro. Una vez dentro del cerebro, se unifican formando la arteria basilar, la cual se divide en las arterias cerebrales posteriores.
Por otra parte, las arterias carótidas internas (derecha e izquierda), ramas terminales de las arterias carótidas comunes, se dirigen al cerebro. Al llegar, se dividen en arterias cerebrales medias y arterias cerebrales anteriores. Entre las arterias cerebrales anteriores (derecha e izquierda), se crea la arteria comunicante anterior, cuya función principal es comunicar estas arterias. Del mismo modo, se crea la arteria comunicante posterior, que, entre otras funciones, comunica las arterias cerebrales posteriores con las arterias cerebrales medias.
En esta vista encontramos la Arteria Cerebral Anterior, que irriga la parte anterior de los hemisferios cerebrales, excepto el lóbulo occipital. Si esta arteria se daña, puede haber consecuencias como amnesia, cambios de personalidad, incontinencia urinaria y paresia en miembros inferiores por daño del núcleo caudado.
Si ocurre una lesión en la zona media, se pueden dañar tres arterias: