Portada » Medicina y Salud » Ácaros Dermanyssus gallinae y Miasis por Cochliomyia hominivorax: Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento en Animales
El tratamiento de la infestación por Dermanyssus gallinae puede requerir medicación tópica y oral, como la ivermectina, y puede tomar varios meses para su erradicación.
Los ácaros se alimentan normalmente alrededor del pecho y de las piernas de las gallinas, causando dolor, irritación y una disminución en la producción de huevos. Pueden desarrollar pústulas, costras, hiperpigmentación y pérdida de plumas.
Si están presentes en gran número, D. gallinae puede causar anemia en las gallinas, que se presenta como palidez del peine y el zarzo.
Un diagnóstico presuntivo puede hacerse en manadas de gallinas ponedoras, por lo general basado en una historia de disminución de la producción de huevos, anemia y mortalidad en las aves jóvenes o enfermas. Manchas de sangre en los huevos indican infestación dentro de la cloaca de la gallina afectada. El diagnóstico definitivo solo se logra después de la identificación de los huevos, las heces o los ácaros mismos.
ARTRÓPODOS PARÁSITOS DE IMPORTANCIA MÉDICA.
Las larvas alcanzan la madurez en unos 7 días y entonces abandonan la herida, dejándose caer al suelo, donde, después de enterrarse, comienzan la etapa de pupación. Si las condiciones son favorables para su desarrollo, antes de que transcurran 10 días de haber abandonado a su huésped, emergerá la mosca adulta.
El tratamiento consiste en la extracción de los parásitos por medio de pinzas con posterior aplicación de desinfectantes. Se debe apretar el forúnculo para que salga la larva y procurar que esta no explote porque contiene líquido alergénico, y de no matarla adentro porque podría formar un absceso (contaminación bacteriana).
Antes y después de esta operación se debe aplicar algún fármaco que mate a las larvas.
El tratamiento de las miasis se conoce con el nombre de “curabicheras”. Estas pueden ser combinaciones de diferentes fármacos dentro del mismo producto comercial.
La terapia con antibióticos está indicada en casos de presentarse una infección cutánea (Piodermia).
Las hembras depositan sus huevos en los bordes de las heridas, en las mucosas lesionadas o en los alrededores de los orificios naturales escarificados. La hembra deposita entre 10 y 500 huevos (como promedio 200). Las larvas nacen antes de las 24 horas después de la ovoposición e inmediatamente comienzan a alimentarse de los tejidos de su huésped, situándose con la cabeza hacia abajo y penetrando en forma de barreno, haciendo cada vez la herida más profunda.
La infestación comienza cuando los huevos del gusano barrenador incuban en la herida de un animal y las larvas se alimentan de la carne viva del animal. Es un poco difícil ver a simple vista, en una herida, la presencia de larvas del gusano barrenador en sus primeras etapas de vida; solo se pueden observar movimientos muy leves. A medida que la larva se alimenta, la herida se agranda gradualmente, convirtiéndose en una llaga más amplia y profunda. En esta etapa es frecuente que las moscas hembras hayan puesto otros huevos dentro de la herida, desarrollándose así una infestación múltiple. Las heridas infestadas a menudo sangran y despiden un olor muy peculiar.
La presencia de las larvas en la piel es el signo más característico de la enfermedad. Otro signo típico es la queresa, así se denomina a la presencia de huevos en las heridas de los animales.
Las miasis en general se diagnostican en forma directa, o sea, constatando la presencia de las larvas en los hospedadores y de los adultos en los alrededores de los animales. En el caso de C. hominivorax, además, se puede visualizar la queresa. Se puede realizar un diagnóstico etiológico a través de la observación directa del parásito. La larva puede remitirse al laboratorio para identificar la especie. Recordar que para hacer esto debe fijarse en alcohol al 70%.
Diagnóstico clínico: Observando la aparición de los signos y síntomas característicos de la enfermedad.
Para el diagnóstico patológico: En caso de llevarse a cabo, se procede a remitir al laboratorio histopatológico una muestra del tejido afectado en formol al 40%.