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2: Luces de bohemia en el contexto histórico y literario de su época.
(La crisis de fin de siglo)Con la “crisis de fin de siglo” aludimos a los cambios políticos, ideológicos y estéticos que se produjeron en Europa a finales del s.XIX. Durante estos años se fundó la física moderna, nació el psicoanálisis, y las relaciones de producción cambiaron de manera definitiva con la organización de los movimientos obreros y la llegada del marxismo.(Subjetivismo frente a objetivismo)Durante los primeros años del s.XX se constata el fracaso del pensamiento racionalista para solucionar los problemas del ser humano. Abandonada la razón sólo la intuición y el pensamiento irracionalista podrían servir de guía en los convulsos años veinte y treinta.Filósofos vitalistas y antirracionalistas, como Bergson y Nietzsche, estaban convencidos de que la realidad no es cognoscible por la razón, ya que la realidad es en sí misma múltiple y compleja; así que la intuición se convierte en un camino mucho más fiable para llegar a conocer profundamente la realidad.Y es que lo que realmente está poniendo en cuestión es la existencia objetiva de la realidad. Es decir ¿existe la realidad por sí misma o hay tantas realidades como observadores que la contemplan?Los jóvenes artistas de principios del siglo XX, desde este cambio de mentalidad, buscan renovar el arte en general y la literatura en particular abandonando el realismo del siglo anterior, y tomando como puno de partida la subjetiva mirada del autor sobre el mundo para representarla en el arte y la literatura.Para el arte de las vanguardias, en los primeros años del s.XX, lo importante no es mostrar la realidad como si de una fotografía se tratase, sino mostrar cómo percibe el artista, en un preciso momento, una determinada realidad. El subjetivismo se impondrá como nueva vía de experimentación dando la espalda al objetivismo realista, único camino del arte hasta ese momento.(Modernismo y Generación del 98)También en la literatura se inicia la búsqueda de nuevos caminos que puedan explicar en toda su complejidad el mundo interior del hombre y una realidad en constante cambio político y social. Este afán de renovación fue la base del Modernismo que, en sus orígenes pretendía una renovación total de la vida y del arte a través de su postura antiburguesa y de la recuperación de la belleza del lenguaje literario, que ellos creían descuidada en el realismo anterior.Todos los escritores pretenden esa renovación de la literatura, sin embargo hay algunos que además están muy preocupados por la realidad política española durante estos años de profundos cambios y muchísimos problemas. Son los autores de la Generación del 98. Estos escritores, alarmados por “el problema de España”, pretenden regenerar la vida pública de un país atrasado cultural y políticamente y fuertemente conmocionado por “el desastre”, como se llamó a la pérdida de las últimas colonias de Cuba y Filipinas en 1898.Los autores más importantes de estos años militan a menudo en ambos movimientos porque todos buscaban, cada uno a su modo, la renovación del lenguaje literario, sin embargo es más frecuente encontrar rasgos modernistas en Rubén Darío y las primeras obras de Machado y Valle Inclán, y más rasgos noventayochistas en Pío Baroja, Azorín y Miguel de Unamuno.Tienen en común Modernismo y Generación del 98:Búsqueda de un lenguaje literario diferente, más claro, más preciso y más bello.Su espíritu de protesta y su profundo amor al arte.Se diferencian:Los modernistas buscan ante todo la belleza y los valores estéticos del lenguaje, dentro de una concepción revolucionaria de la vida, antiburguesa y a veces bohemia y elitista.Los noventayochistas buscan ante todo la verdad, aunque cuiden la belleza de su prosa. Ellos son los preocupados, los ensimismados. Unamuno dice: “¡Adentro!”. El escritor del 98 se inclina sobre su propia conciencia y analiza los intrincados caminos del pensamiento y del sentimiento en el hombre moderno.(El teatro español hasta 1936)Hay que tener en cuenta una serie de condicionamientos que influyen sobre la historia del teatro hasta 1936.El factor comercial: el teatro dependía casi en absoluto del local privado, y los empresarios no aceptaban aquellas obras que no gustaran a un público acostumbrado a un teatro que fundamentalmente servía de entretenimiento y diversión. Las entradas eran baratas y los llenos habituales, y no estaban dispuestos a arriesgar su negocio.El aspecto ideológico: a la burguesía le gustaba un teatro que fuese levemente crítico, pero no hasta el punto de incomodar a los espectadores o de atacar frontalmente los pilares básicos de la sociedad burguesa.El aspecto estético: el público de principios de siglo no era partidario de innovaciones formales que estuvieran por encima de sus, en general, limitadas posibilidades. Los decorados y los efectos de iluminación eran muy convencionales, y los actores, acostumbrados a sobreactuar, no se acostumbraban a una interpretación natural de los textos.En general, el teatro que triunfa durante estos años es un teatro conservador en los temas, la estética y la interpretación. En este sentido es evidente la diferencia que existe con otros géneros contemporáneos como la poesía vanguardista o la novela.Hay pues en esta época dos tipos de teatro:El teatro que triunfa comercialmente hablando: Jacinto Benavente, el teatro modernista, tradicionalista e histórico, y el teatro cómico de Carlos Arniches y los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero.El teatro innovador, relegado a un conocimiento minoritario. Este teatro, crítico con la sociedad y experimental en sus formas y estructuras dramáticas, estuvo muchas veces relegado a una difusión escasa y en escenarios no comerciales.Dentro de este teatro innovador encontramos las obras de Miguel de Unamuno, Valle Inclán y Federico García Lorca.
3: Características del esperpento y su reflejo en Luces de Bohemia.(El esperpento)(Las raíces históricas y estéticas del esperpento)Los años veinte y treinta son tiempos convulsos y dramáticos: la humillación de la derrota en Cuba, la sangría incesante de los jóvenes por la Guerra del Rift, en Marruecos, la Semana Trágica de Barcelona desatada al oponerse los obreros al nuevo envío de tropas al Rift, la Primera Guerra Mundial, la huelga revolucionaria de 1917, la dictadura de Primo de Rivera, y el atraso y la pobreza secular del pueblo español, llevan a los intelectuales de la Generación del 98 a denunciar esta situación de opresión, belicismo y atraso secular del país.Durante esta época tan convulsa la postura de valle Inclán siempre fue de compromiso. En 1915 firma el manifiesto a favor de los aliados. En 1933 forma parte del Comité Internacional contra la guerra y en 1935 acepta ser presidente de honor de la Campaña Nacional contra la Pena de Muerte.Ante las circunstancias sociopolíticas de un país atrasado y empobrecido, Valle pretende mostrar la realidad desde un punto de vista distinto. Dice Valle Inclán en una entrevista que le hizo a Martínez Sierra para el diario ABC:Hay tres modos de ver el mundo artística o estéticamente: de rodillas, en pie o levantado en el aire.Cuando se mira de rodillas-y esta es la postura más antigua de la literatura-se da a los personajes, a los héroes una condición superior a la condición humana (…). Así Homero atribuye a sus héroes condiciones que en modo alguno tienen los hombres.Hay una segunda manera, que es mirar a los protagonistas como de propias naturaleza, como si fuesen nuestros hermanos, como si fuesen ellos nosotros mismos (…)Esta es, indudablemente, la manera que más prospera. Esto es Shakespeare, todo Shakespeare…Y hay otra tercera manera, que es mirar al mundo desde un plano superior y considerar a los personajes de la trama como seres inferiores al autor, con un punto de ironía. Los dioses se convierten entonces en personajes de sainete.Esta es una manera muy española (…). Quevedo tiene esa manera. Alguna de las vanguardias pictóricas europeas, concretamente la pintura expresionista, también utilizaba colores muy fuertes y contrastados y también deformaba los rasgos de sus figuras para representar la verdadera esencia de las cosas. Valle estaba muy al tanto de las corrientes pictóricas europeas de estos años porque fue crítico del arte, Conservador del Patrimonio Artístico Nacional, profesor de Estética de Bellas Artes y Director de laAcademia de Bellas Artes de Roma.Este contacto directo con el arte los movimientos vanguardistas pictóricas ayudó a Valle a dar forma literaria a un nuevo concepto estético que pretendía reflejar la realidad más profunda de los seres humanos distorsionando o exagerando los rasgos físicos y ambientales con la finalidad de hacer el retrato emocional de la sociedad española de su tiempo.Valle cree que una realidad nacional deformada, sórdida y ridícula sólo podrá reflejarse con total exactitud por medio de una estética igualmente deformada, y para ilustrarlo habla de los espejos del Callejón del Gato, en Madrid. Veamos la definición de Valle Inclán del esperpento a través de los protagonistas de Luces de Bohemia en la escena XII.La matemática perfecta a la que se refiere Valle Inclán es la utilización de una estética que deforma de manera sistemática los rasgos de los personajes y el entorno que los rodean, exagerándolos y ridiculizándolos para mostrar la degradación espiritual y social en la que viven. Gracias a esta deformación exacta, matemática, de la realidad Valle reflejará con exactitud la vida española, muy deformada por la injusticia, la miseria, la opresión y la incultura.(Características del esperpento y su reflejo en Luces de Bohemia)Ya hemos visto que el esperpento pretende mostrar una realidad deforme (la miseria, la pobreza, y la incultura) a través de una estética deformadora (personajes animalizados, escenarios sucios y malolientes), que lapuedan reflejar en toda su crudeza.(La esperpentización de los personajes en Luces de Bohemia)Valle desmonta a sus personajes y los imposibilita para ser héroes. Para conseguir que reflejen esa situación de degradación colectiva Valle realiza varias operaciones esperpentizadoras: Desclasar: todos los personajes, sean de la clase social que sean, tienen en común la golfería, la ignorancia y la desidia, que ejercen en ellos una función niveladora. El Ministro, Don Latino, las prostitutas callejeras, Zaratrusta o La Pisa Bien comparten el mismo nivel de miseria moral, practican o amparan el robo y se aprovechan de las circunstancias para sacar siempre beneficio propio.El Ministro saca el sueldo que promete a Max de los fondos de la policía.• Don Latino se queda con el décimo de lotería premiado de su amigo con la excusa de guardárselo para que no se lo roben.• Las prostitutas confían en sobornar a los policías con un puro habanero.Deshumanizar: el autor vacía a os personajes de razón, sentimientos y cultura hasta transformarlos en títeres y en fantoches. El colorido de los pingajos de su ropa, la desproporción exagerada de la greña y el gesto animalesco son precisados con abundantes cosificaciones y animalizaciones.• Cosificar: Valle describe a sus personajes por los objetos que los caracterizan, y elude los rasgos que los harían personas ante el espectador: “Entra el cotarro modernista, greñas, pipas, gabanes repelados, y alguna capa” (escena VII).• Animalizar: Valle confiere a sus personajes características y rasgos de los animales: “La Pisa Bien se apresura a echarle la zarpa” (escena III). “Zaratustra, abichado y giboso-la cara de tocino rancio y la bufanda de verde serpiente” (escena III)Idiotizar: los personajes de Luces de Bohemia sufren una especie de idiotización colectiva fruto de la ignorancia y del egoísmo. Debilitados e incapacitados se nos presentan con un lenguaje maquinal, disparatado y frívolo. La mayoría no se preocupa de discernir lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto.(La esperpentización de espacios y ambientes)Estos personajes que representan la España paupérrima y degradada de la época se mueven en unos espacios casi siempre mal iluminados, sucios y chabacanos. Los recursos más usuales para esperpentizar el espacio son:La suciedad: casi todos los espacios se presentan como sucios, malolientes y desordenados. Valle describe en la acotación el inicial ambiente de la cueva de Zaratustra (Esc. II) como “El antro apestoso de aceite”.La falta de luz: la Luz es muy importante en Luces de Bohemia porque es un elemento simbólico de primer orden. Ya en título se alude a la luz: “Luces de bohemia” y es que Valle nos quiere comunicar que la luz, la verdadera luz, es la del entendimiento, las luces de la inteligencia. Dice el preso catalán en la escena VI refiriéndose a Max Estrella: “Tiene usted luces que no todos tienen”, y esto después de percatarse de que Max es un poeta ciego.Esta falta de luz, de luces, común a casi todo los ambientes y personajes, se reflejará simbólicamente en unos espacios siempre poco luminosos.Este es el motivo de que el escenario aparezca casi siempre en sombra o en una semipenumbra mal iluminada por candilejas, luces trémulas y mortecinas o luces amenazantes:“La taberna de Pica Lagartos: Luz de acetileno: Mostrador de zinc: Zaguán oscuro con mesas y banquillos: Jugadores de mus. Borrosos diálogos” (Acotación inicial a la escena III).La chabacanería: cuando Valle describe los espacios oficiales: el despacho del Ministro, la comisaria o la redacción del periódico, la esperpentización nos llega a través del gusto vulgar y chabacano que preside las estancia: “Secretaría particular de Su Excelencia. Olor de brevas habanas, malos cuadros, lujo aparente y provinciano” (Escena VIII)(Otros recursos esperpentizadores)Abundante uso del contraste. El contraste es un recurso que le sirve a Valle para denunciar posiciones contrarias que, al presentarse juntas, crean un choque profundo en el espectador. Ahora se presentan algunos tipos de contraste utilizados por Valle para esperpentizar personajes y ambientes:•Contraste entre lo grave y lo burlesco: Dice Max Estrella a un policía al llegar detenido por borracho a la comisaría:“Traigo detenida una pareja de guindillas. Estaban emborrachándose en una tasca y los hice salir a darme escolta” (Escena V).• Contraste entre la dejadez miserable y la compostura chabacana: “Hay un viejo chabacano-bisoñé, manguitos de percalina-, que escribe, y un pollo chulapón de peinado reluciente, con brisas de perfumería, que se pasea y dicta humeando un veguero (…)” (Escena V).Uso continuado de la ironía. Marcará aún más si cabe las enormes diferencia culturales entre la bohemia, imaginativa, culta, elitista, y el resto de los personajes. Los comentarios irónicos estarán casi siempre en boca de Max Estrella, D. Latino y los Modernistas, los únicos personajes que poseen las luces de la inteligencia.DARIO DE GÁDEX: A usted y a mí nos rezuma el ingenio, don Filiberto. En el cuello del gabán llevamos las señales. (Escena VII)El humor, la ironía y el sarcasmo son los principales recursos que utiliza Valle para esperpentizar la injusta realidad que percibe en su entorno.