Portada » Otras materias » La conflictividad social durante el bienio reformista
Evolución política y social de la II República
Una vez aprobada la Constitución, el conservador Alcalá Zamora era elegido por el Congreso presidente de la República y éste confirmaba a Manuel Azaña al frente de la jefatura del Gobierno.
Bienio Republicano-socialista (1931-1933)
A lo largo de estos dos años, los republicanos de izquierda y los socialistas formaron un gobierno de coalición que emprendió un extraordinario esfuerzo reformista, cuyo propósito era afrontar los graves problemas no resueltos en España.
Realizaciones políticas, sociales y educativas
Las principales reformas que pone en marcha la II República se producen durante
el bienio republicano-socialista (1931-1933).
Entre las realizaciones políticas, además del desarrollo de la Constitución del 31, se llevaron a cabo otras reformas: 1) La reforma militar, que pretendía someter el Ejército al poder civil, y reducir el número de oficiales para ajustarlo a las necesidades reales. 2) Los estatutos de autonomía, tanto el de Cataluña como el del País Vasco. Ambos estatutos fueron aprobados por las Cortes. Entre las reformas sociales hay que destacar las leyes laborales, ante el desagrado de los empresarios y las esperanzas de los trabajadores:
1)Extensión al campo de lo jornada de ocho horas. 2) Prolongación de los contratos de arrendamientos de tierras. 3)Roturación forzosa de tierras allí donde existiesen jornaleros en paro. 4)Creación de jurados mixtos de empresarios y obreros, que impulsaron una subida de los salarios agrarios. Estas medidas provocaron el descenso de la conflictividad crónica que padecía el campo.
La reforma educativa
Era considerada por el gobierno la cuestión clave para modernizar España. Ya la constitución declaraba la enseñanza primaria obligatoria, gratuita y mixta. Se incrementó en un 50% el dinero destinado a la educación, se construyeron muchísimas escuelas para acabar con el analfabetismo, y se mejoró la enseñanza secundaria y universitaria.
La Reforma agraria
La esperanza republicana lleva sobre todo el nombre de reforma agraria: el grave problema que desde hacía dos siglos venía inquietando a quienes reflexionaban sobre los males de Espa ña. Extensos latifundios en Extremadura y An dalucía, campesinos hambrientos y arrendata rios explotados esperaban un remedio. En el ánimo de muchos, el régimen de Azaña estaba llamado a acabar, por fin, con todas las lacras del campo español mediante una distribución más justa de la propiedad y una mayor atención a sus rendimientos, para lo que era urgente aprobar una ley que expropiara grandes fincas y las repartiera entre campesinos sin tierras. Con un fondo de agitación creciente en el cam po, el proyecto de reforma agraria choca con la resistencia de los latifundistas y de los partidos de derecha y centro. Los problemas principales de la agricultura nacional seguían siendo el latifundismo y el elevado número de jornaleros sin tierra. Así pues, los tres
objetivos de la reforma agraria fueron: -Objetivo social. Entregar tierras a los campesinos a fin de obtener su apoyo para afianzar el recién nacido régimen republicano, y, al mismo tiempo, evitar conflictos y revueltas sociales en las zonas rurales. -Objetivo político. Eliminar el poder eco nómico de los grandes terratenientes, en su inmensa mayoría monárquicos y ene migos de la República. -Objetivo económico. Incrementar la producción total del sector agrario y ele var el nivel de renta del campesinado, que aumentaría sus niveles de consumo estimulando así el desarrollo de las acti vidades industriales y comerciales españolas. En 1932 se aprobó en el Parlamento la Ley de Reforma Agraria tras largas, lentas e intensas discusiones y debates.
El contenido de esta ley se resume así:1) Las tierras pertenecientes a la extinguida Grandeza de España quedaron expropia das sin indemnización.2) Todos los latifundios, terrenos sistemáti camente arrendados y tierras incultas o abandonadas se declararon expropiables a cambio de una indemnización del Estado.3)Las tierras expropiadas, cuyo nuevo pro pietario pasaba a ser el Estado, se destina rían al asentamiento de campesinos, que explotarían las fincas de forma colectiva o cultivarían parcelas individuales, según ellos mismos decidieran.
Sin embargo, la aplicación de esta ley y el ritmo de puesta en marcha de la reforma agraria fueron excesivamente lentos, se expropiaron pocos terrenos y sólo habían
sido asentados unos 8.000 campesinos en 1934. En consecuencia, los jornaleros
hambrientos de tierra quedaron decepcionados con la Repú blica y se inclinaron hacia las solucio nes revolucionarias propuestas por los anarquistas. Durante el Bienio Derechista(34-36) se puso en marcha una auténtica contrarreforma agraria que significó el bloqueo del proceso iniciado por el gobierno precedente. El gobierno derechista para lizó la reforma incrementando exageradamente la cuantía de las indemnizacio nes que debían ser percibidas por los antiguos propietarios, recortando drásti camente el presupuesto estatal dedicado al asentamiento de campesinos sin tierra y devolviendo a los Grandes de España las propiedades que les confiscara el gobierno republicano-socialista. Todos estos hechos agudizaron los conflictos campesinos. En el periodo del Frente Popular (36) se produjo una aceleración en la aplicación de la Ley de Reforma Agraria, de manera que en algunas semanas fueron expropiadas más de 230.000 hectáreas repartidas entre unos 150.000 campesinos. Esta actitud reformista de la república contrasta con la exigencia revolucionaria de los Anarquistas, con cerca de un millón de afiliados a la CNT. Los conflictos que provocan obligan continuamente a la República a responder con duras medidas policiales. El enfrentamiento más grave se produce en Casas Viejas, donde jornaleros anarquistas proclaman el comunismo libertario, y su levantamiento fue aplastado por la Guardia Civil, fusilando a sangre fría a 14 campesinos. A su vez, la izquierda proletaria recela cada vez más de una república cuyas fuerzas del orden emplean la violencia contra los trabajadores. La CNT cae en manos de su grupo más violento, y la UGT socialista se muestra partidaria de las teorías revolucionarias de Largo Caballero.
Uno de los principales conflictos de este periodo fue provocado por la actuación del gobierno republicano-socialista en materia religiosa,La cuestión religiosa se convirtió en un grave problema que acentuó el enfrentamiento entre españoles.
El Bienio Derechista (1934-36)
La derecha católica organizó un poderoso movimiento contra el gobierno republicano-socialista, organizando la CEDAen torno a Gil Robles, que se aprovecha del desgaste del gobierno de Azaña. En las elecciones generales de fines del año 33, se produce la victoria de la CEDA , que compartirá gobierno con el Partido Radical de Lerroux a lo largo de este periodo. Su propósito consistió en rectificar la labor del periodo anterior y detener las reformas iniciadas. Se adoptaron decisiones reaccionarias: 1)Se promulgó una amnistía a los militares encarcelados por participar en el golpe de estado fallido dirigido por Sanjurjo en el 32. 1) Se inició una contrarreforma agraria que agudizó los problemas campesinos. 2)Se suprimió el estatuto de autonomía de Cataluña tras los sucesos de octubre del 34.
La revolución de Octubre del 34.-Las organizaciones obreras vieron en la victoria de la derecha en las elecciones del 33 el fin de la República democrática y optaron por el recurso a la rebelión violenta; además, observaban los avances del fascismo en Europa y temían que la CEDA se orientara hacia el fascismo. Por todo esto, se produjo un intento de conquista del poder por medio de una insurrección armada. En su preparación y realización intervinieron comunistas, anarquistas y socialistas, aunque fueron estos últimos los verdaderos protagonistas y promotores de la acción revolucionaria Esta revolución, desorganizada e improvisada comenzó con una huelga general en numerosas ciudades. El País Vasco y Madrid quedaron paralizados, teniendo lugar tiroteos entre obreros y fuerzas del orden. Fue en Cataluña y en Asturias donde esta revolución tuvo mayor fuerza. En Cataluña los nacionalistas se unieron a la insurrección obrera; Companys, presidente del gobierno autónomo, proclamó el Estado catalán. El ejército liquidó con rapidez la rebelión , y Cataluña se rindió. En Asturias, millares de obreros y mineros bien armados se adueñaron de extensas zonas de la provincia. Este levantamiento fue brutalmente reprimido por tropas trasladadas desde África y dirigidas por Franco: 2000 muertos y 30000 presos. La revolución había fracasado.
El Frente Popular
La revolución de Octubre provocó la radicalización en la izquierda y en la derecha: La brutalidad de los sublevados soliviantó a la derecha, y la durísima represión radicalizó a la izquierda. La brecha y el enfrentamiento entre ambas partes es cada vez más honda. A las elecciones de febrero de 1936 se presentaron unidos los partidos republicanos de izquierda y las fuerzas obreras. Esta alianza fue denominada Frente Popular, y su objetivo era vencer a la derecha. Los grupos de derecha se presentaron desunidos, por lo que se produjo la victoria del Frente Popular. Azaña fue nombrado jefe de gobierno. Sus decisiones más importantes fueron:
1)Amnistía para los presos de la revolución de octubre. 2)Restitución del Estatuto de autonomía de Cataluña. 3)Aceleración de la Reforma Agraria. Sin embargo, este gobierno del Frente Popular se enfrentaba a graves dificultades:1)La enorme cifra de desempleados. 2)La extensión de los desórdenes públicos (huelgas, quema de iglesias…) 3)Los atentados y violencia de los grupos cada vez más agresivos de la extrema izquierda y extrema derecha (destaca el asesinato de Calvo Sotelo).4)La firme decisión tomada por poderosos grupos socioeconómicos y jefes militares de destruir la República. La situación era extremadamente complicada, y el enfrentamiento social era terrible. El 17 y 18 de Julio de 1936 se produce el golpe de Estado contra la II República, comenzando una larga y cruel guerra civil.