Portada » Tecnología » Componentes Clave del Motor: Volante de Inercia, Cigüeñal, Bielas y Pistones
Es la pieza que almacena energía cinética de las carreras de trabajo o motrices y la cede en las carreras no motrices. También se encarga de regular el funcionamiento de giro del motor.
Está fabricado de fundición gris perlítica obtenida por colada en moldes y posteriormente mecanizada por completo para poder obtener una masa equilibrada. Debe tener una masa importante para poder cumplir con su función y vencer las oposiciones intrínsecas de las fases no productivas. Su tamaño depende del número de cilindros: a mayor número de cilindros, menor es la irregularidad de giro y menor el diámetro del volante.
Es un árbol motriz que alberga tantos codos como cilindros tenga el motor y en él se recibe la fuerza de la combustión. El cigüeñal, junto con la biela, generan el movimiento biela-manivela que transforma el movimiento lineal alternativo del pistón en movimiento rotatorio del volante motor.
El equilibrado estático se realiza en el proceso de diseño de componentes del motor, tratando de repartir la masa del conjunto en relación a su eje de giro, con lo que se consigue que, sea cual sea la posición del cigüeñal, este se halle siempre en reposo. El equilibrado se lleva a cabo controlando el peso de las muñequillas, que ha de estar exactamente calculado y compensado gracias a los contrapesos para que las fuerzas de tipo lateral resulten nulas en reposo y en movimiento.
El equilibrado dinámico se consigue cuando la resultante de los momentos generados por las fuerzas centrífugas, tomados con respecto a un punto cualquiera del eje, llega a ser nula.
Es el elemento del motor que transmite la fuerza del pistón al cigüeñal, transformando el movimiento rectilíneo alternativo del pistón en rotatorio de salida por su acople con el cigüeñal. Las bielas están fabricadas en acero aleado templado con casquillo de cobre insertado en el acoplamiento con el bulón del pistón.
Los casquillos o semicojinetes son elementos colocados entre la biela y la muñequilla, y entre el cigüeñal y el bloque. Su misión es reducir la fricción entre estas piezas y, por consiguiente, controlar la temperatura y los desgastes de las mismas.
Es la destrucción paulatina de los cuerpos metálicos. En el caso de los casquillos, se hace visible por la formación de campos oscuros y de pequeñas cavidades.
Un calentamiento excesivo de los cojinetes puede provocar que la capa antifricción sea eliminada, quemando el acero sin protección alguna.
La falta de aceite lubricante en los casquillos da lugar a que la superficie de trabajo presente desgaste, tornándose brillante. En caso de falta completa de lubricación, se produce el arrastre de material del mismo por el eje en contacto con la superficie de deslizamiento del cojinete con el apoyo o muñequilla del cigüeñal.
La unión de la biela con el émbolo (pistón) se realiza por medio del bulón, que permite el juego necesario entre ambos para poder llevar a cabo parte de la misión del conjunto biela-manivela y, además, soporta las mismas fuerzas que el émbolo.
Su función es recibir la fuerza de expansión de los gases que lo empujan en su carrera descendente. Este, a su vez, a través del bulón, transmite el movimiento a la biela y esta al cigüeñal. El pistón está construido con aleaciones de aluminio resistentes al calor y con coeficientes de dilatación poco elevados.
Están situados en las ranuras en el exterior del pistón y cumplen varias funciones: